EFE
Estados
Unidos
El
secretario general de la ONU, António Guterres, llamó este domingo a discutir
de forma urgente la solicitud del Gobierno de Haití para el despliegue de una
fuerza internacional en el país y propuso al Consejo de Seguridad posible
fórmulas para dar apoyo de seguridad a la nación caribeña.
"El
secretario general sigue gravemente preocupado por la situación en Haití, que
se enfrenta a un brote de cólera en medio de un deterioro dramático de la
situación de seguridad que ha paralizado el país", señaló el portavoz de
Guterres, Stéphane Dujarric, en un comunicado.
Por ello,
el jefe de Naciones Unidas pide a la comunidad internacional, incluidos los
miembros del Consejo de Seguridad, que consideren cuanto antes la petición de
las autoridades haitianas para "el despliegue inmediato de una fuerza
armada internacional especializada para dar respuesta a la crisis
humanitaria".
Esa
fuerza se puede encargar, entre otras cosas, de "asegurar el libre
movimiento de agua, combustible, alimentos y productos médicos de los principales
puertos y aeropuertos a las comunidades e instalaciones sanitarias",
recordó el portavoz.
Dujarric
dijo que Guterres remitió este domingo una carta al Consejo de Seguridad
"con opciones para un apoyo de seguridad reforzado a Haití".
El
Gobierno haitiano acordó el jueves pedir a sus socios apoyo para el despliegue
de esa fuerza con el objetivo de hacer frente a la grave situación que vive el
país, donde bandas armadas se han hecho fuertes en la zona metropolitana de
Puerto Príncipe y han bloqueado la principal terminal petrolera.
La ONU
destacó este domingo que el bloqueo de esa terminal ha paralizado servicios
críticos necesarios para impedir una rápida propagación del cólera, incluida la
distribución de agua potable.
"Una
vez más, los sectores más vulnerables de la población haitiana son los más
afectados. La prioridad debe ser salvar vidas", señaló Dujarric.
Naciones
Unidas tuvo desplegada en Haití una operación de mantenimiento de la paz entre
2004 y 2017 (Minustah), que se reemplazó por una operación mucho más limitada y
centrada en apoyar el desarrollo de la Policía del país hasta 2019 y luego por
una misión política y de asesoramiento a las instituciones.
La
presencia de la ONU ha sido objeto de numerosas críticas en Haití, entre otras
cosas al considerarse que la grave epidemia de cólera que se inició poco
después del terremoto de 2010 tuvo su origen en un vertido de residuos fecales
a un río por parte de cascos azules.