Francisco recibió en audiencia a los participantes en la sesión plenaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe y les instó a tener "discernimiento" en la lucha contra los abusos y también en los casos de disolución del vínculo matrimonial "in favorem fidei". Una invitación también a defender la dignidad humana "desde la concepción hasta la muerte natural" y a utilizar el discernimiento en el tratamiento de los fenómenos sobrenaturales y el camino sinodal.
El
ejercicio del discernimiento, dice el Papa en su discurso, encuentra "un
campo de aplicación necesario en la lucha contra los abusos de todo tipo".
La Iglesia, con la ayuda de Dios, persigue con
firmeza el compromiso de hacer justicia a las víctimas de abusos perpetrados
por sus miembros, aplicando con especial cuidado y rigor la legislación
canónica prevista.
Francisco recuerda la reciente
actualización de las Normas sobre los delitos reservados a la Congregación para
la Doctrina de la Fe, fruto del "deseo de hacer más incisiva la acción
judicial". Sin embargo, esto solo "no puede bastar para frenar el
fenómeno", admite el Papa, "pero constituye un paso necesario para
restablecer la justicia, reparar el escándalo, enmendar al reo".
El Pontífice invoca el mismo discernimiento para "presuntos fenómenos sobrenaturales, para los que el pueblo de Dios debe recibir indicaciones seguras y sólidas". Pero sobre todo es necesario el discernimiento, subraya Francisco, para otra tarea de la Doctrina de la Fe, como es la disolución del vínculo matrimonial in favorem fidei.
"Cuando, en virtud de
la potestad petrina, la Iglesia concede la disolución de un vínculo matrimonial
no sacramental, no se trata sólo de poner fin canónicamente a un matrimonio, en
todo caso ya fracasado de hecho, sino que, en realidad, con este acto
eminentemente pastoral pretendo siempre fomentar la fe católica -¡in favorem
fidei! - en la nueva unión y en la familia, de la que este nuevo matrimonio
será el núcleo".