AP
Londres,
Reino Unido
Dustin
Johnson, Phil Mickelson y otros miembros de la Gira de PGA que compitieron el
jueves en una liga financiada por el fondo soberano de Arabia Saudí no podrán
participar en los torneos de la PGA, según las sanciones que el comisionado Jay
Monahan difundió apenas se tomó el primer golpe de salida en Inglaterra.
Resta por
verse si esos golfistas podrán volver a la Gira de la PGA.
El
veto incluye la participación en la Copa de Presidentes, que para definir el
equipo Internacional se emplea el ranking mundial.
La Federación
Estadounidense de Golf ya había dicho que todo jugador elegible podrá competir
en el Abierto de Estados Unidos. La Gira de la PGA no organiza los majors.
En un memorándum
enviado a los miembros de la PGA, Monahan señaló que incluso si un jugador
renuncia a la gira previo al primer torneo del LIV Golf Invitational en las
afueras de Londres, no se le permitirá competir en torneos de la PGA sin
membresía al cobijarse con la excención de un patrocinador.
Nueve jugadores
han renunciado a la Gira de la PGA, lista en la que destacan Johnson y Sergio
García. Graeme McDowell lo hizo 30 minutos antes de su tee. Mickelson, dueño de
una afiliación vitalicia con sus 45 títulos de la PGA, no lo ha hecho.
“Estos jugadores
tomaron su decisión por motivos financieros”, escribió Monahan. “Pero no pueden
exigir los mismos beneficios de membresía de la PGA, consideraciones,
oportunidades y plataformas que tienes. Eso es una falta de respeto a tí, a
nuestros aficionados y a nuestros socios”.
Ian Poulter dijo
que apelará. McDowell señaló que quería “preservar la autoridad moral” al
renunciar y así minimizar litigios.
Mickelson no
quiso referirse a la situación, salvo decir que no quería hablar de la Gira de
la PGA en su primer torneo en cuatro meses. Confirmó que disputará ocho de los
torneos de la liga saudí, cinco de los cuales serán en Estados Unidos.
LIV Golf,
gestionada por Greg Norman con la inversión del fondo soberano saudí, respondió
a la decisión de la PGA tildándola como vengativa y divisiva.
“Es problemático
que la gira, una organización dedicada para crear oportunidades de juego a los
golfistas, es una entidad que impida que los golfistas compitan”, dijo LIV
Golf. “No es la última palabra en este asunto. La era de la agencia libre ha
comenzado y nos sentimos orgullosos de contar con un elenco completo de
jugadores en Londres y a futuro”.
El punto de
discordia es que los jugadores puedan competir en un torneo rival sin recibir
el aval de la Gira de la PGA. Los jugadores suelen recibir tres de esos permisos
por año, pero Monahan no otorgó avales para el LIV Golf Invitational por ser
una serie de ocho torneos que incluye cinco certámenes en Estados Unidos.
La gira no
otorga permisos para torneos en Norteamérica.
“Hemos cumplidos
con la normativa de los torneos de principio a fin al responder a esos
jugadores que han decidido darle la espalda a la Gira de la PGA al quebrantar
obstinadamente una regla”, escribió Monahan.
El campeón de la
PGA Justin Thomas y Rory McIlroy alabaron la decisión. Ambos compiten esta
semana en el Abierto de Canadá, torneo de la gira.
“Creo que el que
reaccione sorprendido es que no ha estado prestando atención al mensaje que Jay
y otros han venido dando”, dijo Thomas.
Monahan dijo que
los jugadores que renunciaron serán sacados de las clasificaciones de la gira
luego de esta semana. Añadió que quienes no han renunciado no afectarán el
ranking de otros.
Pero sigue sin
aclararse si los jugadores podrán volver al seno de la PGA.
La primera
prueba será el Travelers Championship en Connecticut, la semana posterior al
Abierto de Estados Unidos. Johnson se inscribió en el torneo.
El LIV Golf
Invitational se transmitió por streaming en YouTube y Facebook. Previo a la
primera ronda, Norman se expresó entusiasta de ver fructificar un empeño de 30
años.
Norman intentó
fundar un World Golf Tour en la década de 1990, únicamente para jugadores de la
élite, y tenía asegurado un contrato televisivo hasta que la Gira de la PGA
desbarató el plan con el respaldo de Arnold Palmer. Norman se dio cuenta muy
tarde de que el apoyo de los jugadores era tibio. El circuito nunca pudo
despegar.
Pero este lo ha
ha hecho, amparado por una riqueza nunca vista por el golf. El diario británico
The Daily Telegraph informó que Johnson recibió 150 millones de dólares — más
que las ganancias de Tiger Woods en su carrera en la Gira de la PGA — sólo por
firmar. Mickelson no ha desmentido las versiones de que recibió 200 millones.
Cada torneo
reparte 25 millones de dólares en premios, con 4 millones para el ganador. El
torneo más lucrativo de la Gira de la PGA es el Players Championship, con bolsa
de 20 millones. El Abierto de Canadá, que este fin de semana ha convocado a
cinco de los diez primeros del mundo, reparte 8,7 millones de dólares en
premios.