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Francia Internacional
Debajo de su banquisa se mueven enormes océanos de
agua líquida, terrenos propicios para la emergencia de vida. La exploración de
las lunas heladas de Júpiter, el objetivo de la misión espacial 'Juice', abre
un nuevo capítulo en la búsqueda de otros mundos habitables..
"¡Qué genial A veces me cuesta creerlo” !, se exclama Manuela
Baroni, ingeniera espacial, en el calor húmedo de la Guayana Francesa. No lejos
de elloa, el lanzador Ariane 5 se yergue. El lanzador europeo y la sonda Juice
que lleva encima están casi listos para el lanzamiento.
La ingeniera de la Agencia Espacial Europea (ESA)
lleva un polo con el emblema de la misión y le brillan los ojos: "Desde
pequeña he mirado las estrellas y ahora una parte de mí volará a Júpiter".
Oficialmente, Manuela Baroni es responsable del montaje, la integración y las pruebas
de la sonda. En otras palabras, es como un guardaespaldas que se asegura de que
todo vaya sobre ruedas en cada etapa, desde la construcción hasta el
lanzamiento.
Fue en 2007 cuando se empezó a evaluar la
oportunidad de una misión europea al sistema de Júpiter. El planeta más grande
del sistema solar ya había sido objeto de una misión de la NASA, Galileo, y una
segunda, Juno, estaba en proyecto.
Además de estudiar el planeta, a los científicos
les llamaban la atención por sus lunas. El planeta cuenta con un centenar de
ellas. De ellas, tres son de especial interés: Europa, Ganímedes y Calisto. "El
objetivo es estudiar la habitabilidad de estas lunas", explica Francis
Rocard, responsable de los programas de exploración del sistema solar en la
Agencia Espacial Francesa (Cnes). En efecto, estas lunas son mundos gélidos: "Tenemos
pruebas, o al menos argumentos sólidos, para pensar que hay un océano líquido
bajo su corteza de hielo. Dondequiera que haya agua líquida en el sistema
solar, se plantea la cuestión de la vida. Así que vamos a estudiar su
habitabilidad".
Fue así como se puso en marcha el programa Juice,
acrónimo de Jupiter Icy Moons Explorer. "Pero realmente necesitamos
distinguir entre la presencia de vida y la habitabilidad", explica
Ines Belgacem, investigadora doctorando de la Dirección Científica de la ESA.
"Con Juice, no buscamos vida, buscamos ver si estas lunas han sido o
siguen siendo habitables. Esto se basa en tres criterios. El primero es la
presencia de agua líquida, que ya se ha establecido. El segundo es que estos
mundos deben tener una fuente de energía.
En este aspecto los científicos miran de cerca la
luna bautizada Europa. "Sabemos que está activa", afirma Ines
Belgacem. "Su superficie es joven. Buscamos una química particular, la
CHNOPS: carbono, hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, fósforo y azufre. Estos son los
componentes básicos de las moléculas orgánicas y de la vida en el fondo del océano,
suponemos. Sabemos que hay energía en Europa, pero la cuestión sigue pendiente
en Ganímedes y sabemos que no la hay en Calisto.
Sobrevuelo de las lunas
En la primera parte de su misión, Juice sobrevolará
varias veces estos mundos para intentar caracterizarlos, antes de entrar en
órbita alrededor de Ganímedes. "Con Juice, estamos en la primera fase de
exploración de estos mundos helados", prosigue Francis Rocard.
"Después, en función de los resultados, podremos pensar en el siguiente
paso, con una misión que aterrizaría allí. Pero será mucho más complicado
técnicamente".
Para obtener estos resultados, fue necesario
desarrollar una nave espacial polivalente capaz de soportar el terrible
ambiente joviano, penetrado por la radiación energética emitida por el gigante
gaseoso. En la primera parte de su misión, Juice se limitará a sobrevolar las
lunas: dos sobrevuelos de Europa, 21 arriba de Calisto y 12 para Ganímedes,
antes de que la sonda entre en órbita a su alrededor.
"Nos centraremos en esta luna tan
interesante", afirma
Olivier Witasse, científico jefe de la misión en la ESA. "Es la mayor del
Sistema Solar, más grande que Mercurio. También es la única que tiene un campo
magnético interno, y hay enormes cantidades de agua líquida".
Océano líquido
De hecho, Ganímedes también tiene un océano de agua
líquida bajo su superficie helada. "Está a unos 100 km por debajo",
explica Inès Belgacem. "Por tanto, no estamos muy seguros de sus
interacciones con la superficie. Sabemos que primero hay hielo, luego debajo
del océano, después hielo de nuevo, pero esta vez a alta presión. Por último,
hay un manto rocoso. Son las interacciones entre estos entornos lo que queremos
comprender mejor, como hábitat potencial, pero también para el propio
sistema."
"¡Esta misión es algo que normalmente se ve en
las películas!", sonríe
Manuela Baroni en Kourou. Tras años de desarrollo, se acerca el día D. En el
Centro Espacial de Guayana, Juice se ha acoplado al Ariane 5 para el despegue.
"La campaña de lanzamiento ha ido muy bien. Tuvimos algunos problemas,
pero nada importante. Ver nuestro satélite en lo alto del cohete es algo muy
poderoso. Es una historia que llega a su fin: hemos construido la sonda, vamos
a lanzarla, pero también es una historia completamente diferente para los
científicos".
Antes de eso, aún quedan varios pasos importantes
por dar. La primera es el lanzamiento, el 116 de Ariane 5, el penúltimo antes
de su jubilación y relevo por Ariane 6 en 2024. Juice continúa así la tradición
de grandes misiones científicas lanzadas por el cohete europeo, que culminará
con el telescopio espacial James-Webb el 25 de diciembre de 2021.
Ventana de despegue de 0 segundos
"Hay, sin embargo, una particularidad", señala Daniel de Chambure,
responsable de Ariane 5 para la ESA en Kourou. "Tenemos una ventana de
lanzamiento de 0 segundos. Esto significa que, si sobrepasamos esta ventana,
aunque sólo sea un segundo, tendremos que posponerlo". Como Juice tiene
que encontrarse con un planeta que orbita alrededor del Sol, no hay margen de
error.
"Ya lo hemos hecho, no hay ningún problema.
Pero es cierto que, si hay algún problema con la cuenta atrás, no tendremos
tiempo de arreglarlo, tendremos que aplazarlo hasta el día siguiente. Así pues,
si todo va según lo previsto, el jueves 13 de abril, a las 12:15 minutos y 01
segundo en punto, Jean-Luc Mestre anunciará por el micrófono el tan esperado
"¡Despegue!
Es el Director de Operaciones (DDO) del centro de control de Júpiter.
El Ariane 5 de 55 metros se elevará hacia el cielo
de la selva de Guayana, propulsado por su motor Vulcain II y dos cohetes
auxiliares. Juice tardará sólo 27 minutos y 44 segundos en lanzarse al espacio
camino de Júpiter. Después tardará ocho años en llegar a su destino.
Ariane 5 no tiene potencia suficiente para
propulsar Juice directamente a Júpiter. Por ello, la sonda tomará un camino
indirecto: pasará tres veces por la Tierra y una por Venus durante su viaje
para beneficiarse de la fuerza gravitacional. Estos sobrevuelos actuarán como
una honda que aumentará la velocidad de la sonda hasta impulsarla hacia el
sistema joviano.
La llegada está prevista para julio de 2031. Sólo
entonces podrá iniciar sus operaciones científicas. Éstas deberían durar al
menos cuatro años, incluyendo casi un año en órbita a una altitud de 500 km
alrededor de Ganímedes. Será la primera vez que una sonda realice una maniobra
de este tipo alrededor de una luna que no sea la de la Tierra. Finalmente,
Juice pondrá fin a su misión estrellándose de forma controlada en Ganímedes.
Mientras tanto, nos habrá proporcionado elementos clave y muchas piezas del
rompecabezas para responder a la eterna pregunta de la posible aparición de
vida en otros lugares del Sistema Solar.
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