Tras una fantástica regular
season, el base de Memphis está demostrando que los focos de playoffs no solo
no le intimidan, sino que le alimentan para ir más allá. Anoche, recibiendo a
los Warriors y tras haber perdido el primer encuentro, se sacó de la chistera
una exhibición de 47 puntos, 8 rebotes, 8 asistencias y 3 robos para dejar con
la boca abierta a esos pocos que aún intentaban negar la verdad: este chico es
impresionante.
Si Taylor Jenkins avisó en la
previa que tenían la confianza intacta, sus pupilos se encargaron de
demostrarlo –con Morant al mando–. Abrieron fuego con un parcial de 8-0 para
marcar territorio y dominaron en el marcador durante tres cuartos; sin embargo,
el rival al que se enfrentan tampoco es de los que cae a la lona sin más. Los
Warriors se agarraron al partido y a cuatro minutos del final se colocaron
justo con cuatro puntos de renta. Fue ahí cuando Morant levantó la mano y dijo:
«Aquí estoy yo».
En un ejercicio de leyenda, el
base de los Grizzlies sumó 14 puntos consecutivos en tres minutos (todos los de
su equipo) para levantar el rugir del FeDexForum y cerrar una noche mágica. A
su equipo no le sobró ni una de sus canastas, pero la sensación fue que si
hubiesen necesitado algo más, él lo hubiese conseguido. Simplemente disfruten:
«La derrota de la otra noche
estuvo mucho tiempo en mi mente, obviamente más por esa bandeja fallada al final…
Pero al llegar hoy, me dije que necesitábamos una victoria y que íbamos a
conseguirla. Simplemente me encargué de salir y hacer eso por nosotros». Dicho
y hecho. Y de paso se convierte en el único jugador, junto a Kobe Bryant y
LeBron James, con más de un partido de 45 puntos en playoffs ante de cumplir
los 23 años. Normal que su entrenador viva asombrado con él.
Fuente: NBAMANIACS