El ejército anunció "el envío de un
representante a Juba" para una nueva ronda de negociaciones con los
paramilitares en aras de prorrogar 72 horas más el alto fuego
Un
alto cargo del antiguo régimen islamista de Sudán, acusado de crímenes contra
la humanidad, confirmó que se fugó de la cárcel junto a excolaboradores,
generando temores de una agravación del conflicto que sumió en el caos a este
país del noreste de África.
Una tregua de 72 horas auspiciada por Estados
Unidos entró en vigor el martes, pero los combates continuaron este miércoles y
el ejército volvió a bombardear a las fuerzas paramilitares en Jartum, la
capital.
El ejército anunció el miércoles "el
envío de un representante a Juba", capital de Sudán del Sur,
para una nueva ronda de negociaciones con los paramilitares en aras de
prorrogar 72 horas más el alto el fuego, poco respetado por ambos bandos.
Ahmed Harun, un excolaborador de Omar al
Bashir, el dictador depuesto en 2019 tras masivas protestas, confirmó el martes
que numerosos responsables del antiguo régimen habían huido de la cárcel de
Kober.
Tanto Harun como Al Bashir tienen captura
recomendada por la Corte Penal Internacional (CPI) por "crímenes contra la
humanidad" y "genocidio" en la región occidental de Darfur,
donde el conflicto que empezó en 2003 dejó 2.5 millones de desplazados, según
la ONU.
Al Bashir, de 79 años, se encontraba también
en la cárcel, situada en Jartum, pero el ejército indicó el miércoles que había
sido trasladado a un hospital militar antes de que empezaran los combates, el
15 de abril, "debido a sus condiciones de salud", sin precisar la
fecha del traslado.
Se trata de la tercera fuga de una cárcel
desde el inicio de los enfrentamientos entre el ejército del general Abdel
Fatah al Burhan, gobernante de facto de Sudán desde el golpe que puso fin a la
transición democrática en 2021, y el general Mohamed Hamdan Daglo, líder de las
paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).
Los combates ya han dejado más de 512 muertos
y cerca de 4,200 heridos, según el ministerio de Salud sudanés.
Éxodo masivo
"Nos quedamos en el centro de detención
de Kober, bajo el fuego cruzado de esta batalla durante nueve días" y
"ahora hemos asumido la responsabilidad de nuestra protección" en
otro lugar, dijo Harun el martes en la televisión sudanesa.
La oficina del fiscal de la CPI indicó que
seguía con atención los acontecimientos y recordó que no se había
"confirmado de manera independiente" la fuga de los presos
de Kober.
Las capitales extranjeras siguen evacuando a
sus ciudadanos por tierra, mar y aire, aprovechando la menor intensidad de los
combates desde la proclamación de la tregua.
Un barco con 1,687 civiles de más de 50
nacionalidades llegó a Arabia Saudita, informó el Ministerio de Relaciones
Exteriores de Riad.
Además, unas 6,000 personas de distintas
nacionalidades pudieron haber cruzado la frontera con Etiopía", indicó un
responsable sudanés del puesto fronterizo de Gallabat, en el este del país.
Según la ONU, unas 270,000 personas pudieron
haber huido de Sudán y
haberse refugiado en Chad o Sudán del
Sur.
Los sudaneses, por su lado, permanecen
atrincherados en sus casas e intentan sobrevivir sin suministro de agua ni
electricidad, con escasez de comida y cortes de internet y de teléfono.
"¿Por qué los militares no se
preocuparon por el pueblo sudanés y su sufrimiento?", se preguntó Alnur
Mohamed Ahmed, otro trabajador. "La gente no puede salir de sus
casas", lamentó.
Ambos bandos afirman controlar lugares clave
de la capital, pero estas reivindicaciones no pueden ser verificadas.
La Unión Africana advirtió de "un
peligro de una escalada regional y de una internacionalización del
conflicto".
"Elevados" riesgos biológicos
La Organización Mundial de la Salud (OMS)
indicó que está evaluando los riesgos sanitarios después de que uno de los
bandos beligerantes, sin precisar cuál, tomara un laboratorio con muestras de
agentes patógenos muy contagiosos.
Más del 60 % de los centros sanitarios están
actualmente cerrados en Sudán,
según la OMS.
Otro informe de la ONU advirtió que la
escasez de comida, agua, medicamentos y combustible se estaba volviendo
"extremadamente aguda, especialmente en Jartum y sus alrededores".
"En algunos lugares, la ayuda
humanitaria es la única que mantiene a raya la hambruna", subrayó el
secretario general del organismo internacional, António Guterres, el martes.
Sudán tiene
un largo historial de golpes militares. La disputa entre Burhan y Daglo, que se
aliaron en 2021 para derrocar a los civiles del poder, surgió de los planes de
integrar las FAR al ejército regular.