EFE
Toronto
El
presidente de EE.UU., Joe Biden, iniciará este jueves un viaje a Canadá, su
primera visita oficial a este país desde que llegó a la Casa Blanca, para
abordar con sus interlocutores canadienses el panorama internacional ante la
invasión rusa de Ucrania, la disputa con China y la situación en Haití.
El
mandatario estadounidense, que viaja acompañado de la primera dama Jill Biden y
del secretario de Estado, Antony Blinken, tiene previsto llegar a Ottawa a las
18.25 hora local (14.25 GMT), donde será recibido por la gobernadora general de
Canadá, Mary Simon, que ejerce las funciones de jefa de Estado en
representación del monarca británico.
El
viernes, Biden y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, celebrarán un
reunión bilateral y poco después el presidente estadounidense pronunciará un
discurso en el Parlamento durante una sesión conjunta de la Cámara Baja y el
Senado.
Altos
funcionarios estadounidenses en Ottawa declararon el miércoles que Biden y
Trudeau tienen previsto hablar no solo de la invasión rusa de Ucrania y la
crisis de Haití, sino también de la modernización del Comando Norteamericano de
Defensa Aeroespacial (Norad, en inglés), la última línea de defensa de los dos
países frente a China, Rusia y Corea del Norte.
En la agenda de
los dos dirigentes hay también temas comerciales, ya que los canadienses
quieren un trato favorable para sus productos ante las provisiones del
"Comprar Estadounidense" de la Administración de Biden, y migratorios
por la llegada masiva de migrantes desde EE.UU. que buscan refugio en Canadá.
En Canadá se
contempla la visita de Biden como el regreso a la normalidad tras los convulsos
años de la Presidencia de Donald Trump (2017-2021).
El profesor de
la Universidad Carleton de Ottawa, Andrew Cohen, que durante años trabajó como
corresponsal para medios de Canadá y Estados Unidos, señaló a EFE que tanto las
relaciones entre los dos países como las que tienen Biden y Trudeau son "muy
buenas" a diferencia de lo que pasaba en la época de Trump.
"Trudeau
quiere ser visto con Biden, que es un presidente popular en Canadá, quizás no
tanto como Barack Obama, pero que es progresista", dijo Cohen, quien
también destacó gestos como el hecho de que el presidente estadounidense haya
decidido pasar una noche en Ottawa, lo que es inusual, y que el Gobierno
canadiense le haya concedido el honor de hablar ante el Parlamento.
"Prestaré
mucha atención a las palabras de Biden porque los discursos en Parlamentos
extranjeros son una oportunidad de los presidentes estadounidenses para ser
idealistas", explicó Cohen.
La académica
Laura Macdonald, especialista en las relaciones de Canadá con Estados Unidos y
México, y con Latinoamérica, afirmó que la visita de Biden se produce "en
un momento muy importante para las relaciones norteamericanas".
Ante las grandes
crisis del momento, con la ascendencia de China y la invasión rusa de Ucrania,
"creo que Estados Unidos quiere solidificar la posición de Canadá como aliado",
apuntó Macdonald a EFE.
Macdonald agregó
que Biden solicitará a Trudeau un mayor compromiso con Ucrania, así como un
incremento del gasto militar, algo a lo que históricamente Canadá ha sido más
reticente.
De momento
Estados Unidos ya ha conseguido que Trudeau acepte la compra de 88 aviones de
combate de quinta generación F-35 y la modernización de la infraestructura de
Norad en las regiones septentrionales del país, las más cercanas a Rusia y por
donde China parece haber estado actuando.
En este sentido,
funcionarios estadounidenses han anticipado que Biden y Trudeau hablarán en
Ottawa de "la dimensión y el calendario" de las inversiones para esa
modernización de Norad.
Tanto Macdonald
como Cohen coinciden en que es difícil que de la reunión entre los dos líderes
salga algo concreto para atajar la llegada a Canadá de refugiados procedentes
de Estados Unidos.
Aunque para
Trudeau los 40.000 migrantes que cruzaron el año pasado la frontera del estado
de Nueva York con la provincia de Quebec es un problema político, Washington no
tiene demasiado interés en tomar medidas para atajar este flujo.
John Kirby, uno
de los portavoces de la Casa Blanca, indicó esta semana que ese flujo es un
tema constante entre los dos países y que cree que lo seguirá siendo durante la
visita de Biden.
Tampoco parece
que de la visita salga un acuerdo sobre Haití. Estados Unidos lleva meses
presionando para que Canadá lidere una fuerza de estabilización internacional
en el país caribeño, pero Ottawa se resiste.
Macdonald
descartó que Canadá pueda hacer mucho ante la caótica situación de Haití, por
lo que opinó que "sería prudente" que Trudeau resista a las presiones
de Washington.
Cohen coincidió que lo mejor que Trudeau puede hacer ante las presiones de Estados Unidos en Haití es "sonreír y decirle a Biden que Canadá se lo pensará. Porque nadie quiere ir a Haití".