EFE
Canadá
El presidente estadounidense, Joe Biden, concluyó
en la noche del viernes su primera visita oficial a Canadá y en la que acordó
con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, un convenio para detener la
llegada irregular de migrantes procedentes de Estados Unidos.
Antes de partir del aeropuerto de Ottawa en el Air
Force One con destino a Delaware, el mandatario estadounidense y la primera
dama, Jill Biden, asistieron a una cena de honor ofrecida por el primer
ministro canadiense y su esposa, Sophie Grégoire.
La visita de dos días de Biden, la primera a Canadá
de un presidente estadounidense desde que en 2016 Barack Obama viajó a la
capital canadiense para reunirse también con Trudeau, se ha saldado con un
acuerdo que permitirá a las autoridades canadienses deportar a migrantes que
entren de forma irregular desde Estados Unidos.
Hasta ahora, el Acuerdo de Tercer País Seguro
firmado por Canadá y Estados Unidos en 2004, impedía actuar contra los
migrantes que cruzan la frontera entre los dos países por puntos de entrada no
oficiales, lo que estaba provocando problemas de política interna a Trudeau.
Solo el año pasado, 40.000 personas llegaron de
esta forma a Canadá a solicitar refugio a través de Roxham Road, un punto en la
frontera entre el estado de Nueva York y la provincia de Quebec.
Trudeau anunció hoy durante una rueda de prensa
conjunta con Biden al final de su reunión bilateral que a partir de la
medianoche las autoridades canadienses deportarán "a quienes crucen de
manera irregular al punto fronterizo más cercano de Estados Unidos".
Los dos mandatarios también acordaron que Canadá
conceda 100 millones de dólares canadienses (73 millones de dólares
estadounidenses) a la Policía Nacional de Haití.
Washington ha presionado desde hace meses a Ottawa
para que lidere una fuerza de estabilización en Haití ante la grave crisis
humanitaria y de seguridad que vive el país caribeño, pero Canadá se ha negado
a enviar efectivos militares.
También hoy, Biden pronunció un discurso ante una
sesión conjunta de la Cámara Baja y el Senado canadienses en el que reafirmó la
alianza y amistad de los dos países norteamericanos.