AP
Caracas,
Venezuela
El
gobierno del presidente Nicolás Maduro suscribió ayer viernes una serie de
acuerdos con la petrolera estadounidense Chevron para la continuación y la
ampliación de las operaciones conjuntas en el paÃs sudamericano,
Chevron,
la última gran compañÃa petrolera estadounidense que mantiene sus negocios en
Venezuela, redujo drásticamente sus operaciones en años recientes por orden del
gobierno del ahora expresidente Donald Trump como parte de las sanciones
impuestas al gobierno venezolano.
En
lugar de perforar y exportar crudo se dedicó después de esa decisión a realizar
mantenimiento esencial en los campos petroleros y las maquinarias en las que en
el siglo pasado realizó inversiones con un valor estimado de 2.600 millones de
dólares.
En abril del año
próximo Chevron cumple 100 años en Venezuela.
La compañÃa
Chevron forma parte de “una sociedad estratégica” de cuatro empresas mixtas
Petro Boscán y Petro Independente en la cuenca del Lago de Maracaibo en el
extremo occidente de Venezuela, y Petropiar y Petro Independencia, ubicadas
pesado en la llamada “Faja PetrolÃfera” del rÃo Orinoco, donde se localizan
grandes yacimientos de crudo extrapesado y que superan a Arabia Saudà como la
nación con las mayores reservas probadas del mundo, según estadÃsticas de la
OPEP.
“Estos contratos
tienen como objetivo continuar con las actividades productivas y de desarrollo
en este sector energético”, acordes a los términos establecidos en la
constitución y demás leyes venezolanas, resaltó sin dar detalles, el ministro
petróleo venezolano Tareck El Aissami tras la firma de los contratos Estuvo
acompañado del presidente de Chevron en Venezuela, Javier La Rosa.
La firma de
acuerdos se produjo seis dÃas después que el Departamento del Tesoro estadounidense
anunciara su decisión de ampliar la licencia de las operaciones de Chevron en
Venezuela después de años de sanciones que han reducido drásticamente los
ingresos por la producción y venta de petróleo y gas a las arcas del gobierno
de Maduro.
El alivio de las
sanciones, más allá de la actividad petrolera, buscaba alentar la reanudación
de las negociaciones entre el gobierno de Maduro y el sector de la oposición
venezolana -liderada por Juan Guaidó y respaldada por Washington- que retomaron
el 26 de noviembre en México los diálogos suspendidos desde octubre del año
pasado.
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La decisión de
la administración del demócrata Joe Biden fue el más reciente gesto de
Washington para aliviar algunas de las sanciones económicas que pesan sobre el gobierno
venezolano y varios altos funcionarios, incluido el propio Maduro.
La ampliación de licencia, empero, contempla que las ganancias de la venta de crudo se destinarÃan a pagar la deuda que mantiene con la petrolera estadounidense, en lugar proporcionar ganancias a la estatal venezolana Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA).