Una precaria embarcación con 292 migrantes
ilegales haitianos a bordo y con destino a Estados Unidos, recaló en costas de
la central provincia cubana de Ciego
de Ávila, según informaron medios en la Isla.
Un reportaje publicado por el
semanario local Invasor, precisa que la atestada embarcación
salida de Haití permaneció cinco días
en el mar, hasta ser avistados a unas millas de Cayo Paredón, al norte del
territorio avileño. Una vez a salvo, fueron trasladados hacia el puerto de
Casasa, en el turístico Cayo Coco, y de ahí al campamento Ceballos 8.
La
información oficial detalla, además, que a su llegada, los inmigrantes
haitianos recibieron atenciones médicas por parte de la Cruz Roja local, y se
les realizaron pruebas para detectar paludismo o COVID-19. También recibieron
agua, comida, avituallamientos y alojamiento en el mencionado campamento, que
hace poco tiempo funcionó como un centro de aislamiento de enfermos de
coronavirus, y que pronto será reconvertido en 73 viviendas para la población.
Las
autoridades del territorio aseguraron a Invasor que
allí a los haitianos «se les ofrece desayuno, almuerzo, comida y meriendas.
Tienen aseo, sábanas, toallas, agua, servicios médicos y se coordinan otras
acciones para garantizar el bienestar».
De
igual forma, se les facilita, a través del servicio de Restablecimiento de
Contacto entre Familiar (RCF) de la Cruz Roja, la posibilidad de comunicarse
con sus familiares «para dar indicios de vida y contar las condiciones en que
se encuentran».