La Agencia de la ONU para los Refugiados expresó
este viernes su preocupación por el fuerte aumento de personas, entre ellas un
creciente número de haitianos, que se embarcan en peligrosas travesías por el
Mar Caribe, muchas de ellas en embarcaciones sobrecargadas y no aptas para la
navegación.
Esta
preocupante tendencia se evidenció este miércoles cuando una embarcación
con más de 800 haitianos cuyo destino final era llegar a la costa de
Estados Unidos terminó en Cuba. El capitán del navío abandonó el barco
durante el trayecto y el barco quedó a la deriva en alta mar.
La
portavoz del organismo instó a los gobiernos de la región a cumplir con
sus obligaciones de salvamento marítimo y a garantizar la
identificación y el acceso rápido y sin trabas a los procesos de asilo de todas
las personas que precisen protección internacional.
Shabia
Mantoo recordó que la búsqueda y el rescate en el mar es un requisito legal y
humanitario, y que entre las personas socorridas hay refugiados y otras
personas que necesitan ser protegidas.
“Para
responder con eficacia y garantizar que las personas necesitadas de protección
internacional no sean devueltas a su país de origen y a los peligros de los que
han huido, son fundamentales la coordinación, la solidaridad y el
reparto de responsabilidades”, añadió.
La
inestabilidad en Haití provoca una oleada de movimientos migratorios
Aunque
en toda la región del Caribe se realizan desde hace tiempo travesías marítimas
de refugiados y migrantes de diversas nacionalidades, un número cada vez mayor
es de origen haitiano.
La
Guardia Costera de Estados Unidos informó en mayo que durante el ejercicio
contable de 2022 había interceptado a casi 3900 ciudadanos haitianos, más del
doble que en 2021 (1527 haitianos). Además, la fuerza armada estadounidense
recibió informaciones de que al menos 175 desaparecieron o fallecieron.
Mantoo
explicó que muchas de las personas que emprenden estas peligrosas travesías
marítimas huyen de la inestabilidad política y de la inseguridad socioeconómica
regional que ha provocado graves dificultades a las comunidades de todo el
Caribe.
“La
situación en Haití ha provocado oleadas de traslados combinados de migrantes y
solicitantes de asilo del país, debido al reciente aumento de la violencia
relacionada con las bandas, los desplazamientos internos, los desastres
naturales y la falta de oportunidades de empleo”, especificó.
A
todas estas dificultades añadió que “las condiciones humanitarias y de
seguridad siguen siendo nefastas, convirtiendo las expulsiones o los
retornos forzados en una situación aún más peligrosa”.
En
respuesta al creciente número de estas peligrosas travesías marítimas, la
Agencia trabaja juntamente con los gobiernos de la región en la respuesta y
recepción de las personas que llegan a sus fronteras.
“Los
Estados receptores son los primeros responsables de proteger a quienes pueden
tener temores fundados de ser perseguidos en su país de origen”, destacó
Mantoo.
La vocera calificó de fundamental el “garantizar que las medidas de desembarco de las personas rescatadas no den lugar a una devolución rápida”, y que dispongan de acceso a los trámites de evaluación de sus solicitudes antes de ser expulsadas o deportadas.