Cada año la industria del tabaco
le cuesta al mundo más de ocho millones de vidas, 600 millones de árboles,
200.000 hectáreas de tierra, 22.000 millones de toneladas de agua y 84 millones
de toneladas de CO2, según un informe de la Organización Mundial de la Salud.
"La industria del tabaco es
uno de los peores contaminantes del mundo, causando deforestación, desperdicio
de agua, contaminación del aire y playas, parques y aceras de las ciudades
llenas de basura", Ruediger Krech, director de promoción de la salud de la
agencia de la ONU.
Los árboles cortados para plantar
tabaco representan el 5% de la deforestación. Además, la mayor
parte del tabaco se cultiva en países de ingresos bajos y medios, donde el agua
y las tierras de cultivo se necesitan para producir alimentos.
Productos como los cigarrillos,
el tabaco sin humo y los cigarrillos electrónicos también contribuyen a
la acumulación de la contaminación por plásticos.
El informe señala que los costes
de la limpieza de los desechos del tabaco recaen en los contribuyentes, en
lugar de en la industria que crea el problema. La OMS insta a obligar a la
industria tabacalera a responsabilizarse de la limpieza, a pagar por dañar el
medio ambiente y a dejar de subvencionar el crecimiento del tabaco.
Gary Todd Metanfetaminas en Fuzhou, Fujian, China. Los carteles de la droga del sur y sureste asiático siguen expandiéndose.
Más de mil millones de tabletas
de metanfetamina, incautadas en Asia
Más de mil
millones de tabletas de metanfetamina fueron incautadas en Asia oriental y
sudoriental en 2021, mientras el comercio regional de drogas sigue expandiéndose.
El total es siete
veces superior al de hace 10 años, y más de 35 veces superior
al de hace cerca de 20 años.
El crimen
organizado y los grupos armados han aprovechado la pandemia y la inestabilidad
política en el Triángulo de Oro, una región entre Tailandia, Laos y Myanmar, y
las zonas fronterizas de Myanmar para ampliar la producción.
La Oficina de las Naciones
Unidas contra la Droga y el Delito en el área
advirtió de que "la escala y el alcance del comercio de metanfetaminas y
drogas sintéticas en el este y sudeste de Asia es impactante y puede seguir
creciendo si la región no cambia su enfoque y se enfrenta a las razones
primarias que han permitido que se llegue a este punto".