Washington
Incluso
si usted no ha probado las herramientas en línea de Inteligencia Artificial
(IA) que pueden escribir ensayos y poemas o conjurar imágenes nuevas según sus
órdenes, es probable que las empresas que fabrican los productos que usa en el
hogar ya hayan comenzado a hacerlo.
Mattel ya
puso a trabajar a DALL-E, un generador de imágenes con IA, para que proponga
ideas para los nuevos autos de juguete Hot Wheels. El vendedor de vehículos
usados CarMax resume miles de reseñas de clientes con la misma tecnología
“generativa” de IA que impulsa al popular chatbot ChatGPT.
Mientras
tanto, Snapchat traerá por incorporar un chatbot a su servicio de mensajería. Y
la empresa de entrega de comestibles Instacart ha integrado ChatGPT para
responder las preguntas de los clientes sobre sus alimentos.
Coca-Cola
planea usar IA generativa para ayudar a crear contenido nuevo de mercadotecnia.
Y aunque la compañía no ha detallado exactamente cómo planea implementar la
tecnología, la medida refleja la creciente presión sobre las empresas para
aprovechar las herramientas que muchos de sus empleados y consumidores ya están
ensayando por su cuenta.
“Debemos aceptar los riesgos”, manifiesta James Quincey, director general de Coca-Cola, en un video reciente que anuncia una asociación con la startup OpenAI -creadora de DALL-E y ChatGPT- a través de una alianza liderada por la firma de consultoría Bain.