Florian
Cazeres, AFP/Agencias
BerlÃn,
Alemania
Una huelga de un alcance poco
común para Alemania comenzó este lunes a paralizar todo el sector nacional del
transporte, en medio de un reclamo sindical de aumentos de salarios frente a la
inflación.
Los trabajadores de los
aeropuertos, de las compañÃas que administran las autopistas y de los
transportes locales iniciaron a medianoche (22h00 GMT) un paro de 24 horas.
Esta movilización se inscribe en
un contexto de crecientes tensiones sociales en Alemania, donde las huelgas
para exigir aumentos de salarios se multiplican desde inicios de año, desde las
escuelas hasta los hospitales, pasando por el correo.
A diferencia de otros paÃses
europeos como Francia, un movimiento conjunto entre los sindicatos EVG y
Ver.di, que representan respectivamente 230.000 trabajadores de las compañÃas
ferroviarias y 2,5 millones de empleados del sector de servicios, es
extremadamente raro.
- Terreno favorable -
Esta "Mega-Streik"
(mega-huelga) -como la bautizaron los medios alemanes- afecta un paÃs donde los
precios se dispararon desde hace más de un año, con una inflación que llegó a
8,7% en febrero.
EVG y Ver.di exigen más de 10% de
aumento salarial.
Los empleadores (Estados,
comunas, empresas públicas) proponen un aumento de 5%, con dos pagos únicos de
1.000 y 1.500 euros (1.080 y 1.620 dólares).
Los sindicatos apostaron a una
"amplia movilización". Desde esta mañana, cerca de "30.000
trabajadores" del sector ferroviario entraron en huelga, según EVG.
En todo el paÃs, "el tráfico
de los trenes de larga distancia fue suspendido, asà como las lÃneas
regionales", según la empresa Deutsche Bahn.
En la mayorÃa de los aeropuertos,
entre ellos los principales Fráncfort y Múnich, se anularon los vuelos.
En muchas grandes ciudades, los
transportes públicos están muy perturbados. En BerlÃn, la red S Bahn -un
conjunto de tranvÃas y metros- está bloqueada.
La federación de los aeropuertos
alemanes (ADV) denunció una estrategia "de escalada de las huelgas
siguiendo el modelo de Francia", donde las jornadas de movilización contra
la reforma de las pensiones se multiplican.
"Un conflicto social que no
tiene repercusiones es un conflicto social inofensivo", respondió Frank
Werneke, presidente del sindicato Ver.di.
El terreno es cada vez más
favorable para las huelgas en Alemania, que se aleja de la cultura de consenso
que la ha caracterizado.
"Ha habido más huelgas en
Alemania en estos últimos diez años que en las décadas anteriores",
observa Karl Brenke, experto del instituto económico DIW consultado por AFP.
Con un nivel de desempleo
particularmente bajo desde finales de los años 2000, el paÃs sufre una falta de
mano de obra que pone "en posición de fuerza" a los sindicatos en las
negociaciones, según Brenke.
Desde mediados de los años 2010,
los sindicatos lograron imponer aumentos, tras una década marcada por la
polÃtica de moderación salarial de la era del excanciller Gerhard Schröder
(1998-2005), en nombre de la competitividad.
Los salarios reales aumentaron de
manera sistemática de 2014 hasta 2021, salvo en 2020 a raÃz de la pandemia de
covid-19.
La dinámica se rompió con la
inflación en 2022, con una baja de 3,1%.
Manifestaciones
La movilización por los salarios
en los servicios está acompañada de manifestaciones.
"El precio del combustible y
de la comida aumentó, mi billetera lo notó", afirma a AFP Timo Stau, de 21
años, en una manifestación en Friedrichstrasse, avenida emblemática de BerlÃn.
"Mantuvimos en vida el
servicio público durante la pandemia, Ahora queremos más dinero", exige
Petra, de 60 años, agente de aduanas..
Tras la amenaza de una
"huela por tiempo indeterminado", os 160.000 empleados del correo
Deutsche Post, que negocian por su lado, lograron a principios de marzo un
aumento de salario de una media de 11,5%.
A finales de 2022, cerca de 4 millones de trabajadores alemanes de la industria consiguieron un aumento salarial de 8,5% en dos años, tras varias semanas marcadas por paros.