En la primera Misa del año 2022, solemnidad de la Madre de Dios,
el Papa recordó que MarÃa es la mujer del "custodiar meditando",
capaz de sostener ofreciendo el dolor en silencio y mostrando una fe
"generadora", porque es capaz de vincular lo bueno y lo malo según la
perspectiva de Dios. En su homilÃa, el Santo Padre también pidió acabar con la
violencia contra las mujeres: "¡Basta! Herir a una mujer es ultrajar a
Dios".
La mañana
del sábado 1 de enero de 2022, el Papa Francisco presidió en la BasÃlica de San
Pedro, la primera Misa del año en la festividad de MarÃa SantÃsima, Madre de
Dios y DÃa Mundial de la Paz.
En su homilÃa, el Santo Padre reflexionó
sobre el momento en el que los pastores encontraron «a MarÃa, a José y al
niño recién nacido acostado en el pesebre» (Lc 2,16), destacando que el pesebre es "signo gozoso para los pastores, es la
confirmación de cuanto habÃan escuchado del ángel (cf. v. 12), es el lugar
donde encuentran al Salvador".
“Naciendo pequeño y pobre, Jesús
nos toca el corazón, nos infunde amor en vez de temor. El pesebre nos anticipa
que se hará comida por nosotros. Y su pobreza es una hermosa noticia para
todos, especialmente para los marginados, para los rechazados, para quienes no
cuentan para el mundo. Dios llega allà sin ninguna vÃa preferencial, sin
siquiera una cuna. Aquà está la belleza de verlo recostado en un pesebre”
Mientras las madres dan la vida y las mujeres
guardan el mundo -añadió el Papa- todos debemos trabajar para promover a las
madres y proteger a las mujeres.
En este contexto, el Santo Padre lanzó un
llamamiento a acabar contra la violencia hacia la mujer:
"¡Cuánta violencia
hay contra las mujeres! ¡Basta! Herir a una mujer es ultrajar a Dios, que tomó
la humanidad de una mujer".