OMM/Carlos Castillejo Balsera Una tormenta llega a la playa de Barcelona, en España.
El
calor extremo en Europa occidental está provocando devastadores incendios
forestales en Francia y España y una sequía sin precedentes en Italia y
Portugal, mientras el Reino Unido ha registrado este martes la temperatura más
alta de su historia, con algo más de 40 grados centígrados, medidos en el
aeropuerto londinense de Heathrow.
Sin
embargo, esto no es una excepción. Las olas de calor como la que actualmente
vive Europa y otras tendencias negativas en el clima serán cada vez más
frecuentes y continuarán al menos "hasta 2060", según advirtió el
secretario general de la Organización Metrológica
Mundial (OMM).
Este
patrón está relacionado con el calentamiento observado del planeta que puede
atribuirse a la actividad humana, lo que suscita una gran preocupación por el
futuro del planeta.
"Las
olas de calor se están haciendo más comunes a causa del cambio
climático", dijo Petteri Taalas que, usando una analogía
deportiva, explicó que hemos dopado a la atmósfera inyectando
más gases de efecto invernadero, sobre todo dióxido de carbono,
por lo que el calentamiento y otras tendencias “continuarán al menos hasta
2060, independientemente del éxito o no a la hora de mitigar el cambio
climático".
“En
el futuro este tipo de olas de calor serán normales y veremos extremos aún más
fuertes. Hemos lanzado tanto dióxido de carbono a la atmósfera que la tendencia
negativa continuará en las próximas décadas y de momento no hemos sido capaces
de reducir nuestras emisiones mundiales”, subrayó el
experto en una rueda de prensa para analizar la actual ola de calor en Europa,
celebrada junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En
ese respecto, Taalas ahondó: "Ya hemos perdido la partida en lo que
respecta al deshielo de los glaciares. Esperamos que el deshielo de los
glaciares continúe durante los próximos cientos de años o incluso miles de
años... El aumento del nivel del mar continuará durante el mismo período".
Taalas
reflejó la creciente preocupación por los patrones climáticos extremos en su
elección de vestimenta el martes, dijo a los periodistas, eligiendo llevar
manga corta y una corbata roja y azul, en reconocimiento al creciente número de
alertas rojas que se encienden en toda Europa.
Efectos sobre la salud
Taalas recordó que
en 2003 una ola de calor dejó 75.000 muertos en Europa y destacó que, aunque
ahora hay mejores medios de adaptación, la Organización espera un aumento en
las muertes entre las personas mayores y con condiciones previas.
Sobre cómo nos
afecta medicamente a los seres humanos, habló también en la rueda de prensa la
doctora María Neira, de la Organización Mundial de la Salud, quien señaló que
las olas de calor suponen un desafío ya que cuando la temperatura llega a 41
grados es algo excepcional y el cuerpo tiene que luchar por mantener
estable la temperatura interna.
Esa lucha genera a
su vez fatiga, golpes de calor, hipertensión, hipertermia y un cambio de
comportamiento, agravado por la falta de descanso nocturno, que afecta incluso
la salud mental.
UNICEF/Srikanth Kolari Un glaciar de montaña de Kargil, India, se reduce a causa del aumento de las temperaturas y de la disminución de las nevadas.
Contaminación del aire
Las olas de calor
también actúan como una especie de tapa atmosférica, atrapando contaminantes y
degradando la calidad del aire, con consecuencias negativas para la salud,
sobre todo para personas vulnerables como los ancianos.
"El cambio
climático está afectando a nuestra salud de muchas maneras, no sólo por las
olas de calor, que tienen consecuencias directas", sino también en
otros ámbitos de la atención sanitaria esencial, como el aumento de los niveles
de enfermedad, añadió la doctora Neira, directora de Salud Pública y
Medioambiental de la OMS.
Explicó que está en
juego el acceso fiable a los alimentos y al agua, ya que los niveles de
producción agrícola “están en riesgo", y que “seguramente habrá escasez de
agua".
Además, dijo
que el 99% de la población mundial respira un aire que no cumple las
normas sanitarias establecidas por la ONU, lo que repercute enormemente en
las afecciones respiratorias y cardiovasculares crónicas.
Efectos sobre la agricultura y el
turismo
El director general
de la Organización Meteorológica Mundial también advirtió de los efectos de
estos fenómenos climáticos extremos en la agricultura, ya que agostan
los cultivos antes de las cosechas.
"Esperamos ver
grandes impactos en la agricultura. Durante las anteriores olas de calor en
Europa, perdimos gran parte de las cosechas. Y en la situación actual -ya
tenemos la crisis alimentaria mundial a causa de la guerra en Ucrania esta ola
de calor va a tener un mayor impacto negativo en las actividades
agrícolas", alertó Taalas.
Las olas de calor
también tendrán un impacto en el turismo en el sur de Europa ya que, como el
indica el funcionario de la ONU, no es muy agradable visitar los sitios
turísticos de países como Grecia, Italia, España y Portugal a temperaturas que
rondan los 40 grados.
Robert Stefansky,
jefe de Servicios Aplicados del Clima de la OMM, señaló por su parte que se
espera que el pico de la actual ola de calor se haya alcanzado este martes en
el Reino Unido, Francia y Suiza, aunque se prevé que continué unos días más.
Stefansky recordó
que aún no se ha superado el récord de temperatura en Europa, registrado en la
isla italiana de Sicilia el año pasado, cuando se alcanzaron los 48,8 grados
centígrados, pero indicó que ayer el servicio meteorológico de Portugal observó
una temperatura de 47 grados.
“Nuestra
preocupación es que estos récords se producen cada vez más cercanos en el
tiempo”, añadió Stefansky.