Alina Tufani-
Ciudad del Vaticano
La tradición
aunada a los conocimientos cientÃficos y técnicos de una profesión tan antigua
como la de los preparadores del cuero, le recordó al Papa Francisco, este
mediodÃa, no solo la importancia de ese oficio en Argentina, su tierra natal,
sino también su propio pasaje como estudiante de quÃmica en un instituto
técnico. De hecho, estas reflexiones las compartió con un centenar de miembros
de la Asociación Italiana de QuÃmicos del Cuero que fueron recibidos en
audiencia en la Sala Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano.
Al destacar la
especificidad de esta profesión que une la tradición, la ciencia y la
tecnologÃa, el PontÃfice quiso manifestar su cercanÃa y la de la Iglesia a los
trabajadores en este momento de “crisis económica y social tan compleja”,
causada en parte por la pandemia
Crecer en
solidaridad y calidad de trabajo
“Muchos trabajadores y trabajadoras y sus familias viven situaciones
difÃciles, agravadas por la pandemia. Pero la pandemia no puede ni debe
convertirse en un pretexto para justificar omisiones en materia de justicia o
seguridad. Por el contrario, la crisis puede enfocarse como una oportunidad
para crecer juntos en solidaridad y en la calidad del trabajo”
Tomando a San José como modelo, el Santo
Padre les recordó que su ejemplo e intercesión les puede ayudar a “no ceder al
desánimo, a utilizar creativamente sus talentos y su gran experiencia para
avanzar”. En particular, Francisco se refirió a la importancia de unir la
sabidurÃa y la experiencia de las viejas generaciones con el Ãmpetu de las
nuevas.
“Es muy
importante reunir la sabidurÃa de los mayores y el entusiasmo de los jóvenes:
me imagino a los jóvenes apasionados por un sector original como el suyo, y
necesitan encontrar a los "veteranos" que tienen tanto que enseñar, y
no sólo a nivel técnico, sino también a nivel humano”