Santo Domingo, RD.- En los últimos años el cultivar arroz se ha convertido en una actividad que brinda estabilidad, seguridad y bienestar a productores, molineros y trabajadores de ese sector.
Pero no siempre fue así. Por años, ese oficio fue considerado una práctica al azar, esto porque, aunque la cosecha fuera abundante (lo que quiere todo productor), el reto era colocar el producto en el mercado a precios rentables y de no hacerlo las pérdidas económicas sacaban del campo a miles de productores solo con sudor, trabajo y tiempo perdido
.Dicho proceso pasó a formar parte de las anécdotas de miles de productores y molineros, previó a la aplicación del Programa Nacional de Pignoración, el cual ha sido clave para que los involucrados en el sector arrocero puedan permanecer en el mercado, robustecer los campos y facilitar la generación de 90 mil empleos directos y 200 mil indirectos.
Fortalece industria
La referida iniciativa, impulsada por el Gobierno dominicano, ha posibilitado que más de 300 mil productores mantengan la fe en hacer parir la tierra y evitar que abandonen las siembras con cuantiosas deudas.
Anteriormente existía una limitación al acceso a ese cereal, ya que se hacían siembras sin planificación, que generaba desventaja a los productores. Cuando había una sobre oferta en una temporada los precios se desplomaban y en la próxima siembra era limitada, lo que se convertía en un círculo vicioso, explica el productor arrocero Oliverio Espaillat.
“Ahora la situación ha cambiado fruto de los beneficios que engloba el proceso, ya
que la industria tiene financiamiento, mercado garantizado, precios rentables y espacios para almacenar el grano”, subraya Espaillat al afirmar que el Estado ha velado por esa estabilidad en los últimos 20 años.
que la industria tiene financiamiento, mercado garantizado, precios rentables y espacios para almacenar el grano”, subraya Espaillat al afirmar que el Estado ha velado por esa estabilidad en los últimos 20 años.
¿Cómo funciona?
La dinámica es que se toma una cantidad de arroz y el valor del préstamo es el 80 % del valor de la cantidad que se tiene almacenada. El producto se guarda para ser liberado cuando el mercado lo permite y evitar pérdidas a los productores y mantener estabilidad de precio
Transformación
Ese programa ha facilitado el terreno para que la nación sea auto suficiente con una producción promedio anual que superó los 14.1 millones de quintales el pasado año, fruto del esfuerzo en conjunto de varios actores entre ellos el Estado, los productores, molineros y la banca, destacó José Miranda Sánchez, presidente de la Asociación Dominicana de Factorías de Arroz.
El Estado ha jugado un rol primordial velando porque ese alimento, llegue a un precio de fácil acceso y que el productor tenga una rentabilidad decente para que la dinámica de la producción se mantenga.
“Si ese programa no existiera el costo de la libra de arroz estuviera 25 por ciento por encima del costo actual”, afirmó Miranda al coincidir con Espaillat.
Con la pignoración los consumidores cuentan con precios competitivos, los productores venden su cosecha con rentabilidad razonable y los molineros, ven aumentada su capacidad de compra de arroz debido a que el Estado absorbe la mayor parte de los costos asociados con la pignoración.
Banco de Reservas
La participación del Gobierno y la banca han sido determinantes en el desarrollo de esta industria que se rubostece con la aplicación de nuevas tecnologías.
De hecho, los recursos otorgados a ese sector a tasas preferenciales han alcanzado los RD$56,000 millones desde 2012 hasta el pasado año. Y este año el gobierno dispuso de RD$10 mil millones, recursos que serán financiados por el Banco de Reservas a una tasa del 6 % anual.
El programa se ejecutará a través del Ministerio de Agricultura. Sobre ese particular, Ysidro García, subadministrador de Negocios del Banco Reservas, expresó que esas facilidades producen una dinámica de recurso interesante en el circuito productivo.
“El arroz genera riquezas a los campos dominicanos por la gran cantidad de personas inmersas en ese proceso”, manifestó García.
Producción
—1— Productoras
La provincia Duarte, La Vega, María Trinidad Sánchez, Sánchez Ramírez y Monseñor Nouel son las principales provincias arroceras.
La producción abastece demanda
Producción. La industria arrocera ha mostrado fortaleza y un ejemplo de eso es que ha abastecido el 100 % de la demanda local y aporta al Producto Interno Bruto entre 550 y 600 millones de dólares al año, detalló Oliverio Espaillat.
Esto es fruto de una siembra planificada y trabajo en equipo de todos los involucrados en la industria, la cual ha tenido en reserva en los almacenes hasta 8,200 millones de quintales, lo que equivale a un estimado de siete meses de reserva. A esas ventajas se suman factores que promueven el desarrollo del sector e incrementan la producción.