El Secretario General de la ONU envió una carta de 11 páginas al Presidente del Consejo de Seguridad para presentar el caso de HaitÃ. Antonio Guterres, al final de un diagnóstico de situación, evoca las opciones, formula recomendaciones y subraya que las autoridades haitianas no son favorables al regreso de los cascos azules.
Enfoque y acciones recomendadas
Dada la extrema
gravedad de la situación, los esfuerzos internacionales para fortalecer el
apoyo a la PNH deben apuntar a reducir la capacidad de las bandas armadas para
bloquear el acceso a infraestructura estratégica y realizar ataques en su
contra, asà como para amenazar los medios de vida de las comunidades. Para
lograr este objetivo, se consideran esenciales los siguientes objetivos
prioritarios: restablecer la libertad de movimiento de los haitianos en Puerto
PrÃncipe y en todo el paÃs, lo que incluye, de manera crucial, garantizar su
acceso a suministros y bases esenciales; garantizar la seguridad de instalaciones
vitales como puertos, aeropuertos y terminales petroleros, asà como de las
principales vÃas de comunicación, a fin de permitir el normal funcionamiento
del Estado y la vida cotidiana; y disuadir la actividad de las pandillas
para reducir la violencia contra la población, incluidos los homicidios, la
violencia sexual y los secuestros. El logro de estos objetivos es
imperativo para que el paÃs ponga fin a la espiral de inestabilidad.
Las autoridades
haitianas han subrayado la necesidad de apoyo práctico especializado a la PNH
en el diseño, planificación y supervisión de operaciones antipandillas a través
del despliegue de asesores internacionales (policÃas y expertos, armados o no),
integrados en las unidades especializadas de la PNH durante un perÃodo
prolongado. En consultas anteriores, las autoridades haitianas han
indicado una preferencia por las opciones de apoyo que no alcanzan las medidas
previstas en el CapÃtulo VII de la Carta. Asesores internacionales, que
incluyen experiencia en operaciones antipandillas y experiencia especÃfica en
áreas como violencia sexual y de género, trabajarÃan codo con codo con el
comando de la PNH, ayudando a restaurar el control.
Luego de
esfuerzos infructuosos para recuperar el control de la terminal petrolera de
Varreux, el Primer Ministro haitiano indicó a la SecretarÃa que podrÃa
considerarse el despliegue de una fuerza especial multinacional por un perÃodo
corto para reforzar temporalmente la PNH debido al deterioro del entorno
seguro. Posteriormente, el 6 de octubre, el Consejo de Ministros autorizó
al Primer Ministro a solicitar el despliegue inmediato de una fuerza armada
internacional especializada para hacer frente a la inseguridad derivada de la
acción criminal de bandas armadas. En estas circunstancias, se requiere
una respuesta inmediata, seguida de intervenciones a mediano y largo plazo.
Una fuerza de acción rápida
Uno o más
estados miembros, actuando bilateralmente por invitación y en cooperación con
el gobierno de HaitÃ, podrÃan desplegar urgentemente una fuerza de acción
rápida para apoyar a la PNH. Esta fuerza apoyarÃa notablemente a la PNH
principalmente en el área metropolitana de Port-au-Prince asegurando el libre
flujo de agua, combustible, alimentos y suministros médicos desde los
principales puertos y aeropuertos hacia las comunidades e instalaciones de
atención médica.
Con este fin, la
fuerza apoyarÃa los esfuerzos de la PNH para eliminar la amenaza que
representan las bandas armadas y garantizar la protección inmediata de la
infraestructura y los servicios esenciales. Tal fuerza proporcionarÃa un
respiro muy necesario a la PNH a través de una capacidad operativa adicional y
le permitirÃa reevaluar las necesidades y asignar los recursos sobrecargados a
las prioridades normales de seguridad pública.
El Consejo de
Seguridad podrÃa dar la bienvenida a esta fuerza en respuesta a la solicitud
realizada por el gobierno haitiano el pasado 6 de octubre para el despliegue
inmediato de una fuerza armada especial internacional.
La fuerza
estarÃa compuesta por personal de las fuerzas armadas especiales proporcionado
por uno o más estados miembros, con un estado miembro proporcionando el
liderazgo del esfuerzo, incluso en términos de planificación y puesta en
marcha, mando y dirección de las operaciones. Los Estados miembros que no
aporten personal armado podrÃan brindar apoyo financiero y material a la
fuerza.
El Secretario
General puede desplegar capacidades adicionales de la ONU para apoyar el alto
el fuego o acuerdos humanitarios y coordinar estos esfuerzos con la fuerza
internacional.
El despliegue de
la fuerza se eliminarÃa gradualmente a medida que la PNH recupere el control
estatal de la infraestructura crÃtica atacada por las pandillas y comience a
restaurar la seguridad general y la libertad de movimiento. En este punto,
se podrÃan considerar las siguientes dos opciones para generar apoyo para la
PNH a largo plazo.
En el mediano
plazo, se podrÃan considerar dos opciones de seguimiento de la fuerza de acción
rápida, a saber:
Opción 1: PolicÃa Multinacional
Los estados miembros, actuando bilateralmente por invitación y en cooperación con el gobierno de HaitÃ, podrÃan crear una fuerza policial internacional para fortalecer las capacidades tácticas y operativas de la PNH en la lucha contra la violencia de las pandillas. La PNH seguirÃa siendo la única fuerza en la primera lÃnea de operaciones policiales y antipandillas.
La fuerza
internacional de policÃa llevará a cabo las siguientes actividades: asesorar en
el diseño y conducción de operaciones contra bandas armadas; asesorar y
observar las actividades y procedimientos policiales; monitorear al
personal policial que recibe entrenamiento táctico; asesorar sobre
sistemas y prácticas, asà como sobre el uso, mantenimiento y control efectivos
del equipo, incluidas armas y municiones; capacitar al personal de la PNH
en estrategias antipandillas y vigilancia comunitaria para recuperar la
confianza de la población en los barrios afectados por las pandillas; y
evaluar las amenazas a la seguridad nacional y el orden público que representan
las bandas criminales y asesorar sobre la capacidad de la PNH para enfrentar
estas amenazas con pleno respeto a los derechos humanos. El grupo de
trabajo brindarÃa tranquilidad y confianza a los estados miembros que estén
dispuestos a proporcionar equipos y tecnologÃa para mejorar el apoyo de
seguridad para la PNH. El Consejo de Seguridad podrÃa recibir con
beneplácito una solicitud de
Este grupo de
trabajo estarÃa compuesto por asesores policiales de un pequeño grupo de
Estados miembros con experiencia relevante en operaciones antipandillas y
policÃa comunitaria. Junto con los asesores, el grupo de trabajo también
desplegarÃa equipo, material y tecnologÃa proporcionados por los estados
miembros, incluidos aquellos que no despliegan asesores, necesarios para que la
PNH lleve a cabo operaciones antipandillas (por ejemplo, tecnologÃa avanzada
para interceptar comunicaciones de pandillas y drones). ). Se pedirá a los
estados miembros que no proporcionen asesores o equipo al grupo de trabajo que
contribuyan con fondos para apoyar su despliegue y operaciones. Los
miembros del grupo de trabajo no participarÃan en las operaciones de primera
lÃnea.
Esta opción
permitirÃa concertar acuerdos operacionales con mayor rapidez y facilitarÃa el
suministro a la PNH del equipo y el apoyo que se necesitan con urgencia y que
las Naciones Unidas no pueden proporcionar.
La dirección y
el mando de la fuerza policial internacional estarÃan a cargo de uno de los
Estados miembros contribuyentes. Un conseil tripartite composé du chef de
la force opérationnelle, du directeur général de la PNH et du commissaire de
police des Nations unies assurerait la coordination et veillerait à ce que le
soutien fourni soit conforme aux normes et standards pertinents en matière de
droits de l' hombre. Con este fin, la BINUH podrÃa recibir el mandato de
participar en el consejo tripartito.
Opción 2: Fuerza Especial Multinacional
Un grupo de
estados miembros, actuando bilateralmente por invitación del gobierno haitiano,
podrÃa crear una fuerza especial para ayudar a la PNH a combatir las pandillas,
incluso a través de operaciones conjuntas de ataque, aislamiento y contención
en todo el paÃs. El Consejo de Seguridad podrÃa dar la bienvenida a una
fuerza especial de este tipo, cuya viabilidad se verÃa reforzada por la
existencia de un amplio apoyo polÃtico y social para su despliegue y por un
acuerdo significativo entre el gobierno y la oposición sobre la polÃtica a
seguir para HaitÃ. La fuerza especial estarÃa compuesta por unidades
policiales especiales bien equipadas proporcionadas por un grupo de estados
miembros, con uno de ellos actuando como nación lÃder en términos de mando y
dirección de operaciones.
Bajo esta
opción, se podrÃa brindar apoyo a la PNH en los cruces fronterizos terrestres y
como parte de los esfuerzos para ampliar la autoridad estatal, incluida la
reapertura de las comisarÃas y la presencia en los cruces fronterizos oficiales
para ayudar a crear un entorno propicio para una mejor recaudación de ingresos. Si
los Estados miembros no brindan apoyo y financiación bilaterales para esta
opción, las contribuciones en el marco de una operación de las Naciones Unidas
podrÃan ser una alternativa.
Sin embargo,
como se señaló, el regreso a las operaciones de mantenimiento de la paz de la
ONU no era la opción preferida por las autoridades.
Las sucesivas
operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas desplegadas desde
2005 han logrado avances significativos para contener el control de las pandillas
sobre las comunidades y restaurar la autoridad estatal en áreas afectadas por
décadas de violencia. Sin embargo, la transición desde el mantenimiento de
la paz se basó en el supuesto de que las capacidades institucionales de la PNH
seguirÃan fortaleciéndose y operando en un entorno de relativa estabilidad
polÃtica para poder mantener los avances en materia de seguridad logrados a lo
largo de los años. El mismo supuesto se aplica a la situación actual:
cualquier acción para contener a las pandillas solo tendrá un efecto temporal,
a menos que tenga lugar en el contexto de acciones paralelas, sinceras,
Junto con la
fuerza de acción rápida propuesta y las opciones de seguimiento, el Consejo de
Seguridad podrÃa decidir sobre las siguientes medidas adicionales:
a) Seguir reforzando el componente de
policÃa de la BINUH aumentando su lÃmite máximo autorizado.
Todo apoyo que se brinde a la PNH para mejorar su capacidad de combatir eficazmente a las pandillas debe complementarse con mayores esfuerzos de capacitación por parte de la BINUH y los socios internacionales para ampliar las capacidades generales de la PNH más allá de las operaciones de seguridad.
Esto incluye aumentar
el número de agentes de la PNH, controles continuos, mejorar las habilidades
policiales comunitarias, desarrollar capacidades para prevenir y responder a la
violencia sexual y restaurar las estaciones de policÃa que fueron destruidas en
áreas controladas por pandillas. El éxito de las operaciones destinadas a
desalojar a las pandillas debe complementarse con la garantÃa de la capacidad
de establecer y mantener la presencia de las fuerzas de seguridad pública y las
instituciones estatales pertinentes a fin de impedir el regreso de los
grupos delictivos y garantizar la capacidad de prestar los servicios básicos y
la asistencia necesarios. Tal enfoque es fundamental para establecer los
lazos de confianza necesarios entre las fuerzas de seguridad y la población, y
para fortalecer el contrato social.
b) Apoyo bilateral a la PNH en materia
de capacitación y equipamiento
El Consejo de
Seguridad podrÃa solicitar a los Estados miembros que proporcionen urgentemente
equipo, capacitación y material a la PNH, mejorando asà su capacidad para
contener a los grupos criminales que actualmente controlan lugares clave, con
énfasis en las áreas de Puerto PrÃncipe, en particular el acceso a puertos y
vÃas clave para el transporte de bienes de primera necesidad y la libre
circulación de personas en el paÃs.
Las autoridades
haitianas han indicado que la PNH ya está lista para recibir varios cargamentos
de vehÃculos tácticos blindados, que deberÃan llegar a finales de año. Las
autoridades también indicaron que estaban a la espera del rápido envÃo de armas
y municiones necesarias para la realización de las operaciones. Con este
equipo y apoyo material adicional, los lÃderes de la PNH han expresado su
confianza en su capacidad para aprovechar los modestos éxitos recientes y
recuperar gradualmente el control de áreas clave de la capital. Dos
estados miembros ya están realizando esfuerzos significativos para desarrollar
la capacidad SWAT, que se espera que esté completa a fines de 2023. Mientras
tanto, la PNH está buscando reforzar una unidad antipandillas temporal. yo
En este sentido, también hago un llamado a las autoridades haitianas para que establezcan mecanismos y garantÃas adecuados, eficaces y transparentes para garantizar la gestión y el control de los arsenales y el mantenimiento de los equipos.
La
BINUH está lista, a través de su componente policial, para apoyar el desarrollo
de salvaguardias con respecto al almacenamiento y supervisión de equipos, armas
de fuego y municiones proporcionadas a la PNH. Estas salvaguardias
deberÃan ayudar a superar los temores expresados por algunos Estados miembros
durante las consultas en cuanto a un posible mal uso o mal uso del equipo. La
PNH también debe contar con mecanismos de rendición de cuentas efectivos y
transparentes para investigar y actuar sobre presuntas violaciones de derechos
humanos.
c) Contrarrestar el flujo de financiamiento
y armas ilÃcitas a las pandillas.
Como declaró el
Consejo de Seguridad en el párrafo 4 de la resolución
2645 (2022), los Estados miembros deben redoblar sus esfuerzos para prohibir la transferencia de armas pequeñas y ligeras y municiones a actores no estatales que participen o apoyen la violencia de pandillas, actividades delictivas o violaciones de los derechos del hombre en HaitÃ.
Durante las consultas, múltiples
interlocutores, incluidas autoridades nacionales, hablaron sobre la importancia
de controles efectivos para evitar que armas y equipos lleguen a las pandillas. Algunos
destacaron la importancia de dar la debida consideración a las sanciones de
conformidad con el párrafo 5 de la resolución 2645 (2022), incluyendo también
la posibilidad de que se adopten medidas de manera bilateral para limitar las
transferencias de armas y el apoyo financiero a las pandillas.
d) Soutien d'assistance technique au
secteur de la justice.
Haità debe tomar medidas para abordar de manera integral los vÃnculos entre la policÃa y la cadena del estado de derecho para garantizar la capacidad de llevar a cabo investigaciones y enjuiciamientos, juicios, condenas y encarcelamientos.
Dada
la prolongada debilidad del sistema de justicia, es probable que se necesiten medidas
especiales para abordar la situación de los pandilleros detenidos. El
éxito de las operaciones supondrá una carga adicional para un sistema judicial
y penitenciario sobrecargado, que tendrá que hacer frente a un número cada vez
mayor de detenidos y procesos judiciales. La creación de unidades
judiciales especializadas (polos judiciales) para garantizar la rendición de
cuentas por los delitos cometidos por las pandillas, incluidos los de violencia
sexual, podrÃa ayudar a acelerar el procesamiento de casos a medida que
aumentan los arrestos. Las Naciones Unidas apoyan ese esfuerzo.
En todos los escenarios, la BINUH continuarÃa brindando asistencia a la PNH de acuerdo con su mandato, teniendo en cuenta la necesidad de monitorear el cumplimiento de las normas y estándares de derechos humanos y la aplicación necesaria de la polÃtica de debida diligencia de derechos humanos de la ONU para cualquier apoyo de la ONU brindado. a fuerzas de seguridad ajenas a la ONU.
El
fortalecimiento de las funciones de apoyo y coordinación de la BINUH, asà como
su capacidad para monitorear y hacer recomendaciones relevantes a las
autoridades haitianas, será de vital importancia para un mayor esfuerzo de
asistencia policial.
Finalmente, más allá de las opciones anteriores, Haità y la comunidad internacional también deben continuar realizando esfuerzos continuos para asegurar que los derechos humanos de la población, particularmente en las áreas de educación y salud, sean promovidos y protegidos en todo el paÃs, incluso a través de la provisión de servicios básicos. A menos que se ofrezcan oportunidades reales y duraderas de desarrollo a la población, las pandillas seguirán explotando estas debilidades sistémicas.
El retorno a un compromiso más sólido de las
Naciones Unidas en la forma de operaciones de mantenimiento de la paz sigue
siendo el último recurso si la comunidad internacional no toma medidas
decisivas con urgencia de acuerdo con las opciones esbozadas y las capacidades
nacionales para hacer cumplir la ley.
Para concluir,
reafirmo la urgente necesidad de avanzar hacia una solución nacional al
prolongado estancamiento polÃtico para restablecer una seguridad duradera.
SÃrvase aceptar, señor Presidente, la expresión de mi más alta consideración. Fuente: Le Nouvelliste