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AGENCIA AP
El sistema de albergues de Nueva York se encuentra
ocupado actualmente a niveles sin precedentes. La ciudad asegura que en este
momento brinda albergue a 93,000 personas.
El alcalde de Nueva York pidió el martes a un juez
que le permita a la ciudad suspender su obligación con el “derecho al
albergue”, asegurando que las autoridades ya no son capaces de dar techo a
todas las personas sin vivienda debido a la llegada de decenas de miles de
migrantes internacionales.
El derecho al albergue se ha implementado durante
más de cuatro décadas en Nueva York, después de que en 1981 un tribunal obligó
a la ciudad a proveer vivienda temporal a toda persona sin casa que la solicitara.
Otras metrópolis estadounidenses no cuentan con esta medida.
PROBLEMAS
Pero con la llegada de 70,000 solicitantes de asilo
desde principios del año pasado, muchos de los cuales ingresaron al país por la
frontera sur, la ciudad ha tenido problemas para encontrar lugar para todos los
que requieren de un techo y una cama temporal.
“Es
lo más conveniente para todos, incluidos aquellos que buscan venir a Estados
Unidos, ser sinceros con el hecho de que la ciudad de Nueva York no puede por
sí misma brindar atención a todos los que cruzan nuestra frontera”, manifestó
el alcalde Eric Adams en un comunicado.
“Ser deshonesto al respecto sólo resultará en
un colapso de nuestro sistema, y necesitamos que nuestros aliados de gobierno
sepan la verdad y hagan lo que les corresponde”, dijo Adams.
Adams indicó que no pretende ponerle un fin
permanente al derecho al albergue, sino que quería “claridad de la corte”.
DERECHO A LA VIVIENDA
Algunos defensores del derecho a la vivienda
criticaron la medida, señalando que podría resultar en más personas viviendo a
la intemperie.
Joe Loonam, coordinador de la campaña de vivienda
para el grupo activista VOCAL-NY, señaló que Adams quiere “poner fin al derecho
al albergue que ha evitado que la ciudad de Nueva York siga los pasos de
lugares como Los Ángeles y San Francisco, en donde miles de personas viven en
condiciones horrendas en las calles”.
El sistema de albergues de Nueva York se encuentra
ocupado actualmente a niveles sin precedentes. La ciudad asegura que en este
momento brinda albergue a 93,000 personas. En los últimos meses ha alquilado,
con grandes costes, hoteles enteros para dar techo a los migrantes recién
llegados. También ha colocado catres en escuelas, ha albergado temporalmente a
personas en tiendas de campañas, una terminal de cruceros y un edificio en el
que solía haber una academia de policía.
En una carta dirigida al juez administrador adjunto
de las cortes de la ciudad de Nueva York, los abogados de la ciudad solicitaron
un cambio en la orden que les permitiera a los funcionarios suspender el
derecho al albergue cuando el Departamento de Servicios para Personas sin Hogar
carezca de los recursos para albergar a todos de una manera segura.
AYUDA FINANCIERA
Adams ha solicitado ayuda financiera al gobierno
estatal y federal, pero ha criticado a Washington por no proporcionar los
fondos para dar atención a los migrantes.
En una aparición en el programa “Face the Nation”
de la cadena CBS, Adams señaló el domingo que la oferta que presentó la Casa
Blanca por 30 millones de dólares no es suficiente.
“Hemos gastado más de 1,000 millones de dólares”,
declaró el alcalde. “Hemos proyectado un gasto cercano a los 4,300 millones de
dólares, si no es que más. Esta estimación se basa en la cifra de migrantes que
llegan a la ciudad y esos números evidentemente han aumentado”.
En las últimas semanas la ciudad ha empezado a
cubrir los gastos de vivienda de algunos solicitantes de asilo en hoteles ubicados
en condados al norte de la ciudad, pero eso ha desatado molestia y acusaciones
de que la ciudad estaba descargando sus problemas en otras comunidades.
En los primeros meses de la crisis, Adams calificó
el “derecho al albergue” como muestra de la solidaridad de su ciudad con los
solicitantes de asilo. Muchos de los recién llegados fueron enviados en camión
a Nueva York por gobiernos republicanos de estados fronterizos como Texas y
Arizona, quienes intentaban atraer la atención a la crisis fronteriza. Los
gobernadores también enviaron migrantes hacia Washington, D.C., otra ciudad con
un alcalde demócrata.
Catherine Trapani, directora ejecutiva de Homeless
Services United, una organización sin fines de lucro que defiende la vivienda
asequible, instó a la ciudad a liberar la presión sobre la crisis de albergue
mediante incrementos a los programas de alquiler asistido.
“Existen alternativas”, comentó. “El alcalde no
necesita tomar esta medida drástica para limitar lo que debería ser un derecho
fundamental”.
En un comunicado conjunto, Coalition for the
Homeless y Legal Aid Society señalaron que se “oponen enérgicamente” a la
solicitud de Adams.
“Los neoyorquinos no quieren ver a nadie, incluidos los solicitantes de asilo, relegados a las calles”, señala el comunicado.