Agencia AFP
Delegaciones de 20 países se reunieron ayer martes
en Bogotá para encontrar salidas a la crisis política entre el gobierno de
Venezuela y la oposición, bajo la sombra de un controvertido paso por Colombia
del dirigente Juan Guaidó.
En el corazón de la capital colombiana los
invitados atienden desde las 12H00 locales (17H00 GMT) y con una hora de
retraso al llamado del presidente Gustavo Petro, anfitrión de la conferencia
para destrabar los diálogos de Ciudad de México entre el gobierno de Nicolás
Maduro y la oposición, suspendidos desde noviembre.
Petro reafirmó su propuesta de transitar
"sobre dos rieles". Uno que permita "establecer el cronograma de
las elecciones (de 2024) y sus garantías, que el pueblo venezolano pueda
decidir libre y soberanamente qué quiere, sin presiones" y otro sobre el
"levantamiento de las sanciones" de Estados Unidos contra Venezuela,
como pide el oficialismo.
La reunión arranca marcada por el revuelo que
generó la salida de Colombia de Guaidó, quien la mañana del lunes cruzó la frontera
desde Venezuela a pie, sin hacer el trámite migratorio y pese a no estar
invitado a la cumbre. Tampoco estaba previsto que Maduro asistiera.
En la noche el líder político denunció que las
autoridades colombianas lo expulsaron y debió tomar un vuelo hacia Estados
Unidos, un país que desde 2019 y hasta enero lo consideró presidente encargado
de Venezuela.
Petro lo desmintió y aclaró que pese a su
"entrada ilegal" al país, se le permitió para que viajara a Miami por
"razones humanitarias".
Al llegar a la ciudad estadounidense el martes
Guiadó se dijo "muy preocupado" por amenazas en su contra.
"Lamentablemente debo decir que la persecución se siente en
Colombia", añadió ante la prensa.
La cancillería colombiana informó que abrió contra
Guaidó una investigación administrativa por su "entrada irregular".
"No tenía que hacer lo que hizo, se ve que
detrás de su acción había la intención de hacer ruido", dijo el canciller
Álvaro Leyva.
"CRUZANDO LOS
DEDOS"
La reunión busca llevar a la mesa de negociaciones
a Maduro, en el poder desde 2013, en medio de la debacle económica que sufre la
alicaída potencia petrolera.
Y a la oposición, que denuncia fraude en las
presidenciales de 2018, persecución judicial y falta de garantías para
participar en los comicios del próximo año.
En la cumbre de este martes no participarán los
protagonistas, que acumulan fracasos en negociaciones anteriores, en República
Dominicana y Barbados.
"Estamos cruzando los dedos de que aquí salga
una fórmula para que se puedan entender (...) entre venezolanos para cumplir lo
que prevé la Constitución: unas elecciones en el 2024", en las que Maduro
buscará su segunda reelección, sostuvo Leyva en la previa de la cumbre.
El jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep
Borrell, otro de los invitados, instó a los asistentes a "seguir
explorando la manera de volver a la senda democrática en Venezuela".
Los últimos acercamientos en México iniciaron en
agosto de 2021 y terminaron en noviembre pasado con un único acuerdo sobre la
liberación de unos 3.000 millones de dólares bloqueados por sanciones que no
prosperó.
Para el analista Txomin Las Heras "en la
mayoría de los casos ha sido el gobierno de Nicolás Maduro el que se ha
levantado de la mesa" cuando las negociaciones parecían llegar a buen
puerto.
Pero esta vez, "el hecho de que Petro sea un
hombre de izquierda podría darle garantías a Nicolás Maduro", añade el
investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario en
Bogotá, en conversación con la AFP.
PROTESTAS
Colombia era el principal aliado de Guaidó en la
región durante el gobierno del derechista Iván Duque (2018-2022).
Ambos países rompieron relaciones diplomáticas en
2019, cuando Duque reconoció como presidente a Guaidó, y presionó la salida de
Maduro del poder en alianza con su par estadounidense Donald Trump (2017-2021)
y otros cincuenta mandatarios.
En cambio Petro se ha reunido cuatro veces con el
mandatario venezolano desde su investidura en agosto y reabrió la frontera.
En la Plaza de Bolívar, a pocos pasos de la sede de
la cumbre, migrantes venezolanos protestaron contra Maduro vestidos de negro y
ondeando banderas. Frente a la estatua del "Libertador" elevaron un
cartel con el mensaje "No más dictadura".
En Colombia viven alrededor de 2,4 millones de
venezolanos de los 6,8 millones que han huido de la crisis, según la ONU.
En su discurso Petro pidió el fin de los bloqueos contra países de América Latina. En esa línea pidió la semana pasada a su homólogo estadounidense Joe Biden levantar paulatinamente las sanciones que Washington mantiene contra Caracas con el compromiso de que las presidenciales de 2024 se celebren con garantías.