OMS/T. Pietrasik Los traumatismos por accidentes de tráfico constituyen una de las cinco principales causas de muerte entre las personas de 5 a 29 años, según la Organización Mundial de la Salud.
Las lesiones
producidas por los accidentes de tránsito, los homicidios y los suicidios
representan tres de las cinco principales causas de muerte entre las personas
de 5 a 29 años. Pero los pobres tienen más probabilidades de morir: casi el 90%
de los decesos por esos motivos se producen en países de ingresos bajos y
medios.
Cada
día, los accidentes de la vida cotidiana y la violencia se cobran la vida de
unas 12,000 personas alrededor del mundo, según un nuevo informe publicado el
martes por la Organización Mundial de la Salud (OMS)
Pero a esa estadística hay
que añadirle otro factor que mata: la desigualdad.
De acuerdo con el informe
Prevencion de lesiones y violencia: una visión general, las heridas
producidas por los accidentes, los suicidios y la violencia no se distribuyen
de manera uniforme en todos los países ni dentro de ellos.
Algunas personas son más
vulnerables que otras en función de las condiciones en las que nacen, crecen,
trabajan, viven y envejecen; en general, ser joven, varón y de bajo nivel
socioeconómico aumenta el riesgo de sufrir lesiones.
“La pobreza también aumenta el riesgo de
lesiones y violencia. Casi el 90% de las muertes relacionadas
con lesiones se producen en países de ingresos bajos y medios”, revela el
informe.
En todo el mundo, las tasas
de mortalidad por lesiones son más altas en los países de bajos ingresos que en
los de altos ingresos. Incluso dentro de los países, las personas de entornos
económicos más pobres tienen tasas más altas de accidentes con lesiones
mortales y no mortales que las más ricas. Esto es cierto incluso en los países
de ingresos altos.
“Las personas que viven en la
pobreza tienen significativamente más probabilidades de sufrir accidentes que
los ricos”, asegura el director general de la Organización Mundial de la Salud,
Tedros Adhanom Ghebreyesus.
“El sector de la salud tiene un papel
importante en el abordaje de estas inequidades (…) a
través de la recopilación de datos, el desarrollo de leyes y políticas, la
prestación de servicios y la orientación en la prevención, el desarrollo de
capacidades y la promoción de una mayor atención a las comunidades
desatendidas”.
Unsplash/Dmitry Schemelev El suicidio sigue siendo una de las principales causas de muerte en todo el mundo, según las últimas estimaciones de la OMS.
Descripción general de lesiones
En el
informe, la OMS revela que las lesiones causadas por los accidentes de
tránsito, los homicidios y los suicidios representan tres de las cinco
principales causas de muerte entre las personas de 5 a 29 años.
Otras
lesiones relacionadas con la muerte incluyen los ahogamientos, las caídas, las
quemaduras y el envenenamiento.
De los
4,4 millones de muertes anuales relacionadas con los accidentes y las muertes
violentas, el informe muestra que aproximadamente una de cada tres es el
resultado de accidentes de tránsito, una de cada seis un suicidio, una de cada
nueve se deben a un homicidio y una de cada 61 tienen su origen en las guerras
y los conflictos.
Se
calcula que las lesiones y la violencia son responsables de un 8% de todos los
años vividos con discapacidad y que cada año mueren el doble de hombres que
de mujeres como consecuencia de las heridas por accidentes y violencia.
Además,
las lesiones y la violencia suponen una enorme carga para las economías de los
países, costando miles de millones de dólares al año en atención sanitaria,
pérdida de productividad y aplicación de la ley.
Intervenciones efectivas y de
bajo coste
La
prestación de servicios de apoyo y atención de alta calidad a las víctimas
puede prevenir las muertes, reducir la cantidad de discapacidades a corto y
largo plazo, y ayudar a los afectados a superar las consecuencias de las de la
lesión o la violencia en sus vidas.
Existen
numerosas estrategias específicas basadas en pruebas científicas sólidas que
son eficaces y rentables para prevenir las lesiones; es fundamental que estas
estrategias se apliquen más ampliamente.
Así,
muchas de estas muertes y lesiones, podrían prevenirse con
intervenciones sencillas, efectivas y de bajo costo disponibles.
Por
ejemplo, en España, establecer el límite de velocidad por defecto para las
ciudades en 30 kilómetros por hora, está mejorando la seguridad vial. En
Vietnam, brindar más capacitación en natación a las comunidades está ayudando a
reducir las tasas de muerte por ahogamiento.
Mientras
tanto, en un intento por proteger a los menores de la violencia sexual en
Filipinas, la legislación para aumentar la edad de consentimiento sexual de 12
a 16 años ya ha marcado una diferencia positiva.