JERUSALÉN — JERUSALÉN (AP) — Israel celebraba el martes su Día de la Memoria a los soldados caídos y víctimas de ataques milicianos, en uno de los peores climas de división política de su historia y con tensiones disparadas con los palestinos.
El Día de la Memoria, uno de los momentos más
solemnes del calendario nacional israelí, rinde homenaje a sus 24.213 muertos
en guerras y 4.255 víctimas de ataques. La vida se paraliza durante dos minutos
cuando suena una sirena al final de la mañana. Conductores y peatones se
detuvieron en la calle, apagaron sus autos y se pararon con la cabeza
inclinada.
Las familias de los muertos visitaron los
cementerios y asistieron a ceremonias mientras la televisión y programación de
radio emitían música solemne y documental sobre soldados caídos.
En un discurso en el acto oficial en un cementerio
militar de Jerusalén, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, recordó las vidas
de varios soldados caídos y habló de la “hermandad” del pueblo israelí, una
cercanía fortalecida por el servicio militar que es obligatorio para casi todos
los judíos.
“Nos alzaremos juntos como hermanos para garantizar
nuestra independencia de generación en generación”, dijo Netanyahu.
“Inclinaremos nuestra cabeza ante el coraje de los caídos”.
Los actos de este año se han visto empañados por
las discrepancias en el país en torno a un controvertido plan del gobierno de
Netanyahu para reformar la judicatura.
“Ciudadanos de Israel, la sirena de este año, una
emblemática llamada intensamente israelí, es un toque de atención para todos
nosotros. El coste de la disensión interna es alto”, dijo el lunes por la noche
el presidente de Israel, Isaac Herzog, en el acto oficial que daba inicio al
día de recuerdo. El presidente ocupa un cargo ceremonial.
Herzog, que media en las conversaciones entre el
gobierno y la oposición para buscar un compromiso sobre los cambios legales,
dijo que trabajaba para mantener a Israel como un estado judío y democrático.
La ocasión suele ser un momento de unidad nacional.
Al atardecer, el duelo se convierte en júbilo al comenzar los festejos por el
Día de la Independencia. Israel cumple 75 años y tiene mucho que celebrar.
Pero todo esto se veía empañado por una agria
disputa por la reforma. Los pilotos de cazas han amenazado con no presentarse
en sus puestos. Los líderes del país han advertido abiertamente del riesgo de
guerra civil, y las familias de soldados caídos han pedido a los políticos que
no se acerquen a las ceremonias de recuerdo. Muchos israelíes se preguntan si
la enorme división podrá sanar alguna vez.
Netanyahu ha paralizado la reforma tras semanas de
protestas masivas que cortaron autopistas, provocaron una breve huelga general
y asustaron a los inversionistas. El plan daría al gobierno de Netanyahu, el
más conservador en la historia de Israel, poder para revocar decisiones
judiciales y nombrar jueces.
El Día de la Memoria de este año también coincide
con uno de los periodos más violentos en años en Cisjordania entre Israel y los
palestinos.
Justo antes de que sonaran las sirenas, el ejército
israelí dijo que un israelí había resultado herido en un ataque a tiros el
martes en Cisjordania.
Apenas el día anterior, fuerzas israelíes mataron a
un hombre palestino en una redada en Cisjordania y varias personas resultaron
heridas cuando un palestino embistió con su auto contra los peatones cerca de
un bullicioso mercado de Jerusalén.
Israel ha librado media docena de guerras con los países árabes vecinos, combatido dos alzamientos palestinos y sufrido decenas de letales ataques milicianos desde su fundación en 1948.
La periodista de Associated Press Tia Goldenberg en
Tel Aviv, Israel, contribuyó a este despacho.