SANTO DOMINGO, RD,
(EFE).- El jardinero dominicano Marcell Ozuna necesitaba demostrar que podía
recuperar el nivel que lo convirtió en una amenaza ofensiva en las Grandes
Ligas tras una larga ausencia por lesiones y problemas extradeportivos, y ha
comenzado con sus batazos de poder en el campeonato de béisbol invernal de su
país.
Ozuna mandó la pelota a las gradas del
jardín izquierdo del estadio Julián Javier, de San Francisco de Macorís
(noreste) la noche del martes y alcanzó así su cuatro tablazo de vuelta
completa en 14 partidos con los Gigantes del Cibao.
Con ese batazo ‘el Oso’, como es
conocido popularmente, se colocó líder de cuadrangulares del torneo,
despachando batazos kilométricos y fortísimos, habitual en él.
Ha fletado 15 imparables en la campaña,
de los cuales siete han sido extrabases, muestra de que su bate está en un
punto adecuado para producir como se espera de un pelotero de su clase.
Con una defensa que ya no es la de aquel
jardinero que conquistó el Guante de Oro con los Marlins de Miami en 2015, el
bate de Ozuna es su principal carta de presentación y la razón por la cual los
Bravos de Atlanta le otorgaron en febrero pasado un contrato de cuatro años y
65 millones de dólares.
Ozuna solo vio acción en 48 partidos en
la temporada pasada de las mayores, debido a una lesión en su mano izquierda y
a que fue apartado del equipo por el Comisionado de las Grandes Ligas por
acusaciones de violencia doméstica, lo que le impidió participar con en la
Serie Mundial, eventualmente conquistada por los Bravos.
La suspensión ejecutada por las Grandes
Ligas obligará a Ozuna a perderse los primeros 20 encuentros de la próxima
campaña, por lo cual el conjunto de Atlanta apuesta a que su bate se encuentre
en buena forma para empezar a producir tan pronto se reintegre al equipo.
Su promedio de bateo en el campeonato
dominicano es de .283, muestra de que ha estado haciendo contacto con la
pelota, mientras añade un ‘slugging’ de .566 y un porcentaje de embasarse de
.345, indicadores muy alentadores para los Bravos de que tendrán en el terreno
al jugador por el que pagaron.
Con la actual situación de paro patronal
en las Grandes Ligas y sin tener aún los Bravos un acuerdo con el primera base
estrella Freddie Freeman, que Ozuna esté jugando a ese nivel en el béisbol
dominicano, es otro aspecto importante para Atlanta y para el propio jardinero
dominicano.
El ‘Oso’ ha salido a devorar la pelota en la liga dominicana y al público le ha venido bien -en particular a los aficionados de los Gigantes- disfrutar de su descomunal poder al bate.