Santo Domingo, RD.- Cristo Rey, un barrio al norte del Distrito Nacional, fue el primer sector donde inició el Plan Mí País Seguro, de la mano de las autoridades del Ministerio de Interior y Policía.
Debido a
que la comunidad de Cristo Rey es impactada por hechos delictivos que azotan
a sus moradores, munícipes reportan asaltos a mano armada a plena luz del día,
robos en casas y amordazamiento de propietarios, así como circulación de
sustancias prohibidas y abusos sexuales.
Rafael
Rodríguez, quien encabezó una rueda de prensa de los comunitarios y la
parroquia San Pablo Apóstol, dijo que “se ha hecho una campaña en contra de
nuestro padre (sacerdote de la iglesia) por externar los males que afectan a
los residentes”.
Dijo que el
padre José Luis Hernández ha sufrido represalias por hacerle frente y decir
lo que ocurre en los alrededores de la parroquia y la escuela de su
jurisdicción.
El sacerdote
Hernández dijo que hay personas del sector que se ven beneficiadas por
diferentes instituciones del gobierno, de las cuales son asalariados, que
suelen convocar a medios de comunicación para decir que las cosas en Cristo Rey
van bien, cuando es sencillamente lo contrario.
“Quienes hacen
esas reuniones y convocan a la prensa están nombrados y con sueldo en el
Ministerio de Interior y Policía”, añadió el párroco Hernández.
Denunció también
que a los pocos militares que realizan su trabajo de forma correcta, los
delincuentes van o envían un emisario al departamento de Asuntos Internos de
la Policía Nacional, alegando que agentes usan “abuso de fuerza policial”.
Justo en el
momento que este periódico tomaba fotos en una calle, un antisocial se acercó
al equipo con vocablos amenazantes y realizando señas indecentes.
El
párroco
Según el párroco, el ministro de Interior y Policía, Jesús Vásquez, en varias
ocasiones lo “ha dejado plantado” y tampoco lo ha incluido en los planes de la
comunidad para el Plan Mí País Seguro”.
“El ministro Chu
se ha referido a mi persona como alguien ácido, radical y que no veo lo que se
hace; aquí le prestamos el espacio para poner una oficina para la recolección
de las armas y de buenas a primeras sin notificarnos porque no las instalaron,
yo presumo que era porque íbamos a estar vigilantes, lo que en otros lugares
tal vez no se hacía”, acotó Hernández.
Señaló que en
vez de realizar críticas a la ligera, el ministro debió acercarse para
constatar los temores de los vecinos y escuchar los reclamos de sus líderes comunitarios.
VIOLACIÓN
abuso a niña.
Una pequeña de 11 años hacía su recorrido habitual desde la escuela hasta su
casa, nunca imaginó que un desaprensivo se encargaría de robarle su inocencia
de una forma vil e indolente, desgarrando las entrañas de su ser. No obstante,
a todo el daño causado también la secuestró por dos días.