Unsplash/Kenny Filiaert Actores saludan al público en la Ópera de Amberes, Bélgica.
A pesar
de ser esencial en la sociedad, el sector de las artes y el espectáculo cuenta
muchas veces con inestabilidad y malas condiciones de trabajo. Es por eso que
trabajadores y empleadores del sector necesitan establecer estrategias a largo
plazo que apoyen la creación de empleos estables, la protección y diálogo
sociales y una transición justa hacia economías más verdes.
Son las
recomendaciones recogidas en una reunión técnica sobre el futuro del trabajo en
el sector a la que asistieron representantes de gobiernos y organizaciones
de empleadores y de trabajadores. Durante el encuentro, que tuvo lugar entre el
13 y el 17 de febrero en la sede de la Organización Mundial del Trabajo en
Ginebra, se discutió la importancia de crear un entorno propicio para las
empresas del sector del arte y el espectáculo, en particular para las
microempresas y las pequeñas y medianas empresas, lo que incluye ayudarlas a
realizar la transición al sector formal.
A partir
del informe El futuro del trabajo en el sector de las artes y el
entretenimiento, los delegados concluyeron que estas estrategias
serán vitales para que el sector pueda hacer frente a los desafíos y
oportunidades creados por cuestiones como la globalización, la tecnología y la
recuperación después del COVID-19.
Mejores sueldos y protección social
Las
estrategias deben incluir una revisión general de las condiciones de trabajo,
incluida la creación de un entorno propicio para un diálogo social eficaz, y
políticas efectivas sobre remuneración y salarios mínimos adecuados.
Otros
requisitos son la mejora de los marcos políticos y normativos en materia de
cualificaciones, protección social y estatuto de los trabajadores, así como
unos sistemas de inspección laboral sólidos que favorezcan unas condiciones de
trabajo seguras y saludables, incluida la lucha contra la violencia y el acoso
en el trabajo.
En las
discusiones también se trataron los derechos de autor y derechos afines,
incluida la necesidad de que se apliquen de forma que se garantice una
remuneración efectiva a los productores, intérpretes y autores.
Los
asistentes también debatieron sobre el papel positivo que puede desempeñar el
diálogo social a la hora de reducir la "brecha digital" entre
regiones y apoyar la igualdad de acceso a la tecnología y sus beneficios. Otros
temas estuvieron relacionados con la movilidad transfronteriza de los
trabajadores, la escasez de mano de obra cualificada y la importancia de una
protección social universal, adecuada y sostenible para todos los trabajadores.
Importancia del sector más allá
de su valor comercial
El sector
de las artes y el entretenimiento presenta dimensiones económicas y también
culturales, pues genera experiencias y no únicamente bienes de consumo.
Los trabajadores y las empresas que producen bienes específicos y prestan
servicios en el ámbito concreto de las artes y el entretenimiento dentro del
ecosistema cultural y creativo. Ello incluye las artes escénicas, la música, la
danza, las interpretaciones o ejecuciones (sonoras o audiovisuales) en directo
o grabadas, las artes visuales, los libros, y los videojuegos y la animación.
Además, la pandemia de COVID-19 ha propiciado un debate sobre la posibilidad de considerar la cultura, entendida en sentido amplio, como un «bien público mundial», por su capacidad para promover la cohesión social, aumentar la resiliencia de las personas y conectar a las comunidades con diferentes formas de expresión cultural, más allá de su valor comercial.