EFE
Bogotá,
Colombia
En una
ceremonia cargada de simbolismo, los asistentes a la toma de posesión de
Gustavo Petro como presidente de Colombia vistieron el cambio, la paz y la
diversidad en sus trajes para estrenar una etapa polÃtica.
Petro se
decantó por un clásico traje azul oscuro, con una corbata del mismo tono, y con
el toque colorido protagonizado por una pulsera tejida con los colores de la
bandera colombiana.
Al
recibir la banda presidencial, el presidente del Senado colombiano, Roy
Barreras, colocó un pin en representación de una "paloma de la
paz" en la solapa del recién investido presidente.
La
vicepresidenta, Francia Márquez, escogió un vestido largo azul y naranja del
mismo estilo étnico que ha llevado durante toda la campaña electoral y que es
una representación de la identidad del PacÃfico que su diseñador, Esteban
Sinisterra, ha intentado plasmar en todas sus apariciones públicas, con colores
y estampados africanos que ya se han convertido en un sÃmbolo identificativo de
la vicepresidenta.
Recientemente,
su marca, Esteban African, adelantó que la elección de vestuario para este
histórico momento en Colombia, con la primera vicepresidenta afro, estaba
inspirado en "la elegancia que tiene la mujer del PacÃfico, que tiene
la mujer negra y que también habla de esa diversidad que tenemos en
Colombia".
La
activista ambiental y defensora de los derechos humanos llega a la
Vicepresidencia de Colombia elevando la moda afro, y estuvo una vez más
acompañada de sus ya identificativos pendientes con la forma del mapa de
Colombia.
PAZ Y REPRESENTACIÓN
La ya
primera dama, Verónica Alcocer, lució un sobrio traje pantalón blanco del
diseñador Virgilio Madinah en una clara referencia a la tan anhelada paz, una
de las promesas de Petro y Márquez en campaña, y rompiendo estereotipos al
subirse al escenario sin el que hasta ahora habÃa sido el uniforme oficial de
las mujeres en estas ceremonias: el vestido.
Por su
parte, la hija mayor de Petro y Alcocer, SofÃa Petro, eligió la misma opción
que su madre: un traje pantalón, en su caso con colores azulados y morados
(alegando el color del feminismo que ha enarbolado), con un top tejido por
indÃgenas del Putumayo con pequeños detalles amarillos elaborados por la
comunidad embera chami, que simbólicamente unen a todas las comunidades
indÃgenas del paÃs.
Al top lo
acompañó una chaqueta cosida por dos artesanas de la localidad de
Ciudad BolÃvar de Bogotá, una de las más pobres de la capital
colombiana, con un poderoso mensaje bordado en sus mangas: "Justicia
social" y "Justicia ambiental".
En el
caso de Antonella Petro, lució un vestido "inspirado en el paisaje
desértico del departamento de La Guajira, que ofrece hermosos colores terracota
en contraste con el cielo y la diversidad de especies naturales", según
informó el equipo del presidente, acompañado por un chaleco en tejido wayuu, en
palabras de Alado, la firma encargada de diseñar el atuendo.
RECUERDO Y MEMORIA
Entre
otros de los asistentes que vistieron el cambio que representa este nuevo
gobierno estuvo la senadora MarÃa José Pizarro, quien colocó la banda
presidencial a Petro.
Pizarro
asistió al cambio de mando con un abrigo firmado por Diego Guarnizo y llevando
en su espalda un retrato, tejido por desmovilizados de las FARC, de su padre,
Carlos Pizarro, el primer exguerrillero que se presentaba a la Presidencia y
que fue asesinado durante la campaña en 1990.
También
el senador Iván Cepeda decidió usar una imagen en la solapa de su traje de su
padre Manuel Cepeda, lÃder del Partido Comunista asesinado en 1994 en el
genocidio contra la Unión Patriótica cuando era congresista.