AP
Nueva
York
El
expresidente Donald Trump regresó el lunes a Nueva York para su fichaje y
lectura de cargos por acusaciones relacionadas con el pago de dinero a dos
mujeres para silenciar señalamientos de encuentros sexuales extramatrimoniales.
La ciudad más grande del paÃs reforzó su seguridad y advirtió a posibles
manifestantes que “este no es el jardÃn para su enojo mal dirigido”.
La larga
jornada de Trump inició con un viaje en automóvil desde su finca de Mar-a-Lago,
en Florida, hacia su avión privado —un Boeing 757 rojo, azul y blanco con la
palabra “TRUMP” pintada en letras doradas, todo transmitido en vivo por
televisión. La caravana pasó frente a grupos de partidarios que se reunieron a
un costado del camino ondeando pancartas y ovacionándolo, asegurando que el caso
en su contra —el cual se deriva de los pagos realizados durante su campaña de
2016— tiene motivaciones polÃticas
A
varios meses de haber comenzado su tercera campaña para volver a la Casa Blanca
luego de haber perdido ante Joe Biden en 2020, Trump y sus asesores parecÃan
disfrutar de la atención. Los canales de televisión de paga siguieron a su
aeronave en los aeropuertos de Florida y Nueva York con transmisiones desde el
aire, y el hijo del exmandatario, Eric Trump, acompañó a un pequeño grupo de colaboradores
de campaña a bordo y publicó fotografÃas de la extensa cobertura desde su
asiento.
La situación era
muy distinta en Nueva York, en donde Trump será instruido de cargos el martes,
enfrentándose a un juez en la ciudad donde se hizo famoso como una figura
empresarial y del entretenimiento, pero donde se volvió sumamente impopular a
partir de su incursión en la polÃtica. Los fiscales aseguran que el proceso en
su contra no tiene nada que ver con la polÃtica y han defendido el trabajo del
fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, quien encabeza la pesquisa. Los
gobernantes de la ciudad hicieron un llamado a mantener la calma.
“Si bien es
posible que algunos alborotadores lleguen mañana a nuestra ciudad, nuestro
mensaje es claro y simple: contrólense”, declaró el alcalde Eric Adams. “La
ciudad de Nueva York es nuestro hogar, este no es jardÃn para su enojo mal
dirigido. Somos la urbe más segura del paÃs porque en la ciudad de Nueva York
respetamos las leyes”.
A su llegada al
aeropuerto LaGuardia de Nueva York, Trump bajó solo de su aeronave y caminó
directamente hacia la camioneta colo negro que lo esperaba, sin que nadie lo
recibiera. Únicamente pequeños grupos dispersos de partidarios se reunieron en
el trayecto, mientras que su caravana usó una escolta policial para trasladarlo
a Manhattan. Desde el aire, la procesión hizo recordar las imágenes del
traslado de un mandatario actual y no de un expresidente que enfrenta cargos
penales.
Asesores
señalaron que Trump pasó todo el vuelo trabajando. En Nueva York, tiene
programada una reunión con sus abogados y luego pasará la noche en la Torre
Trump, antes de entregarse a las autoridades en el tribunal.
Su regreso a la
ciudad marca el inicio de un capÃtulo inédito en la historia estadounidense,
pues Trump es el primer expresidente en enfrentar cargos penales. El
exmandatario apuesta a que la situación podrÃa mejorar sus posibilidades de
ganar nuevamente la presidencia el próximo año, y su equipo se ha jactado de
haber recaudado 7 millones de dólares desde que se dio a conocer la noticia de
su acusación formal la semana pasada.
Pero incluso
aunque Trump trata de obtener una ventaja polÃtica, parece haber algunos
lÃmites a la publicidad que busca. En una solicitud presentada el lunes, los
abogados de Trump pidieron al juez que preside el caso que prohÃba la cobertura
fotográfica y videográfica de su lectura de cargos.
Tras su comparecencia ante el tribunal, Trump tiene previsto regresar a Mar-a-Lago para ofrecer una rueda de prensa el martes por la noche. Al menos 500 personas han sido invitadas, según un republicano familiarizado con la planificación y al que se le ha concedido el anonimato para poder hablar de ello. Entre los invitados figuran miembros del Congreso que han respaldado la campaña presidencial de Trump, asà como donantes y otros simpatizantes.