Santo Domingo, RD.– “En el futuro de la lucha
anticorrupción, es necesario plantearnos la necesidad de la modificación de la
Ley de Compras y Contrataciones, la creación de un equipo de investigación que
apoye a los fiscales, un cambio de cultura para entender que corrupción no es
sólo recibir dinero, cuando usted deja de investigar a alguien por ser de X
partido o sector, usted está siendo corrupto”.
Así se expresó la noche del viernes Yeni Berenice Reynoso, procuradora
general adjunta y titular de la Dirección General de Persecución del Ministerio
Público, al recibir de Participación Ciudadana el “Reconocimiento a la
Integridad y la Lucha contra la Corrupción 2022”.
Reynoso, quien recibió el galardón en un acto realizado por
Participación Ciudadana en la Biblioteca Pedro Mir, de la Universidad Autónoma
de Santo Domingo (UASD), ponderó los esfuerzos que realiza el Ministerio
Público para llevar ante el banquillo de los acusados a los responsables de
robar a los contribuyentes.
En el evento recibió también el “Reconocimiento a la Integridad y Lucha
Contra la Corrupción 2022” el procurador adjunto Wilson Camacho, titular de la
Procuraduría Especializada de Persecución a la Corrupción Administrativa
(Pepca).
Con la distinción a ambos representantes del Ministerio Público,
simbolizada mediante una estatuilla que simula una flor de loto, el movimiento
no partidista brinda un “estímulo a todos los magistrados fiscales que
desarrollan un trabajo tesonero en favor de la justicia y de los más altos
intereses del pueblo dominicano”.
Durante el acto, la entidad resaltó que ya en 2016 la actual procuradora
general, Miriam Germán Brito, fue objeto de dicho homenaje.
“A pesar de que todavía tenemos muchos desafíos por delante, somos
conscientes del equipo que tenemos en la actualidad, al que la procuradora
magistrada Miriam Germán Brito le permitió convertir el auditorio de la
Procuraduría General de la República en el espacio de investigación”, dijo
Reynoso.
“Hoy no tenemos auditorio, pero sí tenemos un fuerte e inédito equipo de
investigación”, añadió, al tiempo que ponderaba los esfuerzos de todo el
personal del equipo del Ministerio Público concentrado en la lucha contra la
corrupción y la impunidad.
También habló sobre la necesidad de solidificar el marco jurídico y de
que todos los actores del sistema de justicia y las entidades sociales, como
los partidos políticos, asuman sus funciones con la responsabilidad que
ameritan.
“No pierdan su tiempo, no vamos a callarnos, no vamos a detener ninguno
de los procesos en curso, no vamos a dejar de cuestionar las inconductas que
vemos sin importar quién las cometa”, advirtió Reynoso a “quienes pagan
campañas de descrédito con el mismo dinero que distrajeron del Estado” y “a
quienes presionan para que los procesos no salgan, a quienes amenazan e
intimidan, a los que sacan espacio y comunicados”.
Recordó que al final cada quien tendrá que rendir cuentas de sus actos y
“nuestras acciones están a la vista de todos”.
“Quien favorezca por intereses a un corrupto que tenga el valor de
verles la cara a sus hijos para tratar de justificar que está haciendo lo
correcto, favoreciendo a un corrupto que ha desfalcado al Estado por miles de
millones, mientras que a los pobres acusados por robos y delitos menores les
niega lo mismo que le otorgan al acusado de crimen organizado, que le ha robado
el derecho de tener un mejor futuro”, dijo.
“Si usted puede vivir y sentirse orgulloso de eso, es su derecho, pero
por favor no nos pida que lo llamemos honorable y no nos exija un respeto que
usted mismo no se tiene”, sostuvo.
A continuación el discurso íntegro pronunciado por
la procuradora adjunta Yeni Berenice Reynsoso:
Palabras de Yeni Berenice Reynoso, procuradora
general adjunta y titular de la Dirección General de Persecución del Ministerio
Público, al recibir de Participación Ciudadana el Reconocimiento a la
Integridad y la Lucha contra la Corrupción 2022
Buenas noches a los miembros del Consejo Nacional de Participación
Ciudadana
Buenas noches a su coordinador general Jhoseph Abreu
Y buenas noches a todos los invitados
He estado reflexionando sobre la secuencia de hechos que nos han traído
hasta aquí y debo expresar, desde lo más profundo de mi alma, que me siento más
que honrada al recibir esta honorable distinción de parte de una organización
como Participación Ciudadana.
Esta
gratitud no se edifica sobre la base del reconocimiento que recibimos esta
noche, ya que en mi caso, la he fundado en el conocimiento directo que he
tenido sobre los invaluables aportes que Participación Ciudadana ha
realizado a la institucionalidad democrática del país.
Para poner un
ejemplo, en lo que respecta a nuestra institución, dio un paso adelante y un
apoyo invaluable, para defender la Carrera del Ministerio Público, en unos de
sus momentos más oscuros.
Como ciudadana y
servidora pública, no encuentro una fecha más oportuna ni un espacio más idóneo
para compartirles algunas reflexiones del sector justicia relativas al pasado,
presente y futuro de la lucha anticorrupción en República Dominicana.
La corrupción en
nuestro país no es nueva. Eso lo sabemos todos. A pesar de que en las
mediciones de cada año quedábamos en los peores lugares de los países con más
corrupción, en la agenda de la dirigencia política el tema siempre estaba
ausente o solo era utilizado con fines exclusivamente políticos.
Las oficinas de
los fiscales no se caracterizaban precisamente por tener como prioridad las investigaciones
de corrupción.
Ver un caso de
corrupción en los roles de los tribunales era una especie de elefante blanco y
cuando solían ser llevados, en alguna excepción, por lo general los imputados
terminaban beneficiados con la jurisprudencia de la corrupción, frase que acuñé
a partir de la realidad que viví en 2005, en ocasión del caso conocido como
“Educación”, y no me refiero a la investigación actual que tenemos en curso.
Reitero: un caso
de 2005 que conocí entonces siendo fiscal adjunta en Santiago.
Pero volví a
vivir la misma experiencia en 2010, con el caso de Aduanas, y en 2014, con el
del exministro de Obras Públicas, en el que el imputado terminó con un archivo
y la fiscal terminó siendo acusada.
En todos estos
casos hice una búsqueda de la jurisprudencia y el resultado fue decepcionante.
Lo que encontré fue una jurisprudencia que en términos generales estaba llena
de cambios de criterios, de inobservancia a los estándares de valoración de la
prueba y de una irrazonabilidad tan palpable que hacía evidente que el
resultado no había sido producto de un error judicial o una justificada
variación de criterio del tribunal.
Porque debo
reconocer que estos criterios, por lo general, sólo tienen aplicación para el
caso de corrupción, no existían antes y no permanecen para otros. Espero que en
un momento no muy lejano podamos ser capaces, como sociedad, de hacer un
análisis objetivo de esta realidad. No necesariamente en el marco del clásico y
el entendible escenario de contradicción que son los tribunales.
Es pertinente
preguntarnos: ¿Por qué no nos atrevemos a debatirlo desde la academia o la
escuela de Derecho? Quizás porque nos daremos cuenta de que la realidad es que
somos unos de los países con leyes sustantivas y procesales más beneficiosas
para la corrupción y para eso es suficiente hacer un breve ejercicio de Derecho
comparado, por ejemplo, con Colombia, y otros países de la región.
Por las
funciones que habíamos tenido dentro del Ministerio Público, desde el 2005
intentamos llevar algunos de los escasos procesos de corrupción que se dejaban
en la Fiscalía, ya que es sabido que los casos de corrupción se llevan por una
Procuraduría Especializada. Por eso comencé desde muy temprano en mi carrera a
sentir lo que implicaba llevar un caso de corrupción: en el Caso de Aduanas.
En ese momento
se entendió que era una afrenta atreverme a judicializar un proceso en el que
habían hijos de connotados dirigentes del entonces partido de gobierno; nunca
olvidaré que unas horas después de haber realizado los allanamientos de ese
caso, un alto dirigente político se animó a presentarse a mi despacho de fiscal
de Santiago y textualmente me dijo: ´´¿Pero tú no sabes lo que has hecho? ¿Tú
sabes a quiénes has allanado?´´ Esto no es un error, es una afrenta
imperdonable y tú no tienes la fortaleza ni el arraigo político porque ni
siquiera sabes buscar un voto, pero si no solicitas medidas, quizás yo
pueda evitar que el partido no te la cobre´´.
Mi respuesta fue
simple: No se preocupe por mí, pero si en algo usted quiere ayudarlos, puede
recomendarles que busquen buenos abogados porque nuestra investigación ha
recabado muchas evidencias. Cómo sabía el nivel de presión que tenía el caso,
opté por subir con mi equipo a la audiencia para el conocimiento de la medida
en la que pedimos y obtuvimos 18 meses de prisión preventiva.
Esa conducta de
convertir al fiscal en objetivo de los poderosos intereses que muchas veces
afectan una investigación de corrupción hoy día sigue vigente, pero con mucho
más poder y recursos que los que se tenían para 2010.
Eso es algo que
este equipo, bajo la dirección de la procuradora general Miriam Germán Brito, a
quien reconocemos y agradecemos, tiene más que claro que, como dijo Ghandi, “no
vamos a disculparnos por hacer lo correcto”.
Para el 16 de
agosto de 2020, la Pepca era un equipo de apenas seis fiscales, sin recursos y
con las manos atadas para investigar la corrupción.
Una realidad que
no era novedosa, pero que había, indudablemente, impactado por el hecho
innegable de que la corrupción había penetrado al Ministerio Público hasta su
más alta instancia, en un vergonzoso entramado corrupto en el que desde adentro
se persiguió a fiscales que no accedieron a ser parte de ese esquema.
La corrupción
desde el Ministerio Público nos laceró y dañó mucho, pero la hemos reconocido,
perseguido penalmente y judicializado conforme a lo que establece el Estado de
derecho. Y se sigue investigando, a diferencia de otros que prefieren ocultarla
bajo el cliché de que cada cuestionamiento es populismo penal.
Pero tenemos
claro que no es populismo penal. Es corrupción y la obligación es detenerla y
tomar la medida de lugar; lo otro es complicidad por omisión. El que no quiera
que lo cuestionen ni rendir cuentas no puede ser servidor público.
Recientemente
cuestionamos a un procesado por qué accedió a pagar soborno y no denunció la
extorsión y esta persona respondió: “¿A quién usted quería que le denunciáramos
que nos estaban extorsionando y exigiendo un pago de soborno si lo estaba
haciendo el propio Procurador General de la República?”
Esto pone de
manifiesto que si bien es cierto que todas las manifestaciones de corrupción
son terribles para cualquier país, la que viene de la administración de
justicia tiene un impacto devastador para toda la sociedad. Cuando el que está
llamado a hacer cumplir la ley usa su poder para violarla en perjuicio de los
demás se lacera profundamente el objetivo de la justicia.
En la lucha
actual contra la corrupción debemos reconocer que el Poder Ejecutivo nunca ha
interferido en nuestro trabajo y que de hecho se han establecido recursos
especiales al Ministerio Público para fortalecer la lucha anticorrupción.
A pesar de que
todavía tenemos muchos desafíos por delante, somos conscientes del equipo que
tenemos en la actualidad, al que la procuradora magistrada Miriam Germán Brito
le permitió convertir el auditorio de la Procuraduría General de la República
en el espacio de investigación. Hoy no tenemos auditorio, pero sí tenemos un
fuerte e inédito equipo de investigación.
La forma en que
nos hemos trazado estas investigaciones es partiendo de la realidad de que en
República Dominicana, en los casos de corrupción, debemos sobreprobar las
imputaciones, algo que suma al hecho de que cada caso implica interrogar a
cientos de personas, analizar miles de perfiles, rastreos financieros y
societarios de cientos de compañías.
Esa es la razón
por la que muchas veces nos tomamos un tiempo que algunos consideran excesivo,
pero los casos están listos cuando lo están, lo que sí ustedes pueden tener la
seguridad es que este Ministerio Público no ha parado una sola investigación ni
lo hará.
Quiero pedirles
la anuencia a todos los presentes para que me permitan nombrar a algunos de los
miembros del equipo de mujeres y hombres que han hecho posible estas
investigaciones, aunque las enunciaciones siempre suelen ser injustas:
1. Mirna
2. Rosa Alba
3. Aurelio
4. Rosa
5. Rosa Ysabel
6. Yoneivy
7. José Miguel
8. Wagner
9. Arolin
10. Elvira
11. Edinson
12. Jonathan
13. Ernesto
14. Alexis
15. Marinel
16. Elizabeth
17. Jhensy
18. Andrés
19. Luisa
20. Yudelka
21. Enmanuel
22. Wendy
23. Miguel
24. Carlos
25. Eduardo
26. Héctor
27. Elaine
28. Sourelly
29. Miguel
30. Johanna
31. Miguel C
32. Melbin
33. Pedro
34. María Olivares
35. Dimercy
Gracias del alma
por el enorme sacrificio, por trabajar sin horario, por muchos días alcanzar a
ver el alba en las oficinas o realizando alguna diligencia de investigación,
después de decenas de horas seguidas de trabajo. Por poner el objetivo por
encima del obstáculo.
Gracias, como
ciudadana y como fiscal, y a su familia no solo las gracias: les pedimos
comprensión y perdón. Esto no es por nosotros, es por ustedes, es por el país,
es por todos…
Porque este
equipo ha tenido que cambiar su forma de vida, con quién conversamos, a dónde
vamos, con quien nos juntamos, qué hacemos o planificamos en nuestra vida
personal… Todo eso se ha visto y seguirá profundamente impactado por este
trabajo en el que pasamos la mayor parte de nuestro tiempo.
Junto a ustedes
aspiro a lo que nos dice Joaquín Sabina: ´´Que ser valiente no salga tan caro,
que ser cobarde no valga la pena´´.
En el futuro de
la lucha anticorrupción, es necesario plantearnos la necesidad de la
modificación de la Ley de Compras y Contrataciones, la creación de un equipo de
investigación que apoye a los fiscales, un cambio de cultura para entender que
corrupción no es sólo recibir dinero, cuando usted deja de investigar a alguien
por ser de X partido o sector, usted está siendo corrupto…
También
ameritamos la responsabilidad de las organizaciones políticas de separar de sus
filas a quienes incurran en actos de corrupción y no hacer lo que algunas
hacen, de recurrir a la tradicional defensa de tachar las investigaciones con
la etiqueta de persecución política: los miles de pruebas que nos esforzamos de
buscar en cada caso desmienten sin mayor esfuerzo ese banal argumento y, sobre
todo, es necesario entender que la lucha anticorrupción no solo necesita
fiscales independientes… quien juzga debe ser imparcial.
Finalmente,
quiero decirles a quienes pagan campañas de descrédito con el mismo dinero que
distrajeron del Estado… (¡Qué irónico! Atacan con el dinero que debía estar en
los hospitales, en los organismos de seguridad del Estado para brindar una
seguridad que la sociedad reclama y merece, en las escuelas… En fin, en los
lugares y para los objetivos que se ha dispuesto) …A quienes presionan para que
los procesos no salgan, a quienes amenazan e intimidan, a los que sacan espacio
y comunicados: No pierdan su tiempo, no vamos a callarnos, no vamos a detener
ninguno de los procesos en curso, no vamos a dejar de cuestionar las
inconductas que vemos sin importar quién las cometas.
Cada
investigación, sin reparar en el sector que toque, saldrá a la luz y siempre,
como hemos hecho hasta ahora, con verdaderas y profundas indagatorias que
desmantelan entramados de corrupción que han distraído miles de millones de
pesos del patrimonio de todos, porque el patrimonio del Estado es de todos.
Pueden hacer
todas las maniobras que han hecho, pero no van a detener los casos de
corrupción. Mientras más acusados manden a su casa, más horas de trabajo
dedicaremos a cada uno de las docenas de procesos en curso; mientras más
campañas de descréditos paguen, nosotros nos seguiremos esforzando por ser más
eficientes.
Al final, cada
quien que rinda cuentas de sus actos, nuestras acciones están a la vista de
todos, quien favorezca por intereses a un corrupto que tenga el valor de verles
la cara a sus hijos para tratar de justificar que está haciendo lo
correcto, favoreciendo a un corrupto que ha desfalcado al Estado por miles de
millones, mientras que a los pobres acusados por robos y delitos menores les
niega lo mismo que le otorgan al acusado de crimen organizado, que le ha robado
el derecho de tener un mejor futuro.
Quizás puedan
engañar a los demás, pero posiblemente no puedan engañarse a sí mismos al verse
al espejo y saber que, con su decisión, están contribuyendo a un clima de
impunidad que daña todo, porque la corrupción es un obstáculo transversal al
desarrollo del país y usted, teniendo en sus manos la posibilidad de hacer
aquello para lo que juró, lo está utilizando para favorecer la impunidad.
Si usted puede
vivir y sentirse orgulloso de eso, es su derecho, pero por favor no nos pida
que lo llamemos honorable y no nos exija un respeto que usted mismo no se
tiene.
Como dijo
Geovanni Falcone, a quien admiro profundamente y un día me gustaría llegar a
ser un granito de arena del servidor judicial que él fue:
´´Quien no teme
a la muerte muere una sola vez.´´