AFP
Doha,
Catar
En un
partido de alta tensión por sus connotaciones políticas, Suiza venció el
viernes 3-2 a Serbia y clasificó a sus terceros octavos de final seguidos en un
Mundial, en los que enfrentará a Portugal.
Suiza, a
la que podía valerle también un empate para avanzar, concluyó en el segundo
lugar del Grupo G con 6 puntos, los mismos que Brasil, líder por diferencia de
goles y que en el juego simultáneo perdió 1-0 con Camerún (4).
A
Serbia, que terminó última con 1 punto, solo le valía un triunfo y durante
nueve minutos tuvo una ventaja de 1-2 en el estadio 974 de Doha (41.378
espectadores) que le daba billete provisional a sus primeros octavos
mundialistas.
Los goles suizos
fueron obra de Xherdan Shaqiri, en el minuto 20, Breel Embolo (44) y Remo
Freuler (48) mientras del lado serbio marcaron Aleksandar Mitrovic (26) y Dusan
Vlahovic (35).
Shaqiri, nacido
en Kosovo, celebró el primer gol con rabia llevándose el dedo a la boca
pidiendo silencio a la grada serbia y mostrándole varias veces su nombre
señalándose su camiseta.
A diferencia del
controvertido precedente de Rusia-2018, el actual jugador del Chicago Fire no
realizó esta vez el símbolo del "águila bicéfala" para representar la
bandera albanesa, un gesto que le costó una sanción económica de la FIFA.
El origen
kosovar de varias figuras de Suiza hacía temer una repetición de ese polémico
triunfo de 2018 de la 'Nati' por 2-1 también en la primera fase.
Los goles fueron
obra entonces de Shaqiri y de Granit Xhaka, también de raíces en Kosovo, la
antigua provincia serbia que declaró su independencia en 2008 sin ser
reconocida por Belgrado y donde una parte de la población se identifica con el
nacionalismo albanés.
La atención en
Catar se volvió a posar en el duelo del viernes cuando el equipo serbio
desplegó la semana pasada en su vestuario una bandera de su país que lucía el
mapa de Kosovo y la inscripción "No hay rendición".
Gestos
en celebraciones
Serbia, el equipo más urgido a atacar, alineó de entrada a Dusan Vlahovic, el
flamante goleador de la Juventus, que no había sido titular hasta ahora en
Catar por una pubalgia.
El equipo que
dirige Dragan Stojkovic tuvo la primera gran ocasión en los pies de Andrija
Zivkovic, que descargó un zurdazo al palo en el minuto 11, pero solo nueve
después fue Suiza la que se adelantó en el marcador.
Un centro desde
la izquierda del carrilero Ricardo Rodríguez fue despejado por el serbio
Strahinja Pavlovic a los pies de Djibril Sow, que lo abrió a la derecha para
que Shaqiri remachara con un zurdazo.
El menudo y
musculoso extremo lo celebró con los gestos hacia los aficionados
serbios.
El equipo
balcánico respondió de inmediato con dos dianas de museo de sus reputados
delanteros.
Primero fue
Mitrovic quien aprovechó un centro desde el carril izquierdo para marcar con un
cabezazo académico y luego Vlahovic recibió un delicioso pase al espacio de
Tadic y anotó con un espectacular remate cruzado.
El ariete de la
Juventus, de 22 años, también se llevó en su festejo un dedo a la boca mirando
a la grada.
El triunfo
parcial de Serbia, unido al empate parcial de Camerún y Brasil, les ponía
provisionalmente en los octavos de final.
La alegría duró
poco y Suiza puso el 2-2 a un minuto del descanso con un pase de la muerte de
Silvan Widmer a Embolo.
A la vuelta del
vestuario, Suiza aseguró rápidamente la clasificación en una fabulosa
combinación en la que Vargas habilitó con un taconazo en el área a Freuler para
que marcara el 3-2 con un trallazo.
El gol fue un
jarro de agua fría para la escuadra serbia. Vlahovic tomó el camino del
vestuario y también lo hizo Shaqiri, despedido con una sinfonía de pitidos en
el estadio.
La tensión
reapareció cuando Serbia reclamó con fuerza un penalti no señalado de Schär a
Mitrovic y Xhaka hizo gestos al banquillo rival.
Futbolistas de
ambos equipos se encararon pero el árbitro argentino Fernando Rapallini logró
enfriar los ánimos.
En el descuento
se produjo otra larga tangana entre ambos equipos antes que llegara el pitido
final y la celebración en el césped de todo el equipo suizo, al que ahora le
espera la Portugal de Cristiano Ronaldo.