EFE
Ciudad
del Vaticano
El papa Francisco pidió hoy dar "plena
confianza a la mujer" que "muchas veces son subestimadas en su valor
productivo”, durante la audiencia a unos 10.000 fieles que acudieron a la Plaza
de San Pedro para dar gracias por la beatificación de Armida Barelli,
cofundadora de la Universidad Católica del Sagrado Corazón.
Francisco elogió la figura de Barelli, quien
también fue dirigente de movimiento "Acción Católica" y que, dijo,
" fue una "precursora formidable del liderazgo femenino en el ámbito
eclesial y social".
Y a este propósito, señaló que hoy existe "la
necesidad de un modelo integrado, que combine la competencia y el desempeño,
muchas veces asociado al rol masculino, con el cuidado de los vínculos, la
escucha, la capacidad de mediar, de trabajar en red y de hacer crecer las
relaciones, por mucho tiempo consideradas prerrogativa del género femenino y
muchas veces subestimadas en su valor productivo”.
Y abogó además por "la necesaria la
integración y reciprocidad de las diferencias".
"También hoy necesitamos mujeres que, guiadas
por la fe, sean capaces de dejar su huella en la vida espiritual, en la
educación y en la formación profesional", agregó.
Por otro lado, invitó a la Universidad Católica del
Sagrado Corazón "a tener hoy el mismo ímpetu educativo y la misma
iniciativa formativa que guiaron al padre Agostino Gemelli y a la beata Armida
Barelli", quienes precisamente "a través de la universidad ayudaron a
formar la conciencia civil en cientos de miles de jóvenes, incluidas muchas
mujeres”.
El papa Francisco pidió hoy dar "plena
confianza a la mujer" que "muchas veces son subestimadas en su valor
productivo”, durante la audiencia a unos 10.000 fieles que acudieron a la Plaza
de San Pedro para dar gracias por la beatificación de Armida Barelli,
cofundadora de la Universidad Católica del Sagrado Corazón.
Francisco elogió la figura de Barelli, quien
también fue dirigente de movimiento "Acción Católica" y que, dijo,
" fue una "precursora formidable del liderazgo femenino en el ámbito
eclesial y social".
Y a este propósito, señaló que hoy existe "la
necesidad de un modelo integrado, que combine la competencia y el desempeño,
muchas veces asociado al rol masculino, con el cuidado de los vínculos, la
escucha, la capacidad de mediar, de trabajar en red y de hacer crecer las
relaciones, por mucho tiempo consideradas prerrogativa del género femenino y
muchas veces subestimadas en su valor productivo”.
Y abogó además por "la necesaria la
integración y reciprocidad de las diferencias".
"También hoy necesitamos mujeres que, guiadas
por la fe, sean capaces de dejar su huella en la vida espiritual, en la
educación y en la formación profesional", agregó.
Por otro lado, invitó a la Universidad Católica del Sagrado Corazón "a tener hoy el mismo ímpetu educativo y la misma iniciativa formativa que guiaron al padre Agostino Gemelli y a la beata Armida Barelli", quienes precisamente "a través de la universidad ayudaron a formar la conciencia civil en cientos de miles de jóvenes, incluidas muchas mujeres”.