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Una de
las formas de introducir infecciones en los dispositivos tecnológicos es
mediante el traspaso de datos a través de puertos USB, ya que ofrecen acceso
directo al dispositivo y posibilitan incluir 'malware' u otro tipo de virus,
mediante una técnica conocida como 'Juice Jacking', se puede evitar fácilmente
utilizando un 'condón USB'.
El uso
diario y continuo de dispositivos móviles como 'smartphones' o tabletas hace
que, en ciertas situaciones, sea necesario recargar su batería desde cualquier
lugar para continuar teniendo acceso a estas herramientas.
Por ello,
de cara a abastecer esta demanda, establecimientos públicos como hoteles,
cafeterías, centros comerciales o, incluso, aeropuertos y transporte público,
cada vez ponen más estaciones de carga pública a disposición de los usuarios.
Estos puertos de carga normalmente ofrecen una toma de corriente con una
entrada USB y, para poder cargar el dispositivo, el usuario tan solo tiene que
conectarlo con un cable del mismo tipo.
Sin
embargo, los actores maliciosos aprovechan esta práctica para expandir
'malware' y virus, ya que la conexión a puertos USB, además de ofrecer carga
para el dispositivo, también permite el flujo de datos entre el 'smartphone' y
el punto de carga.
En
concreto, se trata de la técnica 'Juice Jacking', con la que los
ciberdelincuentes manipulan estos puertos de carga públicos y los usan como una
conexión de traspaso de datos para infectar el terminal implementando 'malware'
o, incluso, ejecutando el robo de datos sensibles.
En este
sentido, de cara a evitar dar libre acceso a los actores maliciosos, ya sea
introduciendo virus o 'software' de monitorización, un método efectivo es el
uso de un 'condón USB'. Básicamente se trata de un pequeño dispositivo cuya
función es aportar una capa extra de protección entre el 'smartphone' y el
cargador público.
Este
dispositivo es un adaptador que sirve de puente entre el 'smartphone' o la
tableta y el puerto USB, convirtiendo a este último en un puerto de carga
únicamente y evitando el intercambio de datos de forma automática.
El
funcionamiento de los 'condones USB' es sencillo. La conexión USB utiliza
principalmente cuatro cables, dos de ellos tienen la función del traspaso de
energía, es decir, son los responsables de la carga. Los otros dos, se usan
para el traspaso de datos, por lo que son los encargados de la transferencia de
archivos de todo tipo, incluidos los de 'malware'.
Teniendo
esto en cuenta, los 'condones USB' tan solo tienen que bloquear las dos
conexiones encargadas del traspaso de datos para evitar las trasferencias y
procurar únicamente la carga del 'smartphone', tableta u ordenador.
Estos
dispositivos son útiles para cualquier terminal ya que se ofrecen con una
amplia variedad de tipos de conexión, tanto USB A, B y C, como Mini-USB o
Micro-USB.
Una de
sus ventajas es que, por su tamaño, son una herramienta cómoda que se puede
transportar fácilmente, sin que suponga un añadido aparatoso. Otro aspecto a
valorar es que muchos de estos 'condones USB' también incluyen la opción de
cargar el dispositivo a una mayor velocidad. Sin embargo, lo que más llama la
atención es su precio que, dependiendo de la marca, se puede adquirir por unos
10 euros.
No
obstante, existen otras formas de evitar correr riesgos de infección a la hora
de utilizar estaciones de carga públicas. Una de ellas es utilizar una batería
portátil para dispositivos móviles a la que recurrir en cualquier momento y
lugar.
De igual
forma, en el caso de los 'smartphones' también se pueden configurar para que,
una vez conectados, solo acepten carga y se bloquee automáticamente el traspaso
de datos. Sin embargo, esta última opción no cierra las puertas definitivamente
a posibles infecciones.
Al
contrario de lo que pueda parecer, esta práctica es común entre los
ciberdelincuentes. Incluso el FBI ha advertido sobre el 'Juice Jacking',
aconsejando a los usuarios evitar el uso de estas estaciones de carga gratuitas
en lugares públicos y utilizar siempre que sea posible una toma de corriente
habitual con un cargador y cable propios.
Además de todo ello, se ha de tener en cuenta que las infecciones de 'malware' y virus se transmiten de dispositivo a dispositivo, por lo que, si se conecta un 'smartphone' a un ordenador de confianza, también puede quedar infectado si este ordenador tiene un virus. Es por ello que los 'condones USB' son un método de protección necesario que debería ser más utilizado en el día a día.