EFE
Washington,
Estados Unidos
Miles de
personas cruzan cada día la frontera entre Tijuana (México) y San Diego
(EE.UU) para ir a trabajar, estudiar, comprar o hacer negocios. Una
realidad que el grupo binacional y bilingüe The Frontera Project ha subido a
las tablas para derribar estereotipos con el poder del arte.
El proyecto comenzó a gestarse en 2019 y ha llegado esta semana a Washington en el
marco de una gira por la que ha recorrido ya parte de Estados Unidos y que en
otoño acudirá a Tijuana para acercar esas historias tanto a sus protagonistas
en la vida real como a quienes las desconocen.
Sus 80 minutos de duración se construyen con un mosaico de
anécdotas, muchas
de ellas autobiográficas, que perfilan el día a día de quienes hacen vida en
ambos países: desde las horas que cuesta cruzar esa frontera hasta la
discriminación que sufren quienes no tienen todos los papeles necesarios.
La injusticia
más flagrante que se denuncia, según indicó a EFE su codirector, el mexicano
Ramón Verdugo, es privar a la gente de la posibilidad de desplazarse: "La migración es una ley
natural. Nos movemos para poder estar en un lugar donde
nos sintamos más cómodos y seguros".
Por eso, su
mensaje cobra especial significado al hacerse oír hasta este próximo lunes en
la capital estadounidense, "una ciudad donde se gestan tantas
decisiones" y que les ha hecho hueco en el National Building Museum.
Fronteras
políticas
En ese mismo
museo la exposición "The wall/El muro" ahonda en que las fronteras
son construcciones políticas y recalca
que la de México y Estados Unidos se definió como parte del proceso de
negociación del tratado que puso fin a la guerra en 1848.
The Frontera
Project pone cara al resultado de esas decisiones históricas. Lo hace a través
de un protagonista que se tenía que levantar a las cuatro de la mañana en
México para llegar al colegio en Estados Unidos a las ocho, o de otro que ha
llegado a la conclusión de que se puede pertenecer a más de un lugar a la vez.
El relato va
acompañado de cifras. La Oficina de Aduanas y Protección fronteriza calcula que
desde finales de la década de los noventa el
número estimado de muertes de migrantes a lo largo de la frontera sur, muchas
de ellas por deshidratación, se eleva a 8.032.
"Las
estadísticas son parte de la realidad, pero no lo son todo", sostiene
Verdugo, director artístico de Tijuana Hace Teatro y que firma esta última obra
junto a la directora estadounidense Jessica Bauman.
Binacional
y Bilingue
La
representación tiene
lugar en inglés y español, y una audiencia familiar como su público
objetivo. Está pensado como un espectáculo interactivo,
que facilita que los más jóvenes conozcan otras perspectivas mediante la
música, la representación y el juego.
"Las artes
escénicas son muy poderosas porque nos permiten hablar de nosotros mismos a
través del arte. No solo obedecen a un asunto racional, sino también
emocional", añade el codirector, quien en su día se sorprendió de ver cómo
esa vida tan interiorizada para quienes pueden ir y volver resultaba tan particular
para el resto.
En su
confrontación ante el público se muestra tanto a quien tiene el privilegio de
cruzar diariamente de una ciudad a otra como a quien ve frenado ese camino.
Solo en 2019, según sus cifras, 600
personas murieron en el intento, de las que una quinta parte
fueron mujeres y niños.
"Las
historias que trae la frontera son múltiples y muy diversas. Muchas veces se
han consumido gracias a los medios, a ciertas noticias o a historias que cada
uno escucha. Lo que hacemos con esto es sumar una perspectiva. Esta es otra
cara", concluye el codirector.