UNICEF/Stuart Tibaweswa Nakwang Prisca, de 15 años, alumna de la escuela primaria de Lokiel, en el distrito de Karenga, se lava las manos para prepararse para el almuerzo en la escuela.
Pese a que sigue disminuyendo el
número de escuelas que no disponen de los servicios básicos de agua,
saneamiento e higiene, persisten las profundas desigualdades entre países y
dentro de ellos, denunciaron este jueves la Organización Mundial de la Salud (OMS)
y el Fondo de la ONU
para la Infancia (UNICEF)
en su Programa Conjunto de Monitoreo sobre estos servicios.
En un informe, las agencias destacaron que los
estudiantes más afectados son los de los países menos adelantados y los que
viven en entornos vulnerables. El estudio proporciona nuevos datos e indica que
hay pocas escuelas que cuenten con servicios de agua, saneamiento e higiene
accesibles para las personas con discapacidad.
Así, el 29% de los centros
escolares de todo el mundo carecen de servicios básicos de agua potable,
afectando a 546 millones de estudiantes; el 28% de los colegios no disponen de
servicios básicos de saneamiento, impactando a 539 millones de alumnos; y el
42% no cuentan con servicios básicos de higiene, una situación que repercute en
802 millones de alumnos.
Las dos regiones donde la
cobertura de servicios básicos de saneamiento e higiene en las escuelas sigue
siendo inferior al 50% son África subsahariana y Oceanía; la primera es la
única zona donde el servicio básico de agua potable en los colegios todavía
está por debajo del 50%.
Para lograr la cobertura
universal en las escuelas en 2030, es necesario multiplicar por 14 los
actuales índices de progreso en materia de agua potable, triplicar los
destinados a saneamiento y quintuplicar los de higiene.
La situación todavía es más
compleja en los países menos adelantados y en los entornos vulnerables ya que
para alcanzar la cobertura universal de los servicios de saneamiento en las
escuelas para 2030 requeriría multiplicar por más de 100 y por 50 los respectivos
índices de progreso actuales.
UNICEF/Fauzan Ijazah Un niño (izquierda) con una deficiencia física, se sienta al lado de su mejor amigo que tiene una discapacidad visual, en Banyumas, Java Central, Indonesia.
Escasa preparación en las
escuelas para los menores con discapacidad
El estudio señala que tan solo un
número limitado de países informó sobre la prestación de servicios de agua,
saneamiento e higiene accesibles para las personas con discapacidad en las
escuelas.
Los nuevos datos nacionales
demuestran que la cobertura es baja y varía mucho entre los niveles
escolares y las ubicaciones urbanas y rurales, y que es más probable que
las escuelas tengan servicios accesibles de agua potable que de saneamiento o
higiene.
En la mitad de los países de los
que se dispone de datos, menos de una cuarta parte de las escuelas contaban con
baños accesibles para personas con discapacidad. A modo de ejemplo, ocho de
cada diez escuelas yemeníes tenían servicios, pero sólo una de cada 50 contaba
con retretes accesibles para personas con discapacidad.
En la mayoría de los países que
reportaron sobre esta cuestión, las escuelas tienen más probabilidades de
contar con infraestructuras y materiales adaptados -como rampas, tecnología de
apoyo y material didáctico- que baños accesibles para personas con
discapacidad.
En El Salvador, dos de cadacinco
escuelas tienen infraestructuras y materiales adaptados, pero sólo una
de cada 20 tiene inodoros accesibles para discapacitados.
Reacciones al informe
La directora de Agua, Saneamiento
e Higiene y Clima, Medio Ambiente, Energía y Reducción del Riesgo de Desastres
de UNICEF, Kelly Ann Naylor, subrayó que todavía hay demasiados niños que en
sus escuelas carecen de agua potable, inodoros limpios y jabón, una situación
que dificulta el aprendizaje.
“La pandemia de COVID-19 puso
de manifiesto la importancia de proporcionar entornos de aprendizaje saludables
e inclusivos (…) El camino hacia la recuperación pasa por equipar a las
escuelas con los servicios básicos para luchar contra las enfermedades
infecciosas ahora y en el futuro", enfatizó.
Una opinión que respaldó la
directora del Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la
OMS cuando apuntó que el acceso al agua, el saneamiento y la higiene no solo es
esencial en la prevención de esas afecciones, sino que también es un requisito
indispensable “para la salud, el desarrollo y el bienestar de los niños".