EFE
Puerto
PrÃncipe
Varios
miles de católicos haitianos hicieron este Viernes Santo el viacrucis en Puerto
PrÃncipe y en varias ciudades de provincia, en un contexto marcado por el
deterioro del clima de seguridad.
Vestidos
con camisetas o camisas blancas con la imagen de MarÃa, los fieles católicos
rezaron por los enfermos, por el paÃs y por los barrios bajos bajo el peso de
la inseguridad a lo largo del camino.
Este año,
en Puerto PrÃncipe en particular, el número de personas ha disminuido en
comparación con las grandes multitudes del año pasado. Niños, jóvenes y
ancianos -y sobre todo mujeres- acuden desde distintos puntos de la ciudad para
participar en esta tradicional celebración.
Cantos
católicos y protestantes sonaron durante el recorrido desarrollado en algunas
calles de Puerto PrÃncipe, pidiendo en algunas de las estrofas ayuda a Cristo
en momentos de gran prueba.
Miembros
de la PolicÃa Nacional y de las Fuerzas Armadas haitianas garantizaron la
seguridad de la peregrinación a lo largo de la ruta que va de Cristo Rey a
Champs de Mars reuniendo a católicos de diferentes parroquias del área
metropolitana.
Al
término de los festejos, los responsables se congratularon de la celebración
tranquila del viacrucis pidiendo la paz en la paz. "Lo único que pedimos
es la paz. Paz en las zonas obreras. Hay que acabar con las armas", afirmó
uno de los sacerdotes participantes.
El
viacrucis es un ritual que los católicos no negocian y en el que intentan
participar a pesar de las situaciones de violencia que persisten desde hace
cinco años.
Un clima de inseguridad marcado por la multiplicación de los casos de secuestro, ataques armados, robos y violaciones, en un paÃs tomado como rehén por las bandas ante la inacción de las autoridades estatales, que esperan una intervención de la comunidad internacional para frenar el particular viacrucis que vive el paÃs a mano de las pandillas.