La muchedumbre que iba a la fiesta, oyendo que Jesús se acercaba a Jerusalén, tomaron ramos de palmas, salieron a su encuentro y gritaban:
– Hosana,
bendito el que viene en nombre del Señor, el Rey de Israel.
Jesús encontró
un borriquillo y se montó sobre él. Muchos se quitaban los mantos y los
extendían en el camino por donde pasaba Jesús; otros cortaban ramas de olivo y
las esparcían a su paso. Cuando apareció a la vista Jerusalén y empezaron a
descender, creció el griterío:
¡Bendito el Rey que viene en
nombre del Señor! ¡Viva el Mesías! ¡Paz en los cielos! ¡Hosanna!
Algunos fariseos que estaban entre la gente le dijeron:
-Maestro, reprende a tus discípulos.
-Os digo que si éstos hoy callan, las piedras darán voces.
Jesús, contemplando a Jerusalén,
lloró por ella, Mientras tanto corrió la noticia por la ciudad de que era Jesús
el que llegaba, y una gran muchedumbre de los que habían venido para la fiesta
de Pascua salió a su encuentro agitando palmas y ramas de olivo, vitoreándolo.
Así entró por las calles de
Jerusalén y toda la ciudad se conmocionó. Llegó al templo, donde curó a los
enfermos que le presentaron. Los niños contagiados por el entusiasmo de los
mayores también empezaron a gritar en el templo:
-¡Hosanna al Hijo de David!
(Mateo 21, 1-17; Juan 12, 12-19)
(Texto adaptado por D. Samuel
Valero. Biblia infantil. Editorial Alfredo Ortells, S.L. Valencia. página
218)
SUGERENCIAS METODOLÓGICAS Objetivo.- Alabar a Jesús.
Contenido.- Jesús quiere también
entrar hoy triunfante en la vida de los hombres sobre una cabalgadura humilde:
quiere que demos testimonio de Él, en la sencillez de nuestro trabajo bien
hecho, con nuestra alegría, con nuestra serenidad, con nuestra sincera
preocupación por los demás. Quiere hacerse presente en nosotros a través de las
circunstancias del vivir humano. También nosotros podemos decirle en el día de
hoy: «Como un borriquito estoy delante de Ti. Pero Tú estás siempre conmigo, me
has tomado por el ronzal, me has hecho cumplir tu voluntad, y después me darás
un abrazo muy fuerte». Como un borrico soy ante Ti, Señor…, como un borrico de
carga, y siempre estaré contigo. Nos puede servir de jaculatoria para el día de
hoy.
El Señor ha entrado triunfante en Jerusalén. Pocos días más tarde, en esa ciudad, será clavado en una cruz.
(Fernández Carvajal, Francisco. Hablar con Dios. Tomo II. Página 323. Ediciones Palabra.)
Actividades.-
Se hacen copias para cada chico.
El profesor hace preguntas para
comprobar la comprensión y los chicos pueden mirar el texto para responder.
Hacer una redacción sobre la
entrada de Jesús en Jerusalén.