En
su más reciente informe sobre Colombia, el Secretario
General de las Naciones Unidas reconoció los esfuerzos del
gobierno, las instituciones del Estado, los excombatientes y las comunidades
nacionales por ajustarse a la ruta marcada en el Acuerdo final de Paz en el
país y alertó de los riesgos a los que se enfrenta la consolidación de la paz.
La Misión de Verificación de la ONU en
Colombia publicó esta semana el balance de António Guterres
sobre los adelantos y desafíos en la implementación del Acuerdo Final de Paz
durante el periodo del 28 de diciembre de 2021 al 25 de marzo de 2022.
El
texto destaca los avances logrados en la reincorporación de excombatientes, la
sustitución de cultivos ilícitos, la justicia transicional y las oportunidades
de desarrollo en las comunidades afectadas por el conflicto, pero advierte que
estos progresos “seguirán siendo vulnerables a menos que se den pasos firmes
y eficaces para consolidar la seguridad en todo el país de
la manera integral prevista en el Acuerdo Final”.
Entre
los principales avances, el documento subraya que la mayor parte de los más de
13.000 excombatientes continúan su proceso de reincorporación a la vida civil pese
al empeoramiento de la seguridad en varias regiones y que el 63% participa en
proyectos productivos para su reincorporación económica.
En
cuanto a la reintegración política, refiere que hubo
pocos incidentes durante las recientes elecciones al Congreso, en las que los
excombatientes de las FARC-EP participaron votando.
No
obstante estos importantes avances, el titular de la ONU reiteró su
preocupación por la seguridad de los ex integrantes de las
FARC-EP y recordó que desde firma del Acuerdo han sido
asesinados 315 de ellos. Once de esos crímenes ocurrieron en el último
trimestre.
Del
mismo modo, señaló que el deterioro de la seguridad tiene un impacto cada vez
mayor en los proyectos productivos y cooperativas, por lo que exhortó
al gobierno a garantizar la seguridad de esas personas
tanto en los antiguos Espacios de Capacitación y Reincorporación como en las
nuevas áreas de reincorporación, además de llamar a que se atiendan adecuadamente
los riesgos y necesidades específicas de las mujeres excombatientes.
ACNUR/Ruben Salgado Escudero Mujeres y niños encienden velas que forman la palabra paz, en Mocoa, Colombia.
Decenas
de miles de personas desplazadas y confinadas
El Secretario
General también reportó que los niveles de violencia se han intensificado en
los departamentos del Chocó, Putumayo y Arauca como consecuencia de
enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional y disidencias de las
FARC-EP.
Esta violencia
afecta a la población civil, incluidas las comunidades indígenas y
afrocolombianas, detalló.
“La Oficina de las
Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios registró más
de 13.000 personas desplazadas forzosamente, y más de 48.000 personas
confinadas entre el 1 de enero y el 15 de marzo. Por su parte, la
Oficina de la Alta Comisionada
de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos recibió
información sobre asesinatos de 43 defensores de derechos
humanos y líderes sociales, incluyendo cuatro mujeres, (siete documentados, 35
en proceso de verificación y uno no concluyente o no verificable)”, precisó.
En este sentido,
consideró que es urgente la implementación completa de las garantías de
seguridad estipuladas en el Acuerdo para reforzar las medidas de
prevención y protección por parte de las autoridades.
Además, sostuvo que
para poner fin a la inseguridad se precisa el despliegue integrado de las
capacidades del Estado y el desmantelamiento de los grupos armados
ilegales y las organismos criminales que operan en regiones pobres donde
existe una economía ilícita y donde las autoridades estatales no tienen un
control eficaz del territorio.
El Secretario
General citó las esperanzas de los colombianos en las promesas de desarrollo,
reconciliación y no repetición del Acuerdo Final de Paz y afirmó que el éxito
del proceso a largo plazo dependerá “del fortalecimiento de la
confianza entre las partes , así como entre los ciudadanos y las
instituciones a través de su compromiso sostenido y sus esfuerzos coordinados”.
Horrores
del pasado
António
Guterres también aseveró que el presente año constituye un punto de
inflexión para el sistema de justicia transicional “al arrojar luz
sobre los horrores del pasado”.
“Mientras
la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas sigue proporcionando
consuelo a cientos de familias de desaparecidos, la Jurisdicción Especial para
la Paz se prepara para que los perpetradores reconozcan, cara a cara
con las víctimas y ante la sociedad colombiana , sus responsabilidades
por los crímenes cometidos durante el conflicto y contribuyan a la verdad”,
puntualizó.
Con
respecto a la próxima publicación del informe final de la Comisión de la
Verdad, confió en que la sociedad colombiana tenga “la fuerza y la sabiduría
necesarias” para entender su dolorosa historia y sentar las bases de la
reconciliación y la no repetición a partir de las recomendaciones de
dicho documento.
“Al
acordar poner fin a décadas de conflicto violento, los colombianos y las
colombianas reafirmaron ante el mundo que incluso los conflictos más
arraigados pueden resolverse mediante el diálogo. A medida que el país
continúa por el camino trazado por el Acuerdo Final, y ante la proximidad de
las elecciones presidenciales, aliento a las fuerzas políticas a que mantengan
su compromiso con una campaña libre de violencia y estigmatización y las invito
a que sigan canalizando sus divergencias por cauces institucionales”, concluyó
el Secretario General.