EFE
Jerusalén
Entre
velas y tradicionales ramos de palma, una multitudinaria procesión cristiana
celebró el Domingo de Ramos en Jerusalén, mientras los líderes de las Iglesias
de la Ciudad Santa denunciaron el auge de la violencia que viven sus
comunidades, sobre todo por parte de judíos extremistas.
Miles de
fieles católicos, algunos de origen palestino y muchos peregrinos venidos de
diversos países, realizaron la tradicional procesión desde el santuario de
Betfagé en el Monte de los Olivos hasta la Iglesia de Santa Ana, en la Vía
Dolorosa de la Ciudad Vieja.
También
abarrotaron la Iglesia del Santo Sepulcro, el lugar cristiano más sagrado del
mundo, donde se cree que Jesús fue crucificado y enterrado para luego
resucitar.
El
Domingo de Ramos, que da inicio a la Semana Santa y conmemora la entrada de
Jesús a Jerusalén, será celebrado por los cristianos ortodoxos el próximo
domingo.
Las
distintas confesiones cristianas en Jerusalén unieron sus voces en ocasión de
esta festividad para denunciar que sus lugares de culto han sufrido una oleada
de atentados en los últimos meses, algunos de ellos atribuidos a extremistas
judíos.
"Una
escalada de violencia ha asolado la Tierra Santa. Los cristianos locales, en
particular, han sufrido cada vez más adversidades", indica un comunicado
de los Patriarcas y Jefes de las Iglesias de Jerusalén.
"Durante
el último año, algunas de nuestras iglesias, procesiones funerarias y lugares
de reunión pública se han convertido en blanco de ataques, y algunos de
nuestros lugares sagrados y cementerios han sido profanados", aseguraron
los líderes eclesiásticos.
Incluso
denuncian que algunas "liturgias antiguas, como la Procesión del Domingo
de Ramos y la Ceremonia del Fuego Sagrado han sido cerradas a miles de fieles,
a pesar de cooperar con las autoridades gobernantes y de atender cualquier
petición razonable que presenten".
La
violencia de colonos judíos contra practicantes de otras religiones en
Jerusalén este ocupado y en Cisjordania ocupada han aumentado drásticamente en
el último año. Insultos al clero, agresiones físicas a seminaristas, lugares de
culto vandalizados, interrupciones violentas de procesiones, son algunos de los
crímenes de odio que cometen.
En enero,
atacaron a varias personas que estaban en el turístico barrio cristiano de la
Ciudad Vieja e hicieron destrozos.
Con
ocasión del Domingo de Ramos, los líderes de las Iglesias de Jerusalén llamaron
a la comunidad internacional a que aboguen para "garantizar la seguridad,
el acceso y la libertad religiosa de la comunidad cristiana de Jerusalén y de
los millones de peregrinos cristianos que acuden a la ciudad".
Las
principales confesiones del cristianismo, entre ellas la ortodoxa, católica,
luterana, metodista, y anglicana, distribuyen y bendicen ramas de palma o de
otros árboles nativos el Domingo de Ramos, que representan las ramas que la
multitud esparció frente a Jesús al entrar a Jerusalén.
Luego se celebra el Jueves Santo, que conmemora la última cena de Jesús, el Viernes Santo, que recuerda su crucifixión, el Sábado Santo, que rememora el sepulcro, mientras que el siguiente domingo se festeja su resurrección.