AP
PARIS
Eficaz y
con vocación de gloria, al Real Madrid le bastó un certero golpe de nocaut y
una actuación providencial de su arquero para extender su récord, al
proclamarse monarca europeo por 14ta ocasión.
VinÃcius
Junior marcó en el segundo tiempo para cambiar la narrativa de un encuentro en
que el Madrid fue más bien dominado, y el conjunto Merengue superó 1-0 al
Liverpool para coronarse en la Liga de Campeones.
En
una final que comenzó con 37 minutos de retraso por una serie de desórdenes en
el ingreso de los aficionados al Stade de France, el tanto del brasileño a los
59 marcó la diferencia, tras un pase del uruguayo Federico Valverde que se
paseó frente al arco.
Ello dio también
un récord a Carlo Ancelotti, con su cuarto tÃtulo del máximo certamen europeo
de clubes.
Mientras que el
Madrid completó un doblete de “Champions” y La Liga, Liverpool terminó una
campaña que prometÃa mucho apenas con dos copas nacionales en Inglaterra.
Se le escaparon
los dos premios mayores.
Hace una semana,
tampoco pudo coronarse en la Premier, con lo que se evaporó el sueño de un
póquer de cetros, algo sin precedente.
Y el sábado,
pese a dominar largos episodios del encuentro en el suburbio parisiense, no
encontró la forma de vencer al arquero Thibaut Courtois.
El guardameta
belga manoteó un balón que terminó impactando el palo. Y a los 81, aportó una
intervención incluso mejor, para evitar un tanto del egipcio Mohamed Salah,
quien se habÃa colocado junto a un poste y trató de empujar el balón a las
redes para empatar.
“Hoy nadie se
iba a interponer en mi camino para ganar la Champions”, dijo Courtois.
En efecto, fue
el Madrid el que consolidó su estatus como “Rey de Europa”. Ahora posee el
doble de cetros que su más cercano perseguidor, el Milan, que ha sido campeón
continental en siete ocasiones.
Liverpool se
estancó con seis.
Al sonar el
pitazo final, VinÃcius cayó de rodillas y se cubrió el rostro con las manos.
Los compañeros del brasileño corrieron hacia el graderÃo donde estaban los aficionados
madridistas.
Otro brasileño,
Marcelo, no jugó un solo minuto de la final, pero ratificó su condición de
ganador compulsivo de trofeos con el Madrid. Fue él quien recibió el honor de
levantar el trofeo, mientras volaban las serpentinas y estallaba la pirotecnia.
En esta nueva
coronación, no hizo falta el tipo de remontada heroica que el gigante español
tuvo que lograr para eliminar al multiestelar ParÃs Saint-Germain, el campeón
defensor Chelsea y el poderoso Manchester City en la fase de eliminación
directa.
Pero el
resultado fue de nuevo una victoria.
Los problemas
con la multitud, previos al encuentro, empañaron la final, y seguramente serán
objeto de una investigación de la UEFA y de las autoridades francesas en los
próximos dÃas.