AFP
Nueva York
El ex
pívot estadounidense Willis Reed, líder de los New York Knicks en los dos
campeonatos logrados en su historia, falleció a los 80 años, informaron este
martes la franquicia y la NBA. “La organización de los Knicks está
profundamente entristecida de anunciar el fallecimiento de nuestro querido
capitán, Willis Reed”, dijo el equipo en un mensaje en redes sociales. “Siempre
nos esforzaremos por mantener los estándares que dejó tras de sí: el liderazgo
sin parangón, el sacrificio y la ética de trabajo que lo personificaron como un
campeón entre campeones. Su legado vivirá para siempre”, subrayó el equipo
neoyorquino, sin dar detalles de las causas del fallecimiento. Elegido en 2021
entre los 75 mejores jugadores de la historia de la NBA,
Reed es una de las figuras más recordadas del básquetbol en
Nueva York tanto por su juego como por su carisma y liderazgo. Elegido en la
segunda ronda del Draft de 1964, el pívot militó una década en los Knicks y
guió a la franquicia hasta los títulos de 1970 y 1973, en los que fue
reconocido con el premio MVP (Jugador Más Valioso) de ambas Finales. En el
plano individual, Reed fue también elegido MVP de la temporada en 1970 y
nominado para siete Juegos de las Estrellas.
En las Finales de 1970, frente a Los Angeles Lakers del
mítico Wilt Chamberlain, Reed protagonizó uno de los momentos más icónicos de
todos los tiempos en la NBA. El pívot, que se había perdido el sexto partido
por una lesión en el muslo, hizo una aparición por sorpresa en el séptimo y
definitivo juego en el Madison Square Garden que hizo estallar de emoción al
público y motivó a Walt Frazier y el resto de sus compañeros para lograr la
victoria. Prácticamente cojeando, el pívot anotó las dos primeras canastas de
los Knicks y se retiró a los 8 minutos de partido ganándose para siempre el
apodo de ‘El Capitán’. “Willis Reed era el jugador de equipo definitivo y un
líder consumado”, dijo en un comunicado Adam Silver, comisionado de la NBA.
“Mis primeros y más gratos recuerdos de la NBA son ver a Willis, que encarnaba
el espíritu ganador que definía a los campeones de los Knicks a principios de
1970”, recordó Silver, nativo de Nueva York.