AP
Doha,
Catar
Louis Van
Gaal se ufanó de que el astro Lionel Messi no tocó la pelota la última vez que
lo enfrentó con Holanda.
¿Funcionará
otra vez su táctica el viernes como en Brasil 2014?
Argentina
y Holanda se medirán por los cuartos de final del Mundial en el estadio Lusail
de Doha, en una reedición del duelo por semifinales que ganaron los
sudamericanos por penales hace ocho años.
Es cierto
que Messi ese día no sobresalió, pero anotó uno de los penales que depositaron
a la Argentina en la final.
El Messi
actual está más viejo, pero también más sabio. En Qatar, su quinto y tal vez
último Mundial, el capitán de 35 años fue decisivo en todas las victorias de
Argentina, con tres goles y una asistencia. Tiene en la mira el trofeo que le
falta y no está dispuesto de dejarlo pasar.
Sin
embargo, el técnico de 71 años —el más veterano del certamen— no quiso revelar
cómo controlará a Messi.
“No vamos
a revelarte nuestras tácticas. Sería bastante estúpido revelar tus propias
tácticas”, respondió al periodista que le hizo la consulta el jueves en la
conferencia de prenda previa al partido. “No es tan difícil encontrar una
respuesta. Podrías haber encontrado una respuesta tú mismo. Es posible que
busque bloquear y cerrar las líneas de pase”.
Apasionado
por la estrategia y el trabajo en campo, Van Gaal es mentor de una Holanda que
lleva 19 partidos invicta, con Frenkie De Jong como organizador del juego; el
lateral Denzel Dumfries como arma ofensiva por la banda derecha y dos
goleadores para no descuidar, Memphis Depay y Cody Gapko.
Tras
recuperarse de un cáncer de próstata, Van Gaal quiere terminar en Medio Oriente
con el maleficio de la Oranje: tres subcampeonatos mundiales en 1974, 1978 y
2010.
“El
verdadero mundial empieza mañana para nosotros”, avisó Van Gaal. “No quiero
restarle importancia a los partidos previos. Pero Argentina, y Brasil quizás en
siguiente ronda, son equipos de otro calibre”.
A su
lado, Depay admitió que también para él será especial enfrentarse a los
argentinos, a los que recuerda con amargura porque fue parte del equipo que
perdió hace ocho años. “Tengo muchas ganas de quitarme este sabor agridulce de
2014, quisiera cambiarlo en el partido de mañana”.
¿Algún
plan especial por si otra vez la suerte se define en penales?
“Nos
estamos preparando para eso, (pero) esperamos ganar el partido en los 90
minutos”, indicó el jugador del Barcelona.
En
Argentina — campeón mundial en 1978 y 1986 — su colega Lionel Scaloni,
bastantes años más joven, pero igual de estudioso de tácticas y estrategias,
también hilvanó un largo invicto antes de la Copa del Mundo y rescató el equipo
del naufragio tras la derrota ante Arabia Saudí en el debut.
“Es una
selección muy equilibrada, todos defienden y todos atacan. Es el resumen del
fútbol de ahora”, analizó Scaloni a su rival. “El partido de mañana será muy
lindo de ver, con dos selecciones que proponemos atacar, sin descuidar la
defensa. El fútbol va por ese lado”.
El
técnico argentino evalúa un cambio de laterales y de esquema respecto al equipo
que le ganó a Australia 2-1 en los octavos de final. Pero en las últimas horas
le surgió un imprevisto con el centrocampista Rodrigo De Paul, el futbolista
con más partidos de su ciclo. Tiene una molestia muscular y está en duda para
el viernes.
Leandro
Paredes sería su reemplazante.
“No me
atrevería a decir si está o no está (De Paul para jugar), nunca se sabe hasta
un día del partido...Si tenemos claro que el jugador que sale a la cancha tiene
que estar en las mejores condiciones para brindar lo mejor para la selección”,
enfatizó Scaloni.
Al mismo
tiempo, el técnico tiene a disposición al extremo Ángel Di María, recuperado de
una contractura y que puede ser vital para el duelo táctico por las bandas
contra Holanda.
El
ganador de este cruce aguardará por el duelo entre Brasil y Croacia el mismo
día.