El planteo teórico es: China podría aprovechar la crisis global creada por una posible invasión rusa a Ucrania, para hacer lo propio con Taiwán.
El escenario es tema de estudio de los principales centros de relaciones internacionales y disparador de enormes cantidades de especulaciones. Hay suficientes evidencias que apuntalan la teoría de que el gobierno chino ve paralelismos entre las reivindicaciones de Rusia sobre Ucrania con las que mantiene China con respecto a Taiwán.
Para el Partido Comunista Chino, los preparativos rusos para invadir
a sus vecinos ucranianos y la respuesta internacional es una valiosa
lección en tiempo real sobre el costo-beneficio de una posible acción militar
para anexionar la isla-nación que reivindica como propia.
“No
creo que podamos descartar eso porque Rusia está trabajando más estrechamente
con China que nunca”, dijo la canciller británica Liz Truss. El embajador
de Rusia en China, Andrey Denisov, confirmó que Rusia estaba informando a China
sobre sus conversaciones con Estados Unidos y que “nuestros amigos chinos
están prestando mucha atención”.
El ministro de Asuntos Exteriores de
China, Wang Yi mantuvo el miércoles una conversación telefónica con el
secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en la que le dijo: “No se
puede garantizar la seguridad regional a base de expandir un bloque militar. Deben
dejar a un lado la mentalidad de Guerra Fría”. Y urgió a Washington a “dejar de jugar con
fuego” en Taiwán.