ONU/Loey Felipe Vista panorámica de la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la situación en Ucrania. (Foto de archivo)
Rusia vetó hoy en el Consejo de seguridad una propuesta
para prorrogar por un año las entregas de ayuda humanitaria de la ONU desde
Turquía a unos cuatro millones de personas en el noroeste de Siria, controlado
por la oposición.
La resolución, redactada por
Irlanda y Noruega, recibió 13 votos a favor, mientras que China se
abstuvo.
Un segundo proyecto de
resolución, presentado por Rusia y que pedía la renovación por seis
meses con una nueva resolución en enero, no obtuvo suficiente apoyo
para ser adoptado. Solo Rusia y China votaron a favor. Estados Unidos,
Reino Unido y Francia votaron en contra y los diez miembros no permanentes se
abstuvieron
Para que se apruebe una
resolución se necesitan nueve votos a favor y ningún veto de los cinco miembros
permanentes: Rusia, China, Estados Unidos, Gran Bretaña o Francia.
La actual autorización
excepcional del Consejo de Seguridad de la ONU para la entrega de ayuda
humanitaria a través de Bab al Hawa, el último paso fronterizo que queda en el
noroeste de Siria, expira el 10 de julio.
Explicación del voto
Tras la votación, el
representante de Rusia, el representante adjunto Dmitry Polyanskiy, dijo
que su consideración primordial era salvaguardar la soberanía y la
integridad territorial de Siria.
El representante chino consideró
que se debe respetar plenamente el liderazgo del gobierno sirio para
resolver la cuestión humanitaria en Siria, y que la ayuda desde otras partes de
Siria debe ser el principal canal de asistencia humanitaria. Zhang Jun pidió a
los miembros que sigan negociando para intentar lograr un compromiso.
Los representantes de muchos
países, incluido Estados Unidos, subrayaron que las agencias necesitan un
tiempo predecible para planear las operaciones humanitarias y que una prórroga
de seis meses no es suficiente.
"Se trata de una cuestión de
vida o muerte y, trágicamente, habrá personas que morirán por culpa de esta
votación y del país que ha desplegado cínicamente el veto", dijo la
embajadora de Estados Unidos, Linda Thomas-Greenfield, ante el Consejo.
La actual autorización vence el
domingo, por lo que los países pueden volver a reunirse para seguir
discutiendo. Sin embargo, el embajador ruso dijo a la prensa
que únicamente aceptará un texto similar al que planteó hoy. "Si no,
creo que se ha pasado la página", aseguró.
OCHA/Steve Hafez Una mujer viuda carga a su nieto en un campamento de desplazados en la provincia siria de Idlib.
Las necesidades humanitarias de
Siria son cada vez mayores
En 2014, el Consejo de Seguridad
de la ONU aprobó una resolución que autorizaba las operaciones de ayuda
transfronteriza en Siria a través de cuatro pasos en Iraq, Jordania y Turquía.
Pero a medida que el Consejo de Seguridad va retirando su autorización, Bab
Hawa, en la frontera turca, se ha convertido en el último paso que sigue
abierto.
A través de Bab Hawa se puede
entrar directamente en la zona de Idlib, el último bastión en poder de la
oposición siria. Unos mil camiones transportan alimentos,
medicinas y otros materiales a través de Bab al Hawa cada mes, para
cubrir las necesidades de unos 4,1 millones de sirios.
La ONU calcula que 14,6 millones
de sirios dependen ahora de la ayuda humanitaria, la cifra más alta jamás
registrada.
“Fracaso de primer orden”
La Comisión de Investigación de
la ONU sobre Siria advirtió en mayo que sería un fracaso de primer orden si el Consejo de
Seguridad no ampliar la autorización para usar el paso.
“La comunidad internacional debe
salvaguardar la actual asistencia transfronteriza”, dijo la Comisión.
Antes de la votación del Consejo
de Seguridad, un grupo de relatores y expertos independientes* advirtió de que
la interrupción de la ayuda “socavaría los derechos de la población que depende
del apoyo de la comunidad internacional”.
“La ayuda humanitaria no debe
utilizarse como arma de guerra, y todas las partes interesadas deben
dar prioridad a las necesidades de ayuda humanitaria de la población del país.
La vida, la salud y la dignidad de una parte importante de la población
dependen de la negociación de la futura resolución", añadieron.
*Los expertos: Sra. Tlaleng
Mofokeng, Relatora Especial sobre el derecho a la salud; Sra. Reem Alsalem,
Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer, sus causas y
consecuencias; Sra. Claudia Mahler, Experta Independiente sobre el disfrute de
todos los derechos humanos por las personas de edad; Sr. Fernand de Varennes,
Relator Especial sobre cuestiones de las minorías; Sr. Livingstone Sewanyana,
Experto independiente sobre la promoción de un orden internacional democrático
y equitativo; el Sr. Saad Alfarargi, Relator Especial sobre el derecho al
desarrollo; la Sra. Cecilia Jiménez-Damary, Relatora Especial sobre los
derechos humanos de los desplazados internos; la Sra. Melissa Upreti
(Presidenta), Dorothy Estrada-Tanck (Vicepresidenta), Elizabeth Broderick,
Ivana Radačić y Merkerem Geset Techane, Grupo de Trabajo sobre la
discriminación contra las mujeres y las niñas; Alexandra Xanthaki, Relatora
Especial en el ámbito de los derechos culturales; Mr. Gerard Quinn, Relator
Especial sobre los derechos de las personas con discapacidad; el Sr. Obiora C.
Okafor, Experto Independiente en derechos humanos y solidaridad internacional;
y el Sr. Michael Fakhri, Relator Especial sobre el derecho a la alimentación.
Los
relatores especiales forman parte de los Procedimientos
Especiales del Consejo de
Derechos Humanos. Los Procedimientos Especiales, el mayor órgano de
expertos independientes en el sistema de la ONU para los Derechos Humanos, es
el nombre general de los mecanismos independientes de investigación y monitoreo
establecidos por el Consejo para hacer frente a situaciones concretas en países
o a cuestiones temáticas en todo el mundo. Los expertos de los Procedimientos
Especiales trabajan de manera voluntaria; no son personal de la ONU y no
perciben un salario por su trabajo. Son independientes de cualquier gobierno u
organización y actúan a título individual.