El presidente habló de los planes anticorrupción en la
República Dominicana
El presidente de los Estados Unidos destacó los planes anticorrupción en la
República Dominicana y Croacia, los esfuerzos de Angola por construir un poder
judicial independiente y, en Estados Unidos, el rechazo de los votantes en las
elecciones legislativas de noviembre a los candidatos que niegan los resultados
de las presidenciales de 2020, en las que el demócrata se impuso al republicano
Donald Trump.
Las declaraciones de Biden fueron emitidas a través de una
alocución en la Cumbre por la Democracia en la que conversó con líderes
mundiales sobre diversos temas.
Sin embargo, en la alocución de Biden el presidente
estadounidense dijo que la República Dominicana "ha modernizado su ley
contra la corrupción y ha creado más de 100 oficinas contra la corrupción a
nivel local", lo que no es cierto.
Lo que sí ha ocurrido en la República Dominicana es el
sometimiento por corrupción de funcionarios del pasado Gobierno,
mayoritariamente, y del actual Gobierno. El Ministerio Público dominicano a
través de la Procuraduría Especializada en la Persecución de la Corrupción Administrativa
(Pepca) ha investigado por supuesta corrupción al exministro Administrativo de
la Presidencia, José Ramón Peralta, al exministro de Hacienda, Donald Guerrero,
al excandidato a la presidencial del PLD, Gonzalo Castillo quien también fue
ministro de Obras Públicas, todos ellos en la Operación Calamar. También al
exprocurador General de la República, Jean Alain Rodríguez, al exjefe de
seguridad del expresidente Danilo Medina, Adán Cáceres, entre decenas de
funcionarios más.
El presidente estadounidense, Joe Biden, observa
"un punto de inflexión" en favor de la democracia en el mundo que
impulsará con casi 700 millones de dólares, durante una cumbre este miércoles
en la que destacó progresos pese a la influencia de China.
Después de las críticas de que la primera Cumbre por la
Democracia estuvo demasiado centrada en Estados Unidos, Biden nombró como
coanfitriones para esta segunda edición a dirigentes de países de los cinco
continentes: Costa Rica, Países Bajos, Corea del Sur y Zambia.
Biden elogió un "punto de inflexión para nuestro mundo
hacia una mayor libertad, una mayor dignidad y una mayor
democracia".
"Creo que este es el desafío que define nuestra era y,
hoy, podemos decir con orgullo que las democracias del mundo se están
fortaleciendo, no se están debilitando", dijo Biden.
"Las autocracias del mundo se están debilitando, no
fortaleciendo", añadió.
Su optimismo contrasta con el último informe anual del
Instituto V-Dem, con sede en Suecia, que concluyó que los avances globales en
democracia de los últimos 35 años habían sido erradicados.
Freedom House, un grupo de investigación respaldado por
Estados Unidos, también estima que la democracia se deterioró el año pasado,
pese a una serie de puntos positivos.
En la cumbre, el secretario general de la ONU, Antonio
Guterres, advirtió que el mundo atraviesa una "conmoción dramática"
en la que los valores democráticos están "bajo ataque", y puso como
ejemplo las restricciones a los medios y los defensores de los derechos humanos.
"Hoy vemos más y más despotismo y menos y menos
ilustración", dijo.
"Mantener el impulso"
Para "mantener el impulso", Biden anunció 690
millones de dólares para promover la democracia en el extranjero.
El dinero se destinará a financiar elecciones libres,
promover medios de comunicación independientes y fortalecer la acción contra la
corrupción. En la primera prometió 424 millones.
"Debemos embarcarnos en un nuevo viaje para resucitar
la democracia, que actualmente está bajo ataque", afirmó el presidente de
Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, quien anunció que su país encabezará la tercera
edición de la Cumbre por la Democracia.
El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, coincidió en
su discurso en que "la democracia debe defenderse en todas partes por
todas las naciones" porque "los valores democráticos son más fuertes
en cuanto más compartidos son".
Este año Estados Unidos también otorgó un papel destacado a
Taiwán, un autogobierno democrático cuya soberanía reclama China, y a Ucrania,
en guerra tras ser invadida por Rusia.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo en la
cumbre que su país era la primera línea contra la amenaza de Rusia para todas
las democracias.
"Deberíamos deshacernos de la ilusión de que
comprometerse con el mal puede aportar algo a la libertad. Los enemigos de la
democracia deben perder, y solo esto puede ser la base de la verdadera
seguridad de la democracia", afirmó Zelenski.
Para esta cumbre, virtual en su mayor parte, el presidente
estadounidense invitó a 121 líderes, incluidos los primeros ministros de Israel
e India pese a las acusaciones de creciente autoritarismo que pesan sobre
ellos.
Netanyahu y Modi
El martes Biden dijo estar preocupado por Israel, cuyo
primer ministro, Benjamin Netanyahu, quiere llevar a cabo una reforma judicial
pese a las críticas de que denigraría la democracia.
Netanyahu, que suspendió, al menos temporalmente, las
medidas debido a fuertes protestas, estimó que Israel "fue, es y siempre
será una democracia orgullosa, fuerte y dinámica como un faro de libertad y
prosperidad compartida en el corazón de Oriente Medio".
El primer ministro indio, Narendra Modi, a quien Estados
Unidos considera un baluarte ante China, también ensalzó las virtudes de la
democracia días después de que el jefe de la oposición fuera expulsado del
Parlamento por una condena por difamar al líder derechista.
India es la "madre de la democracia", afirmó
Modi.
Biden se negó a invitar a algunos gobernantes, como el
turco Recep Tayyip Erdogan, que se presenta a la reelección en mayo después de
dos décadas en el poder, y al primer ministro húngaro Viktor Orban, un crítico
de los valores liberales.
Tampoco invitó a algunos de sus aliados cercanos como
Bangladés, Singapur y Tailandia.
China, al que Estados Unidos considera el único adversario
a largo plazo del orden internacional liberal, estimó que la cumbre
"aumenta la confrontación" y "avivará la división en nombre de
la democracia".