Unsplash La legalización de la marihuana disminuye la percepción del riesgo de consumirla.
La
legalización del cannabis no ha logrado reducir el consumo de drogas y
los mercados ilícitos de narcóticos persisten, es una de las principales
conclusiones del informe anual de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), correspondiente a 2022.
La
tendencia a la legalización del consumo de marihuana con fines recreativos
ocupa gran parte del nuevo informe, publicado este jueves, 9 de marzo de 2023, que manifiesta una
gran preocupación por la expansión de la industria del cannabis, que
comercializa los productos a base de esa sustancia de una forma que atrae
a la juventud y le resta importancia a los daños que puede causar el
consumo del cannabis de potencia elevada.
“Vemos
con preocupación la trivialización con respecto al uso no médico del
cannabis, la tendencia a su legalización, principalmente en Latinoamérica y
parte de Europa”, dijo César Arce Ríos, vicepresidente segundo de la JIFE, en
entrevista con Noticias ONU.
Además,
esta legalización con fines recreativos contraviene el artículo cuarto de Convención
Única de Estupefacientes de 1961, que clasifica al cannabis como una sustancia
altamente adictiva y prohíbe todo uso no médico o científico, subrayó.
Incongruencia de datos
El
informe va más allá de asegurar que la legalización no disminuye el consumo de
la mariguana con fines lúdicos, señalando que “parece dar lugar a un
incremento del consumo, sobre todo en la juventud”. ¿Por qué se utiliza la
palabra ‘parece’, no es un hecho? “No tenemos datos oficiales, tenemos datos
oficiosos de países donde hay legalización y la información no es congruente”,
responde Arce.
“Por
ejemplo, tomamos los datos de un país que informa que se ha estancado o ha
disminuido el consumo, pero por el otro lado hay mucha venta e importación de
cannabis, es decir, no coinciden los datos. Y, por otro lado,
tenemos informes de ONG que indican que el consumo ha crecido. Por eso usamos
la palabra ‘parece’, hasta tanto no tengamos un informe oficial y congruente de
los países, no queremos afirmar que el consumo ha aumentado”,
explica.
En
cambio, agrega que los datos extraoficiales muestran que en las jurisdicciones
donde se ha legalizado, el consumo de marihuana ha aumentado entre 9% y
15% con respecto a los lugares donde su uso lúdico sigue prohibido.
Mariguana barata y más potente en
los mercados ilícitos
El
informe de la JIFE destaca que los mercados ilegales de mariguana siguen
activos en las jurisdicciones donde se ha legalizado el consumo, pese a que la
legalización apostaba a desarticularlos. Según los datos disponibles representan
el 40 % en Canadá, casi el 50 % en Uruguay y el 75 % en California.
César
Arce señala que esos mercados prevalecen porque en ellos se vende a precios más
baratos marihuana con mayor contenido de THC -el componente psicoactivo
del cannabis-.
El
estudio sostiene que el incremento del consumo y de la potencia de algunos
productos del cannabis está trayendo consigo efectos negativos para la
salud y comporta riesgos sanitarios para las personas de todas las edades,
y añade que entre 2000 y 2018 las admisiones relacionadas con la dependencia y
la abstinencia esa droga se multiplicó por ocho a nivel mundial, mientras que
las admisiones debidas a trastornos psicóticos relacionados con la mariguana se
cuadruplicaron.
La JIFE
cita el caso del estado de Colorado, en Estados Unidos, donde las consultas en
servicios de urgencias y los ingresos hospitalarios a causa del consumo
excesivo de cannabis aumentaron notablemente después de hacerse efectiva la
legalización. Las consultas en hospitales por lesiones sufridas en accidentes
relacionados con la mariguana también subieron un 30 %.
Unsplash La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) expresa preocupación por la tendencia a la legalización del uso recreativo del cannabis.
No se han alcanzado los objetivos
El vicepresidente de la JIFE puntualiza que la legalización del cannabis no ha cumplido con lo que se proponía: “el objetivo era disminuir o eliminar el crimen organizado que se dedica a la venta de cannabis y no se ha logrado, inclusive ha crecido en algunos países. También se pretendía tener un mercado regulado y controlado para que el cannabis no llegara a los menores, y tampoco se ha cumplido”.
Aunque
reconoce que las medidas son nuevas, considera que hay que ajustarlas y alude
al caso de Uruguay, donde la pasta básica de cocaína sigue en auge pese a que
una de las metas de la legalización era precisamente reducir el consumo de
crack. “No se ha logrado el objetivo, pero el propósito es que eso
suceda a mediano o largo plazo”, apunta Arce.
Consumo de drogas en América
Latina
En
Latinoamérica el principal problema es el consumo de pasta básica de
cocaína, “podemos considerar que es una epidemia”, dice Arce y añade que es
popular porque es barata y muy adictiva, pero también “muy nociva”.
Llamada
“paco” en Argentina o “basuco” en Colombia, “es el resto que queda de la
cocaína no cristalizada y se vende a precios muy baratos. Cualquier persona
puede acceder a ella y es muy adictiva y nociva, ya que arrastra los
productos químicos que no fueron aislados”, insiste.
El integrante de la JIFE detalla que la epidemia de consumo de pasta básica afecta a Centro y Sudamérica, en tanto que en América del Norte el mayor problema son los opioides y el fentanilo.