Jorge
Ebro
Miami
Cuba
regresó a La Habana con un hombre de menos.
Iván
Prieto González, quien era el receptor de bullpen de la selección que participó
en el Clásico Mundial de Béisbol, se quedó en Miami después del choque del
domingo contra Estados Unidos.
El
periodista Francis Romero y Yordano Carmona, de Pelota Cubana, fueron los
primeros en seguir esta noticia.
Catcher
de los Alazanes de Granma en las Series Nacionales, Prieto había sido elegido
para esa función por la Federación Cubana de Béisbol cuando se anunció el grupo
inicial de peloteros que aspiraban a viajar a la ronda inicial del evento
efectuada en Taichung, China Taipei.
Prieto
jugó en ocho temporadas en la pelota doméstica de la isla con equipos de
Holguín y Granma y su última presentación fue en la llamada Liga Elite con el
conjunto Agricultores, dejando de por vida una línea ofensiva de .291,.384,.389
con un OPS de .773.
Los
receptores en la nómina de Cuba fueron Lorenzo Quintana, con experiencia en
sistemas de Ligas Menores en Estados Unidos, incluyendo a los Miami Marlins;
Andrys Pérez, quien juega con Matanzas; y Ariel Martínez, que milita con los
Nippon Ham Fighters de la pelota profesional japonesa.
Tras caer
con pizarra de 14-2 ante los Estados Unidos, Cuba regresó a La Habana donde se
les preparó un recibimiento “oficial y político’’ por parte de las autoridades
que proclamaban “victorias’’ sobre los “odiadores’’ del exilio de Miami.
Lo cierto
es que la escuadra de la mayor de las Antillas cayó en medio de un abucheo
constante y gritos de “Libertad’’, “Abajo el comunismo’’, además de que tres
aficionados se lanzaron al terreno pidiendo libertad para los presos políticos
o sencillamente con una bandera cubana.
“Felicidades
admirable #TeamAsere’’, escribió en Twitter el gobernante Miguel Díaz Canel.
“Ustedes ganaron tres veces: cuando hicieron equipo, cuando clasificaron primeros y cuando jugaron hasta el último out contra un gran equipo y contra un odio de la peor especie. Hicieron historia. #Cuba los contempla orgullosa’’.