Unsplash/Ehimetalor Akhere UnuabonaManifestación "Respect my HIV" (Respata my VIH) en Londres, noviembre de 2021.
Pese a la
eficacia de los tratamientos contra el VIH y de las herramientas para prevenir,
detectar y tratar las infecciones oportunistas, la pandemia de sida se cobró el
año pasado una media de una vida por minuto con 650.000 muertes, destacó este
miércoles un nuevo informe de ONUSIDA.
El estudio, que
se presentó en vísperas de la Conferencia Internacional sobre el Sida que se
celebrará en la ciudad canadiense de Montreal, revela que la aparición del COVID-19 y otras crisis mundiales
han debilitado los avances contra el VIH, y han reducido los recursos en el
combate contra la enfermedad.
Aunque
las cifras globales parecen indicar una caída de los registros de los nuevos
casos de la enfermedad, el número de nuevas infecciones a nivel mundial se
redujo solo un 3,6% entre 2020 y 2021, el
menor descenso anual de nuevos contagios por el VIH desde 2016.
A
este registro, se le suma otro dato importante: desde hace varios años, Europa
del Este y Asia Central, Oriente Medio y el Norte de África y América Latina
siguen experimentando crecimientos anuales de las infecciones por el VIH.
Así,
en Asia y el Pacífico las nuevas infecciones por VIH aumentan donde antes
disminuían y en África oriental y meridional, el rápido progreso de los años
anteriores se ralentizó considerablemente en 2021.
En
el lado positivo, en África Occidental y Central y en el Caribe se produjeron
notables descensos de las nuevas infecciones por el VIH, pero en estas regiones
la respuesta a la enfermedad se
ve amenazada por la creciente escasez de recursos.
"Estos
datos muestran que la respuesta mundial al sida está en grave peligro. Si no
avanzamos rápidamente estaremos perdiendo terreno, mientras la pandemia crece
entre el COVID-19, los desplazamientos masivos y otras crisis. Recordemos los
millones de muertes evitables que estamos tratando de detener", afirmó la
directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima, en la presentación del
informe.
Los
países con el mayor aumento de nuevas infecciones por VIH desde 2015 fueron:
Filipinas, Madagascar, Congo y Sudán del Sur. Por otro lado, Sudáfrica,
Nigeria, India y la República Unida de Tanzania tuvieron algunas de las
reducciones más significativas en el número de infecciones por el VIH.
La
falta de progreso provocó que el año pasado se registraran cerca de 1,5
millones de nuevas infecciones, una cifra que supera en más de un millón los
objetivos mundiales contra la enfermedad.
Las
marcadas desigualdades dentro de los países y entre ellos obstaculizan los
avances en la respuesta al VIH, y el propio virus está ampliando aún más esas
desigualdades.
UNICEF/Karin Schermbrucke Una madre y su hijo de nueve años, ambos seropositivos, en una clínica en Mubende, Uganda.
Las mujeres y las niñas lideran
el número de nuevas infecciones
Las mujeres y las
adolescentes fueron el grupo poblacional más afectado por las nuevas
infecciones durante el 2021, con un nuevo contagio cada dos minutos.
El crecimiento de
VIH en clave de género, en particular para las mujeres jóvenes y las niñas
africanas, coincidió con la interrupción de los servicios de tratamiento y
prevención de la enfermedad, con millones de niñas que se quedaron sin asistir
a la escuela debido a las pandemias, y por el aumento de los embarazos
adolescentes, junto a la violencia de género.
La probabilidad de
que las adolescentes y las mujeres jóvenes adquieran el VIH en el África
subsahariana es tres veces mayor que la de los adolescentes y los hombres
jóvenes.
Con relación a
otros grupos poblacionales, entre 2019 y 2021 la prevalencia del VIH entre los
hombres que tienen sexo con hombres casi se duplicó en El Salvador y se
multiplicó por ocho entre las personas transgénero.
Las cifras actuales se alejan de
los objetivos para el 2025
El informe también
muestra que el acceso al tratamiento antirretroviral de todas las personas que
conviven con el VIH está fallando, ya que durante 2021 creció más lentamente
que en toda una década
Aunque tres cuartas
partes de todas las personas que viven con el VIH cuentan con acceso a
tratamiento antirretroviral, todavía hay diez millones de personas no lo
tienen, y solo la mitad (52%) de los niños que viven con la enfermedad tienen
acceso a medicamentos que les pueden salvar la vida; la brecha en la
cobertura del tratamiento del VIH entre los niños y los adultos está aumentando
en lugar de reducirse.
El estudio destaca
las devastadoras consecuencias que pueden suceder si no se toman medidas
urgentes para atajar estas desigualdades. De mantenerse el ritmo actual, el
número de nuevas infecciones anuales superará los 1,2 millones en 2025, año en
el que los Estados miembros de las Naciones Unidas se fijaron un objetivo de
menos de 370.000 nuevos contagios.
Además, en un
momento en que es más necesaria que nunca la solidaridad internacional muchos
países de renta alta están recortando sus ayudas. Los recursos internacionales
disponibles para el VIH durante el año pasado fueron un 6% inferiores a los de
2010.
La ayuda al
desarrollo para el VIH procedente de donantes bilaterales, aparte de los
Estados Unidos de América, se ha desplomado un 57% en la última década. La
respuesta al VIH en los países de ingresos bajos y medios tiene un déficit de
8000 millones de dólares con relación a la cantidad necesaria para 2025.
"Todavía es
posible que los líderes vuelvan a encauzar la respuesta para acabar con el sida
en 2030", afirmó Byanyima.
La máxima
responsable de ONUSIDA razonó que acabar con la enfermedad “costará mucho menos
dinero que no acabar con el sida. Y lo que es más importante, las acciones
necesarias para acabar con el sida también prepararán mejor al mundo para
protegerse de las amenazas de futuras pandemias."
UNICEF/Giacomo Pirozzi Una niña de nueve años, portadora del VIH, dibujando en un centro de día que cuenta con el apoyo de UNICEF. La institución ofrece atención psicosocial en Tashkent, Uzbekistán.
Un nuevo test casero para
detectar el VIH que costará un dólar
En la búsqueda de
facilitar aún más el acceso a los test de diagnóstico, la Organización
Mundial de la Salud (OMS) precalificó una prueba casera que costará
sólo un dólar gracias una nueva asociación entre la Iniciativa Clinton de
Acceso a la Salud y las empresas MedAccess y Biotech.
Esa prueba se pondrá a
disposición del sector público en los países de renta baja y media.
Según la OMS, muchas personas
entre las poblaciones de alto riesgo de contraer el VIH consideran que la
autoevaluación es una opción conveniente y confidencial de detección del virus.
La OMS recomienda el
autodiagnóstico del VIH como una forma segura, precisa y eficaz de llegar a las
personas que de otro modo no se harían la prueba y, hasta la fecha, ha
precalificado seis pruebas caseras tanto en fluidos orales como en productos a
base de sangre, asegurando la calidad y facilidad de su uso.