La Procuraduría General de la República informó este martes que investiga otra
muerte de un hombre que fue detenido en el destacamento Las 800, en el sector Los
Ríos, del Distrito Nacional.
El
órgano acusador explicó que avanza las indagatorias para dar con los responsables de la muerte
del herrero José Guillermo Méndez
(Pitulí), quien en el trayecto de su trabajo a la casa fue detenido y llevado
al destacamento.
Su
detención se produjo alrededor de las 11:00 de la noche del 30 de mayo de 2021,
cuando Pitulí se dirigía hasta su hogar, ubicado a dos cuadras del lugar donde
laboraba, y al día siguiente amaneció
muerto en la celda.
En
ese momento la versión preliminar de la Policía fue que el hombre se había
ahorcado en la celda, pero sus familiares sostienen que su cuerpo estaba “apotemado” de los
golpes, lo que contradice la versión de la policía.
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Al
momento de ser apresado fue despojado de todas sus pertenencias y solo le
permitieron el pantalón que llevaba puesto esa noche e introducido en una celda
con tres reclusos más.
Según
sus familiares, los agentes policiales les dijeron que Guillermo había sido
introducido en la celda en la noche y cuando fueron a ver a las 7:00 de la
mañana estaba ahorcado. “Nos mandaron a homicidios a buscar su cuerpo sin
darnos una explicación”, expresó la señora Máxima Álvarez, madre del herrero.
Al
llegar al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), les dijeron que el
cuerpo de Guillermo se encontraba allí pero que no podían entregarlo ese día y
al otro día cuando la familia fue a retirarlo,
lo único que recibían eran historias., como una excusa.
Según
los padres del fallecido, al momento de identificar el cuerpo de Guillermo
solamente le mostraron la parte de la espalda y su cabello, porque los
trabajadores del Inacif les dijeron que estaba en estado de descomposición.
Luego
de horas de espera y trabas para la entrega del cadáver lo reciben, pero con la
condición de que no podían hacer el velatorio ni tampoco abrir la funda negra
donde se lo entregaron.
En
el sector Los Ríos los habitantes definieron a Guillermo como una persona humilde,
alegre y amorosa con mucha esperanza en el futuro y aseguran que no es posible
que este se hubiese suicidado.
Este
30 de mayo se cumple un año de su muerte y aún sus familiares no tienen
respuesta de lo que pasó allí y quiénes son los verdaderos culpables de
quitarle la vida.