PNUD Haití/Borja Lopetegui Gonzalez La violencia de las bandas en Puerto Príncipe (Haití) aterroriza a adultos y niños por igual.
La Oficina Integrada de la
Naciones Unidad en Haití denunció este martes un tropel de
atropellos a los derechos humanos cometidos por las pandillas presentes en la
capital del país, que en el marco de peleas entre ellas, mataron por lo
menos a 226 personas e hirieron a 254 más en el periodo del 24 de
abril al 16 de mayo.
En un informe sobre ese
lapso, la Oficina señaló que algunos enfrentamientos en el noroeste de Puerto
Príncipe ocurrieron sin que la policía pudiera intervenir por falta de
personal y equipo.
“La policía haitiana realizó
operativos rápidamente en las zonas afectadas, pero su intervención fue sólo
reactiva en vista de su carencia de recurso y el nivel de armamento de
las pandillas”, apuntó el documento.
Crímenes impunes
Además, aunque la policía
judicial abrió con prontitud investigaciones de los abusos contra la población,
los magistrados competentes aún no toman las medidas necesarias para
aprehender a los responsables.
En este sentido, la ONU advirtió
de “la elevada probabilidad de que estos crímenes queden
impunes”.
La ola de violencia registrada
durante las tres semanas en cuestión corrió a cargo de dos coaliciones de
pandillas que luchan por tomar el control de áreas específicas de los barrios
de Cité Soleil, Croix-des-Bouquets y Tabarre.
Armadas con rifles de
asalto, machetes y bidones de gasolina, las bandas no perdonaron a nadie,
ejecutando en sus hogares a mujeres y niños de hasta un año para luego quemar
los cuerpos.
El informe señala que las bandas
responsables de esta violencia son conocidas como “Chen Mechan” y “400 Mawozo”.
Al estar apoyadas por sus diferentes aliados, ambas pandillas atacaron
de forma coordinada y simultánea varios distritos de la ciudad.
Cifras actualizadas
La Oficina de la ONU realizó una
investigación cuyas cifras preliminares reportaban 94 asesinatos, más de 120
heridos y una docena de desaparecidos, además de 96 muertos y heridos entre los
integrantes de las bandas.
No obstante la gravedad de esas
cifras, a medida que las pesquisas avanzaron, las víctimas aumentaron para
llegar a 209 muertos y 254 heridos el 20 de julio.
El informe también destaca que
unas 16.000 personas debieron huir de sus hogares para buscar
refugio en lugares considerados más seguros, a menudo en casas de familiares o
en sitios improvisados.
Sólo de Cité Soleil, casi 4000
personas fueron forzadas a huir de sus viviendas por miedo a la violencia.
Entre ese grupo se contaron muchas mujeres y niños.
Violencia sexual
La Oficina destaca decenas de
casos de violencia sexual que incluyeron atrocidades como la violación
de niñas de menos de diez años para aterrorizar a la gente y vengarse
de las poblaciones locales que viven en barrios controlados por bandas rivales.
Entre otros crímenes, la Oficina
también dio cuenta de adolescentes ejecutados públicamente tras
haber sido acusados de espiar para el bando contrario.
La ONU explicó que las
coaliciones entre pandillas se convirtieron en un problema grave durante el
gobierno del presidente Jovenel Moïse, asesinado en julio de 2021.
De acuerdo con la Oficina
Integrada, los acontecimientos de abril y mayo son una muestra de que la
violencia no sólo continúa, sino que se ha intensificado, probablemente con
la participación de actores políticos y económicos, así como de ex policías.
“Este ciclo de violencia debe
detenerse de inmediato, se deben tomar medidas para luchar contra la impunidad
y se deben restablecer sin más demora los derechos de los que se ha
privado a las víctimas”, concluyó el informe.