El
escenario polÃtico nacional viene excitado. Porque las dos organizaciones
opositoras mayoritarias cifran, en la actual crisis económica, sus opciones de
regresar al Poder. Ahora sus coincidencias incrementan. Sus voceros y lÃderes
activaron un discurso que aprovecha esas ingobernabilidades heredadas que la
inflación mundial eleva a niveles desestabilizadores; dirigen sus dardos contra
la gobernanza, el “target” mayor.
Tras
capitalizar sus posibilidades electorales, airean la especie de su probable
alianza electoral, tema que conviene a ambos, resulte o no verdad. Entre el
hacha va y viene, incrementa sus oportunidades.
El
tiempo es de hacha y hachazos.
En tal
coyuntura, el partido gobernante está sumido en una crisis tétrada. La interna:
un gran descontento late por el alto grado de aristocratización de su
democracia interna; por las decepciones de muchos ante engaños y estafas
sufridas. Los opositores externos e internos coinciden al pretender
convertirlos en revancha. Diariamente lo expresan pre-candidatos internos y
opinantes organizacionales. Una amplia estela de malestar.
La segunda crisis incuba en la inflación importada, galopante y generalizada. Arrasa gobiernos y popularidad por doquier. Lanzó a la baja la simpatÃa del presidente estadounidense: a menos que el 30%. Las presentan como previsible derrota gubernamental: resultado predestinado, miméticamente esperado, vaticinado, oracular. ¡La fatalidad heredada del PRD!, han dicho.
La tercera la aporta ese funcionariado con un doctorado en incapacidad. En más del 75%, las entidades públicas están en letargo invisibles. Las que se presentan esgrimen temas regulares o lamentables, sin novedad para la población.Su rasgo distintivo: carencia creativa.
Ausencia de polÃticas públicas que satisfagan demandas ciudadanas. Sólo el propio interés. Hacer lo que desean y no lo que la gente siente necesitar.
Los ejemplos mayores son
Salud Pública y el Ministerio de Obras Públicas, con importantes presupuestos.
En el primero, deplorable atención hospitalaria y más niños muriendo,
indolentemente; sólo de Covid-19 se habla allÃ. Lo de Obras Públicas por igual:
un ministro saltando de lugar en lugar buscado prensa como pre-candidato, en
tanto la gente consume vida y dinero en tapones porque allà se cree que la
gente quiere pavimentación —la genialidad de un viceministro, sin ninguna
investigación guÃa. Después de dos años, las expresiones maledicentes contra el
gobierno en los taponamientos son su exclusiva responsabilidad.
La cuarta: los
funcionarios en rebeldÃa por la justicia independiente…
Observando tal
coyuntura, consultamos los diarios recientes. Atestiguan al Presidente
trabajando para la gente: congelando precios que dependen del gobierno
(electricidad, gasolina); aumentando en +$1,500.00 la ayuda social a los
pobres, para que la inflación no afecte a quienes ganan hasta RD$16,666.66;
apoyando las iniciativas del Banco Central y la Junta Monetaria para controlar
la inflación; ajustando el salario a la inflación y reembolsando los fondos en
las AFP a quienes no podrán disfrutar de pensión; manteniendo la universidad de
la seguridad social; aumentando las reservas internacionales y la inversión
extranjera directa (+21.2%); financiando la producción agrÃcola a tasa cero;
fortaleciendo el clima de negocios, seguridad y creación de empleos; elevando
el prestigio internacional dominicano, expresado en 3.55 millones de turistas
en medio año…
En fin, un
presidentazo que esas crisis no nos deben quitar. Por: